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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 50 | Agosto 1985

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Nicaragua

La voz de América Latina frente al terrorismo

La agresión verbal de Reagan contra Nicaragua Comienza a articularse en torno al tema del terrorismo, alcanzando niveles de extrema peligrosidad. Por primera vez, Reagan habló de una red de países terroristas entre los que incluyó a Nicaragua, anunciando represalias.

Equipo Envío

El acontecimiento de este mes en Nicaragua fue la celebración el 19 de julio del sexto aniversario de la revolución sandinista en medio de un clima de gravísimas amenazas por parte del gobierno norteamericano. El acontecimiento de este mes en América Latina fue el Encuentro sobre la Deuda Externa celebrado en La Habana en medio de una generalizada conciencia en todo el continente sobre este grave problema económico.

La lucha con la que Nicaragua defiende su proyecto revolucionario de transformaciones sociales frente a la agresión norteamericana pone a prueba la unidad de América Latina. La lucha de los pueblos de América Latina frente a la agresión financiera -que tiene en la deuda externa su máxima expresión- pone también a prueba la unidad latinoamericana.

La paz en Nicaragua y la resolución del problema de la deuda externa son dos causas de independencia y de dignidad que hoy convocan a todos los países del continente. Y es desde esta perspectiva de desafío latinoamericano desde la que puede también analizarse la coyuntura de este mes.

La agresión norteamericana: acusaciones sobre terrorismo

La agresión verbal norteamericana contra Nicaragua se ha articulado durante todo este mes en torno al tema del terrorismo, alcanzando niveles de extrema peligrosidad. Por primera vez, el Presidente Reagan y altos funcionarios de su Administración, han hablado de una red orgánica de países terroristas y han enfatizado la decisión de tomar represalias contra ellos, tanto concertadas en común como unilaterales y tanto de respuesta como preventivas. Las declaraciones de la Administración señalan a Nicaragua -el más débil de los Estados de esta supuesta Confederación Terrorista- como blanco preferente de estas represalias.

El 8 de julio, el Presidente norteamericano, hablando ante la Asociación Nacional de Abogados en Washington, señaló a 5 países -Irán, Libia, Corea el Norte, cuba y Nicaragua- como integrantes de una Confederación de Estados Terroristas que estarían dedicados a atacar a los Estados Unidos y a sus ciudadanos. Frente a esto, Reagan llamó a la acción con una retórica muy agresiva: "No puede haber lugar en la tierra en el que puedan refugiarse estos monstruos o entrenarse o practicar sus crueles y mortíferos oficios. Debemos actuar juntos o unilateralmente si es necesario, para asegurar que los terroristas o obtienen santuario en parte alguna... No vamos a tolerar estos ataques de Estados ilegales regidos por la más extraña colección de inadaptados, enajenados y miserables criminales que haya aparecido desde el advenimiento del III Reich".

Esta alocución dio paso a una serie de declaraciones e informaciones, en las que comenzó a señalarse cada vez más claramente la posibilidad de represalias aéreas ("bombardeos quirúrgicos") contra los países terroristas, aunque ya éstos iban quedando reducidos a los de Centroamérica (Nicaragua y áreas salvadoreñas bajo control del FMLN). Al interior de los Estados Unidos el tema del terrorismo aparece vinculado a otros dos temas capaces de generar grandes temores irracionales en la opinión pública norteamericana: el tráfico de drogas y la presencia de espías soviéticos en territorio estadounidense.

En un clima de amenazas y de especulaciones sobre los posibles castigos que aguardaban a los terroristas, y en vísperas de la celebración del 6o. aniversario de la revolución, el 17 de julio, el embajador norteamericano de Managua, Harry Bergold, entregó a la Cancillería nicaragüense una nota, que reproducimos íntegra. Algunos analistas políticos norteamericanos que estaban en Managua ese día manifestaron al IHCA su sorpresa por el tono amenazante, que convierte esta nota en un hito en los anales de la diplomacia norteamericana:

"-Los ciudadanos de los Estados Unidos y de los países amigos y aliados han sido cada vez más los objetivos de actividades terroristas internacionales. Se está agotando la paciencia del pueblo y del gobierno de Estados Unidos.

-Una repetición de cualquier incidente semejante al asesinato brutal de los seis ciudadanos de los Estados Unidos en San Salvador el 19 de junio de 1985 tendría graves repercusiones. Con respecto al acontecimiento en El Salvador, tanto el gobierno salvadoreño como nosotros hemos reaccionado fuertemente contra el PRTC. Estamos bien enterados del apoyo del gobierno de Nicaragua y del FSLN al PRTC y otros elementos del FMLN, y de la influencia del gobierno y el Frente sobre estos grupos. El gobierno de Nicaragua debe de utilizar su influencia para desalentar ataques contra personal de los Estados Unidos, personal que como bien sabe no está involucrado en combate.

-Tenemos indicaciones de que se están haciendo preparaciones para empezar un programa de ataques terroristas contra personal de Estados Unidos en Honduras.

-Estamos enterados de que el gobierno de Nicaragua apoya a las personas que están participando en estas preparaciones y creemos que el gobierno de Nicaragua pueda ser involucrado directamente.

-Consideramos de suma importancia que el gobierno de Nicaragua entienda claramente y completamente que cualquier ataque terrorista contra personal de los Estados Unidos en Honduras, apoyado por Nicaragua, sería considerado la responsabilidad directa del gobierno de Nicaragua, y que se podría contar con una reacción en conformidad de los Estados Unidos.

-Se debe entender que aún cuando esta advertencia se aplica a posibles actos de terrorismo contra ciudadanos estadounidenses en Honduras, basada en la información específica, la reacción de los Estados Unidos a actos terroristas en otros países de América Central, o de otra parte, sería basada sobre los mismos principios. Una repetición en cualquier parte de América Central de los asesinatos del 19 de junio de ciudadanos estadounidenses en El Salvador traería consecuencias serias para los perpetrados y a los que los ayuden".

La respuesta de Nicaragua -extensa y documentada- rechazaba categóricamente el contenido y la forma de la comunicación de Bergold, señalaba distintas actividades del gobierno norteamericano que constituían capítulos de su política de terrorismo de Estado y exhortaba al gobierno de Reagan a presentar todas sus quejas y acusaciones en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. El presidente Ortega declaró a la prensa internacional: "La nota en sí es una acción terrorista y de chantaje político".

Entre las acusaciones públicas registradas a partir de la alocución de Reagan a los abogados, la más agresiva fue la del vocero Larry Speakes el 24 de julio. Entre otras ocas dijo que los países terroristas "ya están advertidos" y que "Los Estados Unidos no tolerará acciones terroristas contra nuestros ciudadanos y se preparará para dar pasos apropiados", añadiendo: "Estamos incrementando constantemente nuestras informaciones sobre la ubicación, tácticas y geografía de la infraestructura terrorista de Centroamérica. Cuando ese conocimiento llegue a una etapa que satisfaga nuestros criterios, actuaremos". Los periodistas preguntaron a Sepeakes si entre esas "actuaciones" podrían estar los llamados "bombardeos quirúrgicos". No hemos cerrado ninguna opción, dijo, precisando que cualquier acción podría ser también de carácter preventivo, pues las represalias señaló son acciones pasivas, en el sentido de que sólo se podría actuar después de que algo sucede.

Por otra parte, "The Miami Herald informó ampliamente a mediados de julio sobre un estudio que Reagan encargó al vicepresidente George Bush sobre formas de lucha contra el terrorismo mundial y que sólo recogía recomendaciones de la CIA, del Consejo Nacional de Seguridad y de la Agencia de Inteligencia de Defensa para llevar adelante esta lucha en El Salvador y especialmente en Nicaragua. Según el diario, las opciones presentadas a Bush son éstas, y como se ve, abarcan una variada gama de acciones para una amplia estrategia de guerra:

"-Ataques aéreos o de comandos contra bestiones rebeldes en El Salvador o campos de entrenamiento en Nicaragua.

-Ablandamiento o eliminación de prohibiciones prsidenciales vigentes contra asesinatos, para permitir que agentes norteamericanos puedan dar muerte a terroristas o líderes extranjeros antinorteamericanos, como los sandinistas o los guerrilleros salvadoreños.

- Asesores y asistencia simplementarios para El Salvador para entrenar a la Guardia Nacional y a la Policía de Hacienda, así como aumento de la asistencia militar a Honduras y Costa Rica para entrenamiento antiterrorista.

-Ejercicios militares suplementarios en Honduras y ante las costas occidental y oriental de Nicaragua.

- Nuevo pedido de fondos al Congreso para aumentar la fuerza rebelde nicaragüense de 17,000 a 30,000 efectivos.

- Revisión de la política norteamericana hacia Cuba, que podría incluir un endurecimiento del embargo comercial o la eliminación de los intercambios deportivos y culturales".

Centrada en calumniosas acusaciones sobre terrorismo, que pretenden presentar a Nicaragua como santuario de prácticamente todos los grupos armados de Europa, América Latina, Medio Oriente y Asia, el gobierno de Estados Unidos está determinado a estructurar una campaña con la que justificar ante la opinión pública -especialmente, la norteamericana- lo que podría ser un primer paso para una intervención masiva directa: los bombardeos quirúrgicos contra puntos nicaragüenses estratégicos militar y económicamente. Se trataría de adoptar una política de hechos consumados con consecuencia que la Administración juzga como previsibles y controlables y que parece decidida a ensayar. a pesar del costo político-diplomático internacional y también de las tensiones internas en algunos círculos militares estadounidenses, en el modelo desgastante de la guerra de baja intensidad en la que confían como la mejor fórmula para destruir el proyecto sandinista y detener el avance de la guerrilla salvadoreña.

Nicaragua se defiende el terrorismo

Acusa de terrorismo y sentenciada a muerte por esto, Nicaragua sigue enfrentando el terrorismo de Estado del gobierno norteamericano.

* En la trinchera militar, sigue la guerra de defensa.

* En la trinchera diplomática, Contadora tiene una nueva voz.

* En la trinchera teológica, el ayuno y la oración son nuevas armas de lucha.

Sigue el terrorismo militar contrarrevolucionario

Este mes, las dos Cámaras del Congreso norteamericano llegaron por fin a un acuerdo sobre la cantidad de dinero que el gobierno de Estados Unidos entregará a los grupos armados contrarrevolucionarios en calidad de "ayuda humanitaria": serán $27 millones, que se desembolsarán a partir del 1 de octubre de 1985, fecha en que se inicia el año fiscal 1986.

Durante este mes, estos grupos contrarrevolucionarios que financia el gobierno norteamericano siguieron sufriendo importantes derrotas militares y continuaron actuando con tácticas terroristas contra la población civil.

Para las Regiones I (Estelí, Nueva Segovia y Madriz) y VI (Matagalpa y Jinotega), las dos regiones más castigadas por la guerra, la Dirección Nacional del FSLN y la Presidencia de la República, aprobaron este mes un Plan General Unico. Para dirigirlo y a tiempo completo, fue designado el Comandante Luis Carrión, de la Dirección Nacional, Viceministro del Interior.

Esta decisión es trascendental y responde a la acumulación de experiencias que han servido de doloroso aprendizaje en estos años de guerra. Según Carrión el Plan nace de una visión de la guerra no como un fenómeno estrictamente militar sino político y social y busca armonizar todos los esfuerzos en función de la defensa, teniendo para esto una prioridad política: la consolidación de la alianza con el campesinado, especialmente con los campesinos pobres que reivindican la propiedad individual de la tierra .

Al evaluar la actual situación bélica en estas dos estratégicas Regiones, el Comandante Carrión señaló que en la Región I toda la defensa descansa en las fuerzas milicianas de la misma región, más estabilizadas, mejor organizadas y mejor armadas. Los BLI (Batallones de Lucha Irregular, punta de lanza del ejército sandinista en el enfrentamiento directo con los contrarrevolucionarios) están concentrados en la Región VI. "Esto es un salto estratégico y hace que ahora el 90% de los combates nos sea favorable", dice Carrión.

La marcha de la guerra ha mostrado que la estrategia militar sandinista en estas dos zonas -que empezó a implementarse en este primer semestre del año- ha sido eficaz. La estabilización de las milicias territoriales y la combinación de sus acciones en otras zonas con las de los BLI y las de las Tropas Guardafronteras ha permitido a ejército de Nicaragua recuperar la iniciativa donde la había perdido, tener un mayor control en zonas de difícil acceso y golpear y desarticular -aunque todavía no aniquilar- a los grupos (Comandos Regionales) que actuaban en estas regiones. (En los primeros 6 meses del año los contrarrevolucionarios han tenido 2,500 bajas entre muertos y heridos).

Para el segundo semestre, con una nueva incorporación de jóvenes al servicio militar, está prevista una ofensiva masiva y muy fuerte que dé como resultado un golpe realmente estratégico a la contrarrevolución. Los importantes ataques de la FDN ocurridos este mes en Estelí parecen por un lado destinados a retrasar y complicar esta ofensiva a la vez que a recuperar legitimidad para la contrarrevolución ante los congresistas que los financiaron confiando en su eficacia desestabilizadora.

Hay también en los ataques que se dieron este mes en Estelí elementos de desesperación ("acciones suicidas" las llamó el Cdte. José Valdivia), que permiten pensar que obedecen a órdenes directas de Washington, que estaría evaluando la situación económica como de deterior irreversible y la situación política como de pre-insurrección anti sandinista y exigiría por eso a los paladines golpes definitivos y contundentes. Como ha sucedido en otros momentos de esta larga guerra, Washington habría evaluado incorrectamente la situación y el inicio de estas nuevas ofensivas contrarrevolucionarias resultó un fracaso.

Unos 1,200 contrarrevolucionarios infiltrados desde Jinotega trataron de desarrollar este mes en Estelí la ofensiva estratégica llamada "Plan Repunte 85", que tenía como fin atacar objetivos civiles y económicos estratégicos (el proyecto agroindustrial de Sébaco entre ellos) y tomarse la ciudad de Estelí con ocasión del 6o. aniversario de la revolución.

A lo largo de todo el mes de julio se produjeron unos 42 combates contra los efectivos contrarrevolucionarios responsables de este "repunte", causándoles un total de 129 muertos y más de 60 capturados. Al terminara de redactar este análisis, el Plan estaba ya neutralizado, quedando aun un grueso de contrarrevolucionrios acosados por el ejército sandinista en distintas zonas del norte.

El ataque más significativo del "Plan Repunte" fue el intento de 500 miembros de la FDN de tomarse la ciudad de La Trinidad, a 13 kms. al SE de Estelí el 1o. de agosto". ¡Somos los cachorros de Reagan! entraron gritando en el pueblo los contrarrevolucionrios, que tuvieron 33 muertos sólo en los primeros momentos de su fallido ataque, frente a 8 soldados sandinistas que cayeron defendiendo la ciudad.

Tan sólo tres días antes se había celebrado en La Trinidad el entierro de 18 muchachos muertos en una emboscada de la FDN, en la que cayeron un total de 29, y que fue un gran golpe de la contrarrevolución en este mes.

Los combates también han sido intentos en la Región VI y en la V -nuevo escenario de fuertes combates-, sufriendo los contrarrevolucioanarios en estas dos zonas un total de 125 bajas mortales en el mes que reseñamos. En la frontera con Costa Rica, concluyó el 2 de agosto la tercera etapa de la "Operación Soberanía" con la recuperación por el ejército sandinista de Sarapiquí, último reducto de ARDE en territorio nicaragüense. Como resultado de diversos combates que este mes se desarrollaron en esta zona fronteriza se calcula que unos 300 contrarrevolucionarios huyeron hacia Costa Rica y 62 se entregaron al ejército en el sector de Machuca. La "Operación Soberanía", iniciada a finales de mayo, causó 67 bajas mortales a los hombres de ARDE.

Varias acciones de la contrarrevolución en distintos puntos del país muestran claramente la orientación terrorista de su estrategia, orientación que siempre se acentúa cuando estos grupos son derrotados al enfrentarse con el ejército de Nicaragua. Señalamos tres de estas acciones terroristas, que impactaron dolorosamente a las poblaciones afectadas y al resto del país:

- El 23 de julio, 18 días después de haber sido atacada y quemada en la Costa Atlántica la embarcación de transporte civil "Blufields Express", 50 contrarrevolucionarios de ARDE atacaron indiscriminadamente con fusiles y morteros el barco "Río Escondido", que había suplido al anterior, causando 2 muertos y 17 heridos, entre ellos 2 niñas. En la embarcación viajaban ciudadanos de Estados Unidos, Canadá, México, Alemania Federal y España, que testificaron en un comunicado conjunto el carácter terrorista del ataque.

- El 28 de julio una banda de la FDN emboscó un camión en el que viajaban madres de muchachos que hacen el servicio militar y que iban a visitarlos a la escuela de Mulukukú, cerca de Río Blanco (Matagalpa). Como resultado del ataque, 8 madres resultaron muertas -algunas fueron violadas y sus cadáveres mutilados y quemados- y 14 heridas. En el entierro en León de varias de estas mujeres el Presidente Ortega, sin contener su indignación, denunció con gran fuerza a los congresistas norteamericanos que aprobaron la ayuda a estos grupos: "¡Se están comportando peor que Hitler! ¡Son unos fascistas, son unos criminales, están provocando literalmente el exterminio de este pueblo!".

- El 2 de agosto un grupo contrarrevolucionario de la FDN atacó el poblado de Cuapa (Chontales), secuestrando a 16 personas -miembros del FSLN, responsables de las organizaciones campesinas, maestros, etc.-, de las que 11 aparecieron después por los montes, asesinadas y salvajemente torturadas. En el entierro del celador de la escuela, el sacerdote párroco, Domingo Gatti, dijo lleno de indignación: "Esta es la obra de los paladines del odio y de la muerte, de los hermanos del diablo".

La nueva voz de Contadora

La agresión norteamericana tiene en la iniciativa latinoamericana de Contadora uno de sus principales frenos. Y la defensa de Nicaragua frente a esta agresión cuenta con el alineamiento latinoamericano, con la unidad latinoamericana, como el más eficaz muro de contención al terrorismo de Estado en su actual expresión de guerra de desgaste y en una eventual intervención.

Este mes hubo señales alentadoras sobre la nueva conciencia latinoamericana que emerge en el continente: en la OEA prevalecieron criterios independientes de la política norteamericana, a la par que Contadora mostraba nueva vitalidad y cuatro países de América Latina se unían a la iniciativa de paz como grupo de apoyo, ampliándose así sus posibilidades de acción.

Contadora y una OEA que se renueva

El informe de la Comisión Investigadora OEA-Contadora sobre el incidente fronterizo de Las Crucitas no agradó a Costa Rica. Por esto, el gobierno de Monge solicitó al Consejo Permanente de la OEA una reunión especial para el día 11 de julio con el propósito de conseguir, ya al margen de esta Comisión, alguna condena de la OEA a Nicaragua.

El debate en la OEA fue muy intenso y se resolvió cuando todos los países encomendaron a los Embajadores en la OEA de los 4 países de Contadora que elaboraran una Resolución sobre el caso, que después fue aprobada por consenso. La Resolución expresa preocupación por las tensiones fronterizas, repudio por lo ocurrido (sin señalar culpables, según era el deseo de Costa Rica) y condolencias a Costa Rica y, lo que es mas importante: "recomienda a Costa Rica y Nicaragua que proceden a iniciar conversaciones".

El comportamiento que mantuvo la OEA ante el caso de Las Crucitas, teniendo en cuenta todo su contexto político y diplomático, es uno de los más claros índices del creciente presagio alcanzado por Contadora como nueva alternativa latinoamericana para el enfoque de los problemas latinoamericanos. Contadora ha logrado abrirse espacios aun dentro de las habitualmente dependientes estructuras de la OEA.

Inmediatamente de producirse la Resolución, el Presidente Monge expresó su disgusto por ella, declarando que la OEA estaba "parcializada a favor de Nicaragua" y que "Costa Rica se ha quedado sola ante la falta de solidaridad de los países latinoamericanos en sus problemas con Nicaragua", a la vez que rechazó el diálogo con Daniel Ortega, poniendo como condición para realizarlo el que Nicaragua ofrezca disculpas y explicaciones sobre el incidente de Las Crucitas, desestimando así todo lo ya resuelto e informado tanto por Contadora como por la OEA .

La situación de tensiones entre Costa Rica y Nicaragua se mantiene. A finales del mes de julio se agravó repentinamente con serias acusaciones de Costa Rica sobre violaciones de su espacio aéreo por aviones sandinistas. La crisis, que parecía conducir a una ruptura de relaciones del gobierno de San José con el de Managua, se superó gracias al papel moderador que jugó el Presidente Monge frente al Consejo de Seguridad de Costa Rica, que ya estaba solicitando la ayuda militar de Estados Unidos, Israel, Venezuela, etc. para enfrentar a Nicaragua. Con estas continuas tensiones, el territorio fronterizo tico-nicaragüense sigue siendo el lugar más propicio para desencadenar un pretexto que dé paso a una más directa intervención norteamericana contra Nicaragua. Las pláticas Nicaragua-Costa Rica y la desmilitarización de ambas fronteras siguen siendo un test que pone a prueba la real voluntad de paz del gobierno costarricense.

Contadora y sus nuevas iniciativas

Si la OEA expresó una conciencia y una voz más latinoamericanas, Contadora también dio nuevos pasos en este sentido.

Después de la crítica reunión de junio en Panamá, en la que Nicaragua llamó a los países de Contadora a jugar un papel más beligerante, reclamando a Estados Unidos un espacio real de negociación, las expectativas sobre el futuro de Contadora eran mínimas.

Para "destrabar" el proceso pacificador, colocado en uno de sus cíclicos puntos muertos, los Cancilleres de los 4 países negociadores se reunieron en la isla panameña de Contadora el 21 y 22 de julio. El dramatismo de la reunión lo marcó el nuevo Canciller de Panamá, Jorge Abadía, que al entrar al cónclave declaró: "Contadora es vida y la otra alternativa es muerte, es la guerra en Centroamérica. El mundo debe saberlo de una vez: en Centroamérica o es Contadora o es la guerra".

Siendo la voluntad política de paz de los países centroamericanos un elemento clave para el éxito de Contadora, resultaron distensionantes las declaraciones del Gral. Oscar Mejía Víctores el 19 de julio en las que afirmó categóricamente: "Los países de Centroamérica pueden convivir con una Nueva comunista".

La reunión de Contadora en la isla de Contadora fue importante. Y de ella salieron varias iniciativas "oxigenantes" del proceso. Destacamos éstas:

-Por primera vez Contadora llama a los Estados Unidos a reanudar las conversaciones de Manzanillo, indicando así la estrecha relación que hay entre la paz centroamericana y la normalización de las relaciones Estados Unidos-Nicaragua.

-Por primera vez Contadora se dirige a dos países del área -Nicaragua y Costa Rica- llamándolos a un diálogo bilateral (en los primeros 10 días de agosto y en Panamá), reconociendo además la necesidad de "normalizar las relaciones bilaterales, particularmente entre los estados vecinos", indicando así la estrecha relación que hay entre las negociaciones bilaterales y la negociación regional de la paz.

Por otra parte, los vicecancilleres de Contadora decidieron visitar los 5 países centroamericanos (la gira se desarrolló en los primeros días de agosto) y proponer a la ONU el que se inscribiera el tema de Centroamérica en la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebrará en septiembre.

Al conocer los resultados de la reunión, el Presidente Ortega dijo en Nicaragua: "Tenemos una buena noticia para los nicaragüenses: Contadora está más fuerte que nunca. Los que pensaban que Contadora estaba ya muerta, tienen que ver que Contadora está ahí, está viva, más viva que nunca expresando los sentimientos latinoamericanos".

El impacto real de la nueva voz con que Contadora habló esta vez se puede medir en la inmediata reacción norteamericana. George Shultz declaró tajantemente en México que Estados Unidos no dialogará con el gobierno de Nicaragua hasta que éste no dialogue con los contrarrevolucionarios. Unos días antes, Harry Shlaudemann, embajador especial para Centroamérica, había declarado en Tegucigalpa: "No veo otra posibilidad para la pacificación de Centroamérica que los sandinistas establezcan una reconciliación nacional en Nicaragua", recordando esto en los mismos términos con que Reagan había formulado en abril su utlimatum, ocasión en la que el Presidente aplicaba a Nicaragua la "simetría" con El Salvador. Dijo Shlaudemann:

"La Iglesia nicaragüense ha llamado a las partes en conflicto, el gobierno y los luchadores de la libertad, para que se sienten a una misma mesa con el fin de resolver sus diferencias. El gobierno de El Salvador ya lo hizo. Dialogó con los guerrilleros y lo seguirá haciendo. En Nicaragua debe hacerse lo mismo porque no hay otra salida".

¿Por qué no dialoga el gobierno de Nicaragua con los contrarrevolucionarios? ¿Porque son terroristas? ¿Y ni siquiera dialogaría el gobierno para salvar así la vida de los campesinos que está amenazada por estos terroristas? Esta fue la pregunta que una periodista norteamericana dirigió al Presidente Daniel Ortega el 20 de julio, en rueda de prensa. Y esta fue la respuesta de Ortega:

"El principal argumento para no dialogar con ellos no es que sean terroristas. Si así fuera, no podríamos hablar con los Estados Unidos. Lo principal es que los contrarrevolucionarios no son más que un instrumento. Donde se discute su financiamiento es en el Congreso, quien los defiende es el Presidente norteamericano. Ellos son un instrumento totalmente dependiente de la política de Estados Unidos. Es el gobierno norteamericano quien ha trazado toda una estrategia que incluye a los contrarrevolucionarios".

Es por eso que Nicaragua insiste en dialogar con Estados Unidos en Manzanillo. Es por eso también que Contadora pidió a Estados Unidos que reanude ese diálogo interrumpido unilateralmente en enero de 1985, como un medio de comenzar a desactivar una política de terrorismo de Estado que obstruye cualquier gestión de paz.

Nueva fuerza para Contadora en el Perú

El 28 de julio tomó posesión el nuevo Presidente del Perú, Alan García. En su discurso de toma de posesión llamó a la formación de un Frente de Países Latinoamericanos para apoyar a Contadora. En esta ocasión, y en su discurso de investidura, García volvió a señalar que en Centroamérica se juega el destino de la soberanía latinoamericana, repitiendo algunas de las ideas expresadas con firmeza 15 días antes, al inaugurar el XV Congreso de su partido, el APRA. En aquella ocasión, el Presidente peruano propuso claramente el sentido que debería tener la solidaridad latinoamericana con Nicaragua en estos momentos:

"Nicaragua significa la soberanía continental de la América Latina. Hay quienes dicen apoyar a Nicaragua exigiendo y poniendo condiciones. Yo digo: en uno de esos pequeños países, cercanos a la férula imperial del gran poder, se ha cumplido un hecho decisorio. No solamente dejar atrás una satrapía dictatorial e inhumana, sino también comprobar el destino y el derecho a defenderlo, a desarrollar y generar su propio camino hacia la democracia...

Apoyamos a Nicaragua porque es símbolos de soberanía y destino continental independiente. No lo hacemos poniendo condiciones... Yo digo, como discípulo de Haya de la Torre y en nombre del aprismo: o se apoya o no se apoya. O se está con el imperialismo o se está con el antiimperialismo. Y nosotros tenemos el camino aprista de respaldar la transformación revolucionaria de América, hoy día encendida en Nicaragua".

En la toma de posesión de Alan García estuvieron presentes los 4 Cancilleres de los países de Contadora, que tuvieron una reunión con el objetivo de consolidar lo acordado en la isla de Contadora una semana antes. En aquella ocasión, Contadora anunció su decisión de no ampliar con más países el Grupo, aunque sí reforzarlo con un Grupo de Apoyo. En Lima se anunció que este Grupo de Apoyo estaría integrado por Perú, Argentina, Uruguay y Brasil. Panamá fue uno de los países de Contadora que expresó públicamente con más claridad su oposición a la ampliación del Grupo de Contadora. México también se oponía a esta idea.

El vicecanciller nicaragüense, Víctor Hugo Tinoco, celebró la formación de este Grupo de Apoyo diciendo que se trataba del acontecimiento político-diplomático más importante desde el surgimiento de Contadora. Para el 23 de agosto quedó fijada la primera reunión de los 4 países de Contadora con los 4 de su Grupo de Apoyo en Cartagena de Indias (Colombia).

La unidad latinoamericana crece. La potencian hoy especialmente las aperturas democráticas e los países del Cono Sur, cuyos gobiernos, desde nuevas perspectivas políticas, entienden -aunque no lo expresen como lo ha hecho este mes el nuevo Presidente del Perú- que en la defensa de la autodeterminación de Nicaragua y de Centroamérica está en juego la autodeterminación del resto del continente frente a la pretensión hegemónica de los Estados Unidos. La crisis de las Malvinas inició esta toma de conciencia continental. Esta conciencia fue la que dio vida a Contador ay es la que hoy cuestiona estructuras latinoamericanas cada vez más obsoletas -la OEA el TIAR-. Esta conciencia es la que ha posibilitado el crecimiento de Contadora. Es un signo alentador, pues mientras más países latinoamericanos participen dinámicamente en la búsqueda de la paz en Centroamérica, ésta será más posible.

En ayuno y oración frene al terrorismo

El ayuno iniciado el 7 de julio por el Canciller de Nicaragua, P. Miguel D'Escoto, fue concluido el 6 de agosto. Es sin duda, un elemento clave para analizar la coyuntura nacional en este mes.

El gesto del P. D'Escoto expresa, de una manera dramática y nueva, la gravedad de la situación e la que se encuentra Nicaragua, sometida al terrorismo de Estado norteamericano. El gesto-límite elegido por el Canciller sufrió un calculado bloqueo y distorsión informativos en los grandes medios de comunicación norteamericanos e internacionales, que los silenciaron, lo minimizaron como un hecho individual y aislado y no reflejaron el gran impacto que tuvo la decisión del P. Miguel al interior de Nicaragua, impacto que produjo el resultado que él mismo esperaba cuando dio inicio a este novedoso gesto: una "insurrección evangélica" de los cristianos y hombres de buena voluntad para denunciar, también con "armas religiosas" -como el ayuno y la oración colectivos- la agresión que está destruyendo la vida de los nicaragüenses. Esta insurrección se dio y de ella fueron testigos los entusiastas y los escépticos. Se manifestó en diversas dimensiones de la vida social y de los sentimientos populares.

Durante un mes la parroquia del barrio Mons. Lezcano se convirtió en el "corazón" de Managua; la palabra ayuno comenzó a dinamizar conversaciones y a ganar espacio social; en el Día de Ayuno Nacional por la Paz se produjeron hechos tan notables como el que grupos de vendedoras de comida de distintos mercados de la capital cerraran sus ventas para solidarizarse con el llamado del Padre Miguel; cristianos del campo y la ciudad se unieron ese día en los mismos gestos y los mismos deseos, produciéndose una nueva e importante corriente de unidad nacional frente a la agresión.

La afluencia de cartas y de continuos mensajes radiales dirigidos al Canciller en ayuno, la masiva presencia de personas de todos los sectores sociales en los actos que se celebraban en la parroquia, constituyeron un acontecimiento popular, social, político y religioso, que sin duda marcará a muchos y está llamado a dar aún más frutos en esa hora difícil. El eco de este singular acontecimiento fue legando poco a poco a muchos países, organismos y grupos, que han recibido del gesto del Padre Miguel y de la respuesta con que los acogió el pueblo nicaragüense, una nueva inspiración para orientar su solidaridad hacia Nicaragua.

El ayuno del P. D'Escoto quiso ser presentado -en Nicaragua por "La Prensa" y en el extranjero por otros grandes medios- como una hábil jugada política del FSLN planeada para superar problemas internos en la Cancillería y a partir de la cual apartar al sacerdote de esta responsabilidad. Sin embargo, la decisión de ayunar y orar por la paz, llamando a los cristianos de Nicaragua y el mundo a unirse a este gesto de forma masiva para detener la guerra y una posible invasión, obedece solamente a una reflexión muy personal y autónoma del Canciller nicaragüense, alimentada por sus convicciones religiosas y por su vinculación ideológica e años con los planteamientos no violentos de los movimientos pacifistas, a la vez que a su directo conocimiento de cuáles son en estos momentos cruciales las decisiones agresivas del gobierno norteamericano.

"Estoy cada vez más convencido que nos encontramos ante un fenómeno de tal naturaleza que los métodos convencionales de defensa resultan insuficientes y deben ser complementados con métodos que la comunidad cristiana puede y debe comenzar a utilizar de inmediato", decía el P. D'Escoto al Presidente Ortega en la carta en la que el solicitó permiso para ausentarse de la Cancillería e iniciar estas jornadas.

Lo que el Canciller de Nicaragua decidió como cristiano y sacerdote, consciente de su imagen pública, fue respetado por la dirección sandinista que, como el resto de los sectores sociales de Nicaragua, fue aprendiendo, a medida en que se iban desarrollando los días del ayuno, cuál era su significado, cuál su contribución a la causa de la paz y cuál su potencial religioso y político como nueva herramienta de lucha.

La gran repercusión que en la conciencia religiosa de Nicaragua y en las estructuras de la Iglesia tuvieron estas jornadas de ayuno garantiza la vitalidad que están llamadas a tener las nuevas jornadas de movilización cristiana prevista para dar continuidad a lo iniciado el 7 de julio, en lo que se ha llamado la "segunda etapa de la insurrección evangélica", iniciada el 6 de agosto y que culminará en la Semana Internacional de Solidaridad por la Paz en Nicaragua y en Centroamérica (8-15 de septiembre), poco antes de que se inicien las deliberaciones finales de la Corte Internacional de La Haya. En esta segunda etapa resulta decisiva la presencia en Nicaragua de Mons. Pedro Casaldáliga, obispo brasileño, que llegó a Nicaragua el 28 de julio a solidarizarse con la lucha por la paz del pueblo nicaragüense, sellando con su venida y su estancia la unión de la Iglesia del Brasil con la de Nicaragua, dos de las Iglesias que hoy marcan futuro entre las Iglesias de América Latina.

Después de los primeros días del ayuno -día de perplejidad para muchos- la Dirección Nacional del FSLN hizo público el 12 de julio un comunicado en estos términos:

- "La actitud asumida por el Padre Miguel D'Escoto está en armonía con los altos valores morales del sandinismo y los sentimientos cristianos de nuestro Pueblo: luchar con sacrificio y dignidad contra la injusticia y por la vida, y resistir con firmeza aún a costa de la muerte.

- El ayuno asumido por el Padre Miguel es parte del sacrificio y la lucha que nuestro Pueblo desarrolla en los frentes de combate, en las trincheras del trabajo, en todas sus tareas cotidianas para enfrentar la política de la Administración norteamericana. El ayuno público -protagonizado por Profetas y grandes luchadores por la independencia y por la paz- ha sido un arma poderosa para enfrentarse a las corrientes del mal y de la agresión imperialista y colonial contra los pueblos.

- Respaldamos el noble gesto del Padre Miguel D'Escoto y expresamos nuestra confianza de que nuestro pueblo, los pueblos y organizaciones amigas, manifestarán su apoyo al Padre Miguel, fortaleciendo un nuevo y sacrificado frente de lucha por la vida y contra la muerte, que será un aporte generoso para consolidar los esfuerzos para la Paz y para detener la cruel agresión que los gobernantes de los Estados Unidos, desafiando a la Humanidad, han decidido contra el Pueblo de Nicaragua y los pueblos centroamericanos".

El día 26 de julio, Día de Ayuno Nacional por la Paz, 6 de los integrantes del Grupo de los Doce -los otros restantes e activo desarrollan tareas en el extranjero- visitaron al P. Miguel D'Escoto. "Su ayuno profético -dijo Sergio Ramírez al salir del encuentro- responde al espíritu que animó al Grupo de los Doce hace ya 8 años". Y a la pregunta de un periodista que le interrogó sobre la posibilidad de que el P. D'Escoto estuviera en vísperas de abandonar la Cancillería, Ramírez afirmó que no podía hacerlo porque "ahora es dos veces Canciller, Canciller de Nicaragua y Canciller de la Paz".

El 3 de agosto llegó a Nicaragua el médico norteamericano Kevin Cahill, viejo amigo y médico personal de D'Escoto, quien fue jefe de la junta médica que atendió a Juan Pablo II a raíz del atentado que sufrió e mayo de 1981. Desde hacía 2 días el P. Miguel tenía ya síntomas de extrema debilidad. El Dr. Cahill, después de un examen, recomendó interrumpir el ayuno si se querían evitar trastornos irreversibles. El médico nicaragüense que atendió diariamente la salud del Canciller, Dr. Juan Ignacio Gutiérrez, apoyó esta decisión.

No se trataba -según explicó el P. D'Escoto desde el primer momento- de poner en peligro irresponsablemente la vida. Se trataba de denunciar dramáticamente el terrorismo y de involucrar a muchos cristianos en esta denuncia. El 4 de agosto llegaba a Nicaragua el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, con 30 religiosos latinoamericanos -todos participantes en el Encuentro sobre la Deuda Externa en La Habana- trayendo las firmas de más de mil de los delegados al evento que en un documento leído en público en La Habana pedían al Canciller de Nicaragua que interrumpiera ya su ayuno, pues su vida la necesitaba el pueblo, mientras ellos se declaraban "en estado de insurrección evangélica permanente" por la paz.

El 6 de agosto, al término del ayuno, primera etapa de la "insurrección evangélica", el P. Miguel D'Escoto dijo entre otras cosas en su mensaje final: "...La agresión, el odio y la muerte continúan asediándonos. El gobierno de Estados Unidos, ciego y sordo al clamor por la paz, no cede en su política intransigente y mentirosa y en su estrategia terrorista y el pueblo de Nicaragua continúan sentenciado a muerte y muriendo poco a poco. Por eso debemos continuar en estado de alerta dentro y fuera de Nicaragua. Debemos seguir sembrando los campos y empuñando los fusiles y debemos seguir ocupando esta trinchera teológica que hemos abierto como un frente cristiano permanente en la lucha por la paz, por la vida y contra el terrorismo imperial. Les pido en nombre de Dios y en nombre de nuestros pueblos que mientras el gobierno norteamericano continúe derramando la sangre de los pobres en Nicaragua y en Centroamérica permanezcamos vigilantes en esta trinchera como fieles centinelas de la causa de Jesús, en estado de insurrección evangélica permanente, presentando sin descanso nuestra oración y nuestra vida ante Dios para que sea conjurado definitivamente el demonio imperialista de la agresión y de la muerte".

Además de su evidente repercusión religiosa, el gesto del ayuno tuvo y está llamado a tener una gran repercusión política. Ha manifestado ante el pueblo de Nicaragua y ante el mundo, quizá con uno de los mayores símbolos hasta el momento, la profunda voluntad de paz de Nicaragua y la debilidad de este país frente a la agresión norteamericana, elemento esencial para comprender el sentido de esta guerra desigual. A la vez, revelaba con más claridad que nunca los más hondos contenidos ideológicos de la confrontación entre esta pequeña nación y el gran imperio. "Estos días -dijo el P. D'Escoto en rueda de prensa el 7 de agosto- envié un mensaje al gobierno norteamericano diciéndole que nosotros sólo adoraremos al Dios de Abraham y de Jacob, al Dios de Moisés, al Padre de Jesús, y que no nos vamos a doblegar ante ellos como si fuera dioses".

El refuerzo de autoridad moral que el gesto del ayuno ha dado a las posiciones y gestiones de paz de Nicaragua se puso ya de manifiesto en la reunión que tuvieron con el P. D'Escoto el 4 de agoto los Vicecancilleres de Contadora, durante su gira centroamericana. Los diplomáticos quedaron muy impactados por la actitud y las palabras del P. Miguel. Este o es un ejemplo aislado, en el que se muestra que hay ahora un nuevo elemento con el que contar tanto en la política exterior nicaragüenses como en la Iglesia de Nicaragua. Es de esperar que después de la experiencia religiosa y colectiva que han supuesto las jornadas de ayuno y oración, como una nueva expresión en la lucha contra el terrorismo norteamericano, las gestiones de paz de Nicaragua y al voz de su Canciller tendrán una fuerza y acento nuevo en los foros internacionales en donde se debate el futuro de Nicaragua y de Centroamérica.

El terrorismo de la deuda externa

Del 30 de julio al 3 de agosto se celebró en La Habana un importante y muy pluralista Encuentro sobre la Deuda Externa de América Latina y el Caribe, en el que participaron 1,200 delegados de todos los países latinoamericanos . Había toda suerte de expectativas y especulaciones políticas sobre el sentido y los resultados de esta reunión convocada por Fidel Castro. El sentido del Encuentro se fue haciendo claro a media que transcurrían los días: se trataba de un evento político con el objetivo de hacer tomar conciencia a los más amplios sectores. El resultado del Encuentro se puede calificar de histórico no sólo por la calidad de gran número de sus participantes -personalidades que han marcado y marcan la historia latinoamericana-, sino porque allí emergió de manera solemne una conciencia de unidad latinoamericana, que a su vez se reforzó y adquirió nuevas dimensiones en el mismo evento. No es simplismo afirmar que estamos en una hora histórica del continente, en la que la crisis económica de vida a una nueva conciencia política, que convoca a la mayoría de las tendencias ideológicas latinoamericanas, aislando cada vez más a las minorías cerradas a los cambios.

En el Encuentro hubo análisis económicos especializados, que mostraron desde diversas facetas la complejidad de este gravísimo problema económico, a la vez que se expresaron posiciones políticas de muy diversas tendencias que fueron convergentes en señalar que estamos ante una situación de grave crisis, que esta crisis debe afrontarse desde opciones unitarias y debe contribuir a la construcción de la unidad latinoamericana, que esta crisis pone en juego la independencia y la democracia de los países latinoamericanos y que s la hora de luchar por una mayor integración latinoamericana, nuevas relaciones Sur-Sur y un nuevo orden económico internacional.

Nicaragua fue un tema de referencia constante en las intervenciones de los participantes como un ejemplo concreto de la lucha por la independencia, la autodeterminación y la soberanía. Para la intervención que presentó el vicepresidente Sergio Ramírez, fue la más larga y vibrante ovación de la concurrencia.

También hablaron, por la amplia delegación nicaragüense -de la que formaban parte junto a economistas, periodistas, religiosos, etc. los Comandantes Jaime Wheelock y Henry Ruiz- el conservador Rafael Córdova Rivas, que fue miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y Mauricio Díaz, quien fue candidato a la presidencia por el Partido Popular Social Cristiano (PPSC), que recordó a los presentes la realidad del pluralismo político en la revolución de Nicaragua y leyó un pronunciamiento unitario que suscribieron el PPSC, el Partido Conservador Demócrata (PCD), el Partido Socialista Nicaragüense (PSN) y el Partido Liberal Independiente (PLI), que con 6 de sus dirigentes formaban también parte de la delegación de Nicaragua. Sólo se abstuvo de firmar el representante del Movimiento de Acción Popular Marxista-Leninista, (MAP-ML) que también acudió al evento de La Habana.

"Nosotros estamos plenamente convencidos -decía el documento leído por Mauricio Díaz- de que la unidad latinoamericana es imprescindible, pero que esa unidad pasa necesariamente por la unidad de las naciones que conforman el continente latinoamericano". Desde esa convicción de la necesaria unidad, el documento de los partidos nicaragüenses señalaba entre otras cosas:

"Como representante de partidos políticos dentro de un proceso revolucionario, podemos afirmar que nos ha correspondido sentir en carne propia las tensiones ocasionadas contra nuestro pueblo por esas aparentes contradicciones de la administración norteamericana que, mientras por un lado exige la democratización de Nicaragua, por otro apoya con recursos económicos, técnicos, humanos y materiales una guerra absolutamente injusta y arbitraria; que a la vez que contra créditos y aplica embargos comerciales al gobierno, suministra millones de dólares para mantener una guerra que ya ha costado miles de víctimas inocentes, limitando incluso las posibilidades de desarrollo económico y afectando también directamente el proceso de institucionalización democrática al restringir el campo de acción de los partidos políticos que existimos en Nicaragua".

Concluía el documento con esta afirmación, que no sólo los partidos de Nicaragua sino prácticamente todos los asistentes al Encuentro hubieran también suscrito a juzgar por otras declaraciones similares:

"La capacidad de explotación de los países capitalistas desarrollados es ilimitada. Sin embargo, la capacidad de aguante, de resistencia, de nuestros pueblos latinoamericanos, tiene límites y a ellos estamos llegando, porque jamás podrá dormir tranquilo quien alguna vez haya abierto los ojos. Y aquí en este Encuentro, hoy, en La Habana, hemos comenzado a abrir los ojos".

En el evento se puso de manifiesto entre otras cosas que, a pesar de la disparidad -en cuanto al monto y a las connotaciones políticas- que tiene la deuda de cada país latinoamericano el camino de salida para todos pasa por la unidad. La paz en Nicaragua se ve favorecida por esta conciencia de unidad y aunque la deuda nicaragüense tenga características tan peculiares, Nicaragua quiere también contribuir a reforzar esta unidad.

El 19 de julio, en el discurso que pronunció ante más de 500 mil personas en la celebración del 6o. aniversario de la revolución, el Presiente de Nicaragua se refirió por primera vez de forma pública al tema de la deuda externa. Lo hizo insistiendo en que en América Latina todos "somos rehenes de una deuda injusta y de relaciones de intercambio injustas' y vinculando de lucha de Nicaragua por su soberanía con la lucha de América Latina para liberarse de la deuda, pues en ambos frentes se combate a un mismo enemigo terrorista:

"Tenemos que enfrentar el terrorismo político de los Estados Unidos que amenaza la soberanía de América Latina aquí en Nicaragua y tenemos que enfrentar ese terrorismo económico, financiero, que tiene como rehenes a los pueblos y gobiernos de América Latina.. ¿Cómo dejar de ser rehenes de la deuda y del intercambio desigual? ¿Dónde está nuestra fuerza? ¿Dónde ha residido la fuerza del pueblo nicaragüense para alcanzar la victoria? Es la unidad el camino de los pueblos de América Latina..."

En La Habana, Sergio Ramírez llevó este mismo mensaje de unidad latinoamericana, unidad que apoya Nicaragua y en la que Nicaragua se apoya, vinculando ambas luchas:

"... La contradicción entre los intereses imperiales de Estados Unidos y los intereses de América Latina por su soberanía y su independencia se está dado hoy de manera dramática y crucial en Nicaragua; la contradicción entre todo el aparato militar, político y financiero de Estados Unidos, recursos materiales infinitos y poderío financiero inagotable, y el esfuerzo humilde pero firme de un pueblo sufrido y pobre que en Nicaragua, una parcela de América Latina, defiende las fronteras de América Latina.

Nicaragua, como país agredido, no tiene dudas de que la deuda externa es una forma de agresión para los países del continente y que aquellos países que decidan asumir posiciones soberanas frente a la deuda se podrán ver expuestos a acciones represivas, o sólo económicas, sino aun de carácter militar por parte de los Estados Unidos; y por lo tanto debe imponerse una acción continental frente a la deuda, que con su fuerza de acción constituya un verdadero frente de defensa de nuestros intereses (...).

Por lo tanto, estamos hablando de los aspectos de la misma lucha, y en ambos están presentes los intereses mas vitales de nuestra independencia y de nuestra identidad. Por eso, igualmente, en defensa de Nicaragua deben ser convocados todos los gobiernos democráticos, todas las fuerzas políticas, todos los sectores conscientes, todos los hombres de buena voluntad, porque esta es una hora de prueba continental. América Latina debe declararse en estado de emergencia por Nicaragua, para detener la mano amenazante y agresora de Estados Unidos y para obligar a Estados Unidos a aceptar una salida pacífica y negociada dentro de Contadora, a reasumir el diálogo con Nicaragua en Manzanillo (...).

Nuestro país será siempre la voz de América Latina, aun bao el terror, aun bajo la agresión; y mientras más arduamente nos toque luchar, más seremos voz de América Latina, más estaremos identificados con los intereses de la democracia en el continente, del cambio, de la justicia, de la independencia plena.. Estamos orgullosos de defender, como latinoamericanos, los intereses vitales de América Latina..."

Durante este mes se ha dejado oir la voz de América Latina en Nicaragua, en Contadora, en Perú, en La Habana, en la Iglesia del Brasil y en todo el continente. Es una voz que va creciendo en fuerza y en alternativas concretas. Es la voz que tiene hoy más fuerza para detener el terrorismo y construir una paz con pan y dignidad para todos.

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En este mismo numero:

Nicaragua
La voz de América Latina frente al terrorismo

Nicaragua
Dos modelos de Iglesia (agosto 84 - julio 85)

América Latina
Cardenal Paulo Evaristo Arns: Defensa de Nicaragua y la deuda externa de los países del Sur
Envío Revista mensual de análisis de Nicaragua y Centroamérica