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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 48 | Junio 1985

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Nicaragua

Nuevos éxitos, mayores peligros

"No podemos permitir que esos comunistas tengan éxito", dijo Reagan el 24 de mayo en Washington. Esta frase, no habitual en su retórica agresiva, señala que tras las sanciones económicas que impuso a Nicaragua el gobierno revolucionario ha cosechado eso: "éxitos".

Equipo Envío

Después de haber sido sancionada con el embargo comercial, Nicaragua ha iniciado con éxito una crucial etapa del proyecto revolucionario. Como reacción al embargo, el Gobierno de Nicaragua se embarcó en el más extenso intento diplomático de los muchos que ha realizado hasta ahora. En él cosecho un unánime rechazo al embargo y también consiguió una amplia cooperación económica, tanto en los países socialistas como en los capitalistas, con la que se asegurará la supervivencia en esta etapa. Paralelamente, en la ofensiva militar, el ejército nicaragüense continúa obteniendo notables avances frente a las fuerzas contrarrevolucionarias.

En la medidas en que estos éxitos debilitan el proyecto de Reagan y consolidan la revolución, la Administración norteamericana se orienta hacia otras formas de presión. Por un lado, Contadora atraviesa uno de sus más débiles momentos. Por otro, en el contexto de nuevas votaciones en el Congreso de Estados Unidos sobre la ayuda a los contrarrevolucionarios, vuelve a airearse la posibilidad de la intervención directa como única solución eficaz. Para prepararse a esa eventualidad, se intensifican las maniobras militares en Honduras y ay es un hecho el inicio de la militarización de costa Rica. Esta hora de creciente éxito se perfila así como una hora de peligro creciente.

La hora del embargo fue una hora de solidaridad

Al fracaso en la votación del 23 de abril en el congreso, Reagan añadió, sólo unos días después, un fracaso aún mayor al decretar el embargo comercial contra Nicaragua. Prácticamente todos los gobiernos del mundo, las principales organizaciones políticas de los distintos países y los más prestigiosos organismos internacionales criticaron la medida y muchos gobiernos renovaron o adoptaron nuevas decisiones económicas favorables a Nicaragua. El tiempo mostró también que el único apoyo público dado al embargo por parte de los presidentes de El Salvador y de Honduras fue sólo verbal y no se ha traducido prácticamente en ninguna ruptura comercial con Nicaragua.

En al víspera en que el embargo entrara en vigor, el 6 de mayo, Nicaragua solicitó que el Consejo de Seguridad de la ONU se reuniera para discutir la decisión norteamericana. Es la novena vez que Nicaragua recurre a este organismo para denunciar las agresiones de Estados Unidos. Durante los dos días de debates, hablaron representantes de 36 países (13 de América Latina, que unánimemente condenaron la medida, basados en el principio de soberanía y autodeterminación de los pueblos para elegir sus formas de gobierno y en el de los no-injerencia de ningún Estado en los asuntos de otro. Con fecha 10 de mayo el Consejo aprobó una resolución en la que se condena el embargo por las razones citadas y se exige que sea levantada la medida. Estados Unidos veto la resolución en los artículos que condenan el embargo absteniéndose en el artículo que exhorta a reanudar las conversaciones de Manzanillo.

También fue debatido y condenado el embargo en Caracas en el ámbito del SELA (Sistema Económico Latinoamericano) que agrupa a 25 países y, a inicios de junio, en Ginebra, en el seno del GATT (Consejo del Acuerdo General de Aranceles y Comercio), que agrupa a 90 países.

Al apoyo político que significan los pronunciamientos elaborados en estos foros internacionales, hay que sumar el de otros muchos gobiernos, organismos, partidos y organizaciones. Y, sobre todo, el apoyo concreto -de cooperación económica- conseguido por los dirigentes revolucionarios en los importantes viajes que realizaron este mes, en un despliegue amplísimo marcado por la urgencia en resolver una difícil situación económica.

El Presidente Daniel Ortega viajó durante 25 días por 13 países europeos, en este orden: URSS, Yugoslava, Bulgaria, Germanía, Rumania, Hungría, Checoslovaquia, Polonia, RDA, España, Francia, Italia, Finlandia y Suecia. Es el viaje más largo y complejo de todos los realizados hasta ahora por cualquier dirigente de la revolución.

A su regreso a Nicaragua, el 20 de mayo, el Presidente precisó en rueda de prensa, algunos aspectos importantes de este viaje, que resultó tan discutido en los ambientes políticos de varios países:

-Desde el mes de abril, cuando aún no estaba decidida la fecha de la votación sobre los $14 millones en el Congreso, Nicaragua tenía ya acordado con al URSS el celebrar encuentros al máximo nivel.

-Estos encuentros estaban motivados fundamentalmente por la urgencia de Nicaragua en resolver -según expresión de Ortega- "necesidades vitales en el suministro de petróleo". ("Hicimos esfuerzos extraordinarios con México", "Nicaragua no puede comprar petróleo según el Acuerdo de San José": con estas frases señaló los principales elementos para comprender el problema básico que decidió el viaje a la URSS).

-En ningún momento el gobierno nicaragüense planteó a las varias delegaciones de Congresistas norteamericanos que visitaron Nicaragua antes de la votación del 23 de abril que haría conseciones en cuanto a las relaciones con la URSS. A los senadores Harkin y Kerry, que visitaron Nicaragua también antes del voto en el Congreso, el Presidente Ortega les habló de su viaje a la URSS en relación con los problemas del suministro de petróleo.

- Estando en Yugoslavia el Presidente de Nicaragua tuvo noticia del embargo decretado por Reagan. El viaje por Europa Occidental, para él que había planes, se articuló entonces.

De toda la información sobre el viaje del Presidente Ortega se puede ver que la urgencia económica -especialmente por el petróleo- determinó el viaje a la URSS y la acentuación de esa urgencia con el embargo preparó el camino para ampliar el viaje, añadiendo a una más amplia ofensiva en busca de ayuda económica la oportunidad para una estratégica ofensiva diplomática en Europa occidental. Así, el embargo estrechó los vínculos económicos, políticos y diplomáticos de Nicaragua con el Este y con el Oeste.

El problema del petróleo

Nada es más vital para la supervivencia de un país que la energía. Nicaragua no produce petróleo. Por medio de la energía geotérmica -aún insuficientemente extraída- complementa Nicaragua al energía termoeléctrica que emplea y que también requiere de petróleo. El precio del combustible que Nicaragua necesita anualmente representa el 40% de las divisas que gana con sus exportaciones. Desde agosto de 1980 Nicaragua comenzó a recibir el petróleo que necesitaba a través de México (70%) y Venezuela (30%). Ambos países firmaron entonces el Acuerdo de San José, pro el que se comprometían a suministrar petróleo a países centroamericanos y del Caribe con créditos muy favorables para el desarrollo regional. Desde el primer momento, Nicaragua fue acumulando deudas pro compras de petróleo a crédito. En 1982 Venezuela suspendió su suministro, por atrasos a los pagos y México asumió todo el abastecimiento. México pidió entonces a Nicaragua que buscara un segundo abastecedor.

A lo largo de 1984 este segundo fue la URSS, que proveía el 50% del total que necesitaba Nicaragua. Un mes antes de decretarse el embargo, el gobierno mexicano suspendió a Nicaragua los créditos para la compra de petróleo (la deuda de Nicaragua con México era entonces de $563 millones) solicitando el pago en efectivo de, al menos parte de la deuda, unos $100 millones. Esta decisión no se tomó sin fuertes tensiones entre las diferentes corrientes que frente al caso de Nicaragua -y, por lo tanto, frente a Contadora- subsisten y polemizan al interior del gobierno mexicano. El viaje del Presidente Ortega a la URSS tenía como objetivo prioritario resolver el problema del petróleo. Se resolvió. Desde ahora la URSS proveerá a Nicaragua el 80-90% del total del petróleo que necesita. Libia, Irán y Argelia apoyarán esta provisión, como ya lo venían haciendo.

El 27 de mayo se iniciaron en Managua 3 días de sesiones en la Comisión Mixta México-Nicaragua para estudiar las formas de cooperación entre los dos países. Entre otros acuerdos, México se comprometió a suministrar a Nicaragua, entre julio y septiembre, 320 mil barriles de petróleo, que serán pagados por Nicaragua "en términos compatibles" con el Acuerdo de San José, que incluían el trueque de petróleo por productos nicaragüenses. Para el trimestre final del año Nicaragua necesitaría 410 mil barriles. Se acordó discutir en otra ocasión los términos en que se haría este nuevo suministro. Al terminar las sesiones, el representante mexicano se refirió al compromiso que México mantiene de fortalecer al conciencia del mundo frente a las presiones hegemónicas que amenazan seriamente la paz.

Además del petróleo, Nicaragua consiguió otras ayudas de emergencia y firmó importantes acuerdos de cooperación con todos los países de la comunidad socialista.

¿Con qué carta negocia Nicaragua frente al bloque socialista si mantiene su no-alineamiento? El tiempo y los hechos muestran que su mejor carta de negociación es su firme y progresiva postura de independencia respecto al gobierno norteamericano en un área de influencia de éste, a la vez que el prestigio moral que tiene en América Latina su modelo revolucionario nuevo, no-alineado y no totalitario.

El viaje a 5 países de la Europa capitalista se consiguieron también muy variadas ayudas y prometedores acuerdos de cooperación económica para esta emergencia y para el desarrollo estratégico de Nicaragua, entre los que habría que destacar, pro su futura incidencia en la independencia energética del país, el crédito por unos 25 millones que otorgará Italia para la segunda fase del Proyecto Geotérmico Momotombo, destinado a obtener energía de los volcanes.

En total -petróleo, líneas de crédito y ayuda humanitaria- Nicaragua obtuvo en 17 países de Europa que visitaron su Presidente y vicepresidente, algo más de $400 millones, ($400 millones son las divisas que Nicaragua gana anualmente con sus exportaciones). De esa cantidad, $202 millones fueron acordados por Nicaragua con al URSS, los países socialistas y Yugoslavia y una cantidad prácticamente igual con los países de Europa Occidental. "Nosotros no ajustamos así las cifras -dijo el Vicepresidente Ramírez-. No nos preocupamos en ajustarlas en un 50% y en un 50%, pero así resultó y eso refleja el equilibrio de nuestra política.

Por otra parte, los 9 países de la Comunidad Económica Europea (CEE) aprobaron este mes un proyecto especial de ayuda a Centroamérica. No es éste tan significativo por el monto de la ayuda, pues ésta queda corta, aunque dobla lo acordado en Costa Rica en 1984 -ahora son $200 millones anuales para toda la región durante 5 años-, sino por decisión política que contiene el proyecto. La CEE, después de un largo período de voluntad neutral y de discusiones, se ha comprometido a jugar un papel político en Centroamérica. Cada vez el más sentido de este papel se entiende como el de convertirse en una fuerza de contención frente a la política hegemónica de EU en el área. En el viaje de Sergio Ramírez, Nicaragua acordó otras ayudas y proyectos de cooperación bilaterales con la CEE. Ramírez calificó de extraordinarios los resultados de sus conversaciones en Bruselas con los máximos representantes de la CEE.

Con la ayuda recibida de la Europa Socialista y de la Europa Occidental, Nicaragua tiene una base material suficiente para sobrevivir en 1985 y, en algunos rubros (insumos agrícolas e industriales), en parte de 1986.

Después del embargo y también como complementos del viaje del Presidente Ortega, el Comandante Henry Ruiz visitó Corea del Norte; el Secretario de la Presidencia, Rodrigo Reyes, recorrió Perú, Colombia, Argentina, Uruguay y Brasil y el Vicecanciller, Víctor Hugo Tinoco, fue al Canadá. Con distintas variantes según cada país, el objetivo común de todos estos viajes -y de contactos realizados en estos países, como ejemplo, Japón- fue el ampliar los campos de cooperación e intercambios económicos con ocasión al embargo. "Hemos aprovechado el embargo para desarrollar una transformación ordenada de nuestra economía en función de nuestras verdaderas necesidades", dijo el vicepresidente de Nicaragua.

Canadá va a jugar un importante papel de cooperación con Nicaragua en estos momentos. Ya se había iniciado un cambio cualitativo en 1984, cuando el monto de los intercambios entre ambos países se aumentó en forma espectacular. La Oficina Comercial con al que contaba Nicaragua en Miami fue trasladada este mes, a consecuencia del embargo, a Toronto, sin que faltaran estas declaraciones críticas y presiones del Secretario de Estado norteamericano, George Shultz. En los primeros días de junio visitó Managua, Monique Vézina, canciller canadiense, para firmar diversos acuerdos de cooperación económica, entre los que se destaca un crédito por $8.7 millones para la segunda fase del Proyecto Geotérmico Momotombo.

A su regreso a Nicaragua, el Comandante Daniel Ortega resumió así los puntos de coincidencia que se habían comprobado en todos los países visitados en estas extensas giras:

- Respaldo al proyecto nicaragüense de pluralismo, economía mixta y no-alineamiento.

- Rechazo a toda política de fuerza expresada en presiones económicas, políticas y militares.

-Respaldo efectivo a Contadora y al diálogo de Manzanillo.

-Rechazo al embargo, ratificación de los apoyos comerciales a Nicaragua y voluntad de readecuar la cooperación económica a la nueva situación.

Cuando Reagan hace alusión al éxito de los sandinistas está refiriéndose también a su propio fracaso. El embargo comercial fue uno de los mayores fracasos de la política nicaragüense de la Administración Reagan, tanto dentro de los Estados Unidos como en el exterior, especialmente entre los aliados de la OTAN. La vinculación del decreto de embargo al viaje europeo de Reagan hizo más evidente el fracaso y contribuyó a deteriorar más aún la imagen que Reagan se forjó en este viaje.

Las críticas que desde diversos sectores internacionales se lanzaron sobre el viaje de Daniel Ortega a la URSS, calificándolo por lo menos de "inoportuno" pueden esfumarse en gran medida cuando se tiene en cuenta el itinerario completo de este viaje y la difícil situación económica de Nicaragua, que hacía urgentemente oportuna esta gira y estos contactos para conseguir los resultados que se consiguieron. La voluntad de no-alineamiento del gobierno revolucionario se expresó en las extensas giras oficiales del más alto nivel que llenaron este mes y en las que Nicaragua tocó todas las puertas en busca de un apoyo político y una cooperación económica, que consiguió exitosamente.

La hora del embargo fue una hora de solidaridad, quizá la mas extensa y sólida con la que Nicaragua ha contado en estos 6 años de revolución. El embargo fue juzgado universalmente como la injusticia de un país grande sobre un país pequeño y como una revancha política: una repuesta de fuerza frente al fracaso de las votaciones en el Congreso. En último término, fue percibido como una expresión de debilidad. ¿Ignora la Administración Reagan que las reacciones frente al embargo podrían convertir al medida en un boomerang? No es posible que lo ignorara. Sin embargo, a pesar de todos los costos políticos la sanción se decretó. ¿Qué significa esto? ¿Se trata sólo de un juego partidista en el que los republicanos asumen una propuesta de los demócratas (un sector de ellos propuso el embargo) para después descalificarla por ineficaz y reclamar con mas fuerza la eficacia segura que hay en las medidas militares? ¿Es algo más aislada o errática? Y si es así, ¿significará también una creciente y peligrosa apertura a la toma de medidas irracionales, entre las que no puede descartarse la de la intervención militar directa, en forma masiva o por medio de golpes espectaculares de castigo aéreo...?

La hora del embargo es una hora de importantes desafíos

Con bastante rapidez y efectividad el gobierno de Nicaragua tiene ya resueltos los iniciales y principales problemas planteados por el embargo en cuanto a contactos externos y a nuevos mercados. Como un símbolo de la rapidez con que se actuó, está el hecho de que doce horas antes de que comenzara el embargo, en la madrugada del 7 de mayo, salía para Europa el primer embarque de los bananos nicaragüenses que hasta ese momento se vendían en los Estados Unidos. A lo largo de este mes ya se realizaron otros tres embarques de bananos. Todos van al puerto Belga de Gante, para de ahí distribuirse en los mercados de varios países europeos.

Más difícil que conseguir esta red de nuevos mecanismos internacionales va a resultar lograr una adecuada movilización popular para realizar las tareas concretas que ayuden a frenar las consecuencias del embargo. Esta situación pone a prueba la capacidad política del FSLN de movilizar al pueblo en torno a algunos temas económicos, tarea nada fácil.

En este primer momento se va a poner el acento en algunos puntos básicos:

-Promover el autoabastecimiento alimentario

, desarrollando sembrados de granos básicos y de huertos en hogares, empresas y fábricas. Serán priorizadas algunas frutas y verduras que no requieren cuidados especiales y se emplearán para los cultivos métodos sencillos y caseros que no necesiten semillas o de insecticidas de importación.

-Impulsar el movimiento de innovadores

(obreros que creen piezas de repuesto y adaptan maquinarias para nuevos usos).

-Insistir en la medicina preventiva

especialmente por medio de campañas de higiene ambiental.

Además, se va a hacer por primera vez un inventario nacional de maquinaria y herramientas, se creará un mercado centralizado de repuestos automotrices y se exhorta al máximo ahorro de energía.

El embargo hace previsibles momentos desiguales de mas aguda escasez que la conocida hasta ahora. Peor al no sentir la población aun cambios cualitativos, esto dificulta las tareas de movilización que hay que desarrollar desde ahora en función de esos momentos críticos, especialmente cuando ya han sido movilizados tantas energías hacia la defensa militar y la población aun no ha asimilado las consecuencias de los recientes cambios de política económica.

Al interior de Nicaragua, aunque el embargo marcó potencialmente una trascendente hora para la unidad nacional, esta unidad no se profundizó más ni tampoco se debilitó más de lo que ya estaba hasta ahora.

Algunos sectores de la gran empresa privada -cafetaleros y ganaderos- se comportaron oportunistamente, aprovechando el momento de crisis para tratar de arrancar al gobierno concesiones económicas.

En la Asamblea Nacional los partidos aprobaron pro mayoría un comunicado de condena al embargo. También en este mes se aprobaron otro documento de importante contenido económico: un llamado a los parlamentarios centroamericanos para intercambiar criterio e ir conformando así una posición unitaria en el área y en América Latina sobre el tema de la deuda externa, el principal problema que afecta y unifica a todo el continente latinoamericano en esta hora de crisis económica.

En general, en el clima político de la Asamblea, y como resultado de los esfuerzos del FSLN y también de otros partidos, ha habido algunos avances hacia la unidad frente a los temas nacionales: la defensa de la patria y la soberanía nacional. En los debates es donde después pueden apreciarse con toda claridad los contrapuestos matices ideológico de los partidos y también los diversos agrados de intensidad y de sinceridad en el apoyo a estos temas de consenso. El momento, a pesar de todo, es de unidad al interior de las fuerzas políticos presentes en la Asamblea.

Respecto a la beligerancia pública de la oposición extraparlamentaria, ésta se concentra prácticamente en este etapa en las páginas del diario "La Prensa", que goza de grandes márgenes de libertad, a pesar de que se mantiene la censura previa. Los partidos de la Coordinadora están en una fase de reorganización interna. La beligerancia de estos sectores se expresa hoy sobre todo en las conversaciones que sostienen sus líderes con las delegaciones extranjeras que permanentemente visitan el país. Estos sectores, manifestaron este mes en diversos artículos aparecidos en "La Prensa", su disconformidad con la imagen que de ellos daba el escritor peruano Mario Vargas LLosa en una serie de 11 artículos que escribió por encargo del New York Times Magazine y que se reprodujo en importantes periódicos de todo el mundo. En Nicaragua lo publicó "La Prensa". La oposición era descrita por Vargas Llosa como una especie de juntas de notables sin base social. "Probablemente no representan mucho más que sus directivas", dijo en sus escritos, en donde los describió como divididos y cerrados a reconocer el error de no haber participado en las elecciones. "Predican una legalidad y una democracia liberal ortodoxa que Nicaragua nunca tuvo... Su estrategia se reduce al catastrofismo...", señalaba en su diagnostico.

En la medida en que se evidencia la debilidad de los sectores de oposición que se autoexcluyeron del proceso electoral y aun permanecen en Nicaragua, crece la importancia del papel político que podría jugar el Cardenal Obando, siempre cercano a ellos.

¿Cuál fue la reacción de los obispos nicaragüenses frente al embargo económico?

No ha habido ningún tipo de pronunciamiento o declaración conjunta. Como es habitual, la mayoría de los obispos guardo un profundo silencio.

Al salir hacia a Roma a recibir el capelo cardenalicio, Mons. Obando declaró a los periodistas en el aeropuerto de Managua que "es el pueblo pobre, el que carece de recursos, el que sale perjudicado" con el embargo, añadiendo que en "este momento crucial es necesario que nos sentemos a dialogar todos los nicaragüenses". Ya en Roma, en una rueda de prensa concedida en vísperas de la ceremonia del 25 de mayo, Mons. Obando fue más explícito al declarar: "Nosotros (los obispos de Nicaragua) pensamos que los problemas de Nicaragua deben solucionarse buscando cauces civilizados, y si se hubiera realizado este diálogo tomando en cuenta a los elementos que se han alzado en armas, se hubiera evitado este bloqueo".

Al vincular el embargo con el tema del dialogo con los contrarrevolucionarios, Mons. Obando coincide con el planteamiento del gobierno de Reagan en la nota en la que se comunica a Nicaragua la sanción económica que se le impone. En el amplio espectro de declaraciones públicas hechas por líderes de todo el mundo con ocasión al embargo, Mons. Obando es el único que relaciona el embargo con este diálogo, haciéndolo incluso una consecuencia de la falta del mismo.

Mons. Vega, Presidente de la Conferencia Episcopal, habló del embargo en una entrevista a Radio Sandino en estos términos: "Los elementos que llevaron a la toma de esta decisión son los que pueden explicar la naturaleza del fenómeno".

Como contraste, instituciones católicas y protestantes que forman mayoritariamente el Comité Permanente de Organismos no Gubernamentales de Nicaragua están teniendo activa participación en la campaña de solidaridad internacional iniciada pro el gobierno revolucionario el 1 de junio, Día del Niño, con la consigna "Nicaragua debe sobrevivir".

El día en que esta campaña se lanzó, el presidente Ortega actualizó algunos datos acerca de los trágicos efectos de la guerra entre la niñez. Desde que la guerra se inició en 1981 hasta el 1 de junio, 189 niños menores de 12 años han sido asesinados,98 heridos, 19 mutilados, 189 están secuestrados y ya llega a 7.582 el número de huérfanos de guerra. Dos días antes, el día de la madre, el Presidente Ortega, en su mensaje a las madres nicaragüenses, señaló que se conmemoraba ese día "en medio de la tragedia, porque no tiene otro nombre la situación que vive Nicaragua".

Ante el embargo, Nicaragua consiguió señalados éxitos político-diplomáticos y recibió una importantísima ayuda solidaria que asegura la supervivencia económica. Estos éxitos consolidan más aún un proyecto de sociedad sometido una prueba desproporcionada por los Estados Unidos. El éxito de Nicaragua es percibido por Reagan como su fracaso, lo que podría precipitar decisiones militares drásticas. Pero, sobre todo, la visión no puede ser triunfalista por la permanente realidad de la guerra. Estos éxitos indiscutibles no ocultan los enormes desafíos de organización que el golpe económico añade a un país que afronta desde hace más de 4 años la tragedia de una creciente guerra de desgaste.

Los éxitos en la ofensiva militar y los incidentes fronterizos

Desde hace meses el ejército nicaragüense ha venido concentrando tropas y esfuerzos en una gran ofensiva militar en la zona de mayor concentración contrarrevolucionaria, el norte de los Departamentos de Jinotega, Nueva Segovia y Madriz. Las operaciones han sido un éxito: los contrarrevolucionarios, infiltrados y activos desde hace meses en territorio nicaragüense, han sido golpeados, desarticulados en su organización o han huido hacia sus bases en Honduras.

Los contrarrevolucionarios muertos reportados en el mes de mayo por el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior en estas y otras zonas son 656. El número de heridos pudiera ser similar o mayor. Los datos son imprecisos, pues a las operaciones en el norte se ha sumado este mes una gran ofensiva sandinista en el centro del país con el objeto de aislar y presionar eficazmente al activo Comando Jorge Salazar (unos 3.000) y otra importante ofensiva en el sur, en el Departamento de Río San Juan, contra las fuerzas de ARDE (En los primeros y días de combate (26-31 mayo) se reportaron 60 contrarrevolucionarios muertos y un número indeterminado de heridos).

Entre los ataques contrarrevolucionarios de este mes destaca el realizado el 16 de mayo por un grupo de unos 200 hombres (ARDE y FDN) que intentaron, sin conseguirlo tomar la ciudad portuaria de Bluefields. Atacaron también Laguna de Perlas. En el primer momento se contabilizaron ya 71 bajas (24 muertos) contrarrevolucionarios. La características del ataque hicieron que las autoridades locales lo describieran como un acto suicida que buscaba afectar las fiestas de Mayo-Yá (celebraciones tradicionales de la Costa) y lograr un golpe de propaganda. Tal vez fue sólo un intento infructuoso de desviar la atención del ejército nicaragüense de la estratégica ofensiva del norte.

La crisis del diálogo con MISURASATA

En la búsqueda de la paz en la Costa Atlántica el diálogo del gobierno nicaragüense con MISURASATA, iniciado en diciembre/84, es una pieza clave. Este mes ese diálogo entró en crisis.

Los días 25 y 26 de mayo se celebró en Bogotá la 4a. ronda de conversaciones entre el gobierno revolucionario y Brooklyn Rivera. En esta ronda se trataba de evaluar el cumplimiento e los acuerdos alcanzados en México en la 3a. ronda y de avanzar más. A demandas del gobierno sobre la posible intervención de MISURASATA en acciones militares que violaban los acuerdos de México, Rivera admitió algunas y declaró que el había firmado esos acuerdos sólo por su impacto internacional. Los dio por cancelados y puso como condición para continuar las platicas el que el ejército sandinista se retirara completamente de gran parte de la costa y el que las conversaciones continuaran desarrollándose con tres intermediarios: un delegado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, otro del Consejo Mundial de Pueblos Indígenas y otro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. También pidió la presencia de estos intermediarios en las Comisiones que habrían de verificar el cumplimientos de los acuerdos.

El gobierno no aceptó esas condiciones, aduciendo que la desmilitarización de la Costa pretendía desconocer que en la zona actúan varios grupos armados además de MISURASATA y la mediación supondría una modificación sustancial del marco acordado para el diálogo, que es precisamente el de conversaciones directas. Ante esto, Rivera decidió abandonar las negociaciones. El Comandante Luis Carrión, quien preside la delegación nicaragüense, señaló que en esta decisión unilateral habían influido los asesores norteamericanos de Rivera, que le acompañan siempre a las conversaciones y que han tratado siempre, de forma ostentosa, de obstaculizar los avances de las mismas.*

El 29 de mayo el gobierno de Nicaragua emitió un comunicado en el que rectificaba la voluntad de seguir hablando con Rivera cuando éste lo solicitara y añadiendo algo más: que tiene plena disposición (a hablar) con todos aquellos grupos indígenas que en Zelaya Norte y Zelaya Sur deseen conversar para llegar a acuerdos de alto al fuego y asegura real apoyo en el suministro de abastecimientos y servicios de salud a las comunidades. Otras medidas anunciadas e el comunicado fueron: la suspensión del uso de cédulas de identidad, y de permiso para viajar por la costa, la agilización del proceso de autonomía, y el retorno paulatino, ordenado y planificado de los mískitos a sus comunidades originales en las orillas del Río Coco, iniciándose este retorno en la segunda semana de junio con las comisiones de Waspán y Francia Sipri.

*Estos asesores son Bernard Nietschmann, profesor de la Universidad de Berkeley; Steve Tullberg, del Indian Law Resouce Center; Ted MacDonald, del Cultural Survival y Jim Anaya, abogado apache. También es asesor Rivera, Armstrong Wiggins, del Indian Law Resource. Este fue señalado especialmente por Carrión como gran influenciador de Rivera.

Tanto en el norte como en el sur, y como resultado de las ofensivas sandinistas, cientos de contrarrevolucionarios han atravesado las fronteras para refugiarse en sus bases de Honduras y Costa Rica. Las fuentes nicaragüense calcula que entra 4 y 5 mil fueron empujado por el ejército sandinista a Honduras, instalándose en campamentos muy cercanos a la frontera.

"Aunque golpeados, aun tienen capacidad operativa importante", dijo de ellos el Comandante Luis Carrión, que fue nombrado este mes como responsable de las dos regiones norteñas más afectadas por la guerra, sustituyendo en este cargo al Cdte. Jaime Wheelock.

Es la renovada presencia de contrarrevolucionarios, que en 1984 operaron principalmente dentro de Nicaragua y ahora vuelven a ser activos desde territorio hondureño, con la complicidad de sectores del ejército de ese país, lo que ha causado y seguirá causando incidentes fronterizos de diverso tipo. Este mes, el Ministro de Defensa de Nicaragua, Comandante Humberto Ortega, reconoció públicamente que en alguno de estos incidentes se había dado un intercambio de fuego de artillería de una a otra frontera. Otras versiones difundidas por agencias internacionales hablaron de incursiones del ejército nicaragüense en campamentos contrarrevolucionarios fronterizos y del desalojo de alguno de éstos por órdenes hondureñas.

La prohibición impuesta por el gobierno de Honduras a los periodistas para acceder a la zona de Las Vegas hace creíbles estas informaciones. Por su parte, la emisora de la FDN que funciona en Honduras mencionó ataques sandinistas a los campamentos, que habían causado daños significativos a sus fuerzas. En este contexto, el gobierno hondureño, a través del Ministro de la Presidencia, Ubodoro Arriaga, declaró que los contrarrevolucionarios debían ser desarmados y expulsados de Honduras y un comunicado de prensa del Consejo de Seguridad Nacional Hondureño manifestaba la disposición de Honduras a no permitir en su territorio grupos armados. En la reunión de Contadora de mayo, el canciller hondureño rectificó las declaraciones de Arriaga, indicando que lo que pasaba era que los contras, golpeados por el ejército de Nicaragua, huían hacia Honduras, pero que allí no había ningún campamento.

Aprovechando esta situación, Nicaragua propuso a Honduras, en esa reunión de Contadora, que se creara una Comisión Especial de Contadora para la supervisión inmediata de la frontera, especialmente en el tramo comprendido entre Trojes y Las Vegas -donde se concentran más campamentos de la FDN-. Se propuso que esta Comisión no hiciera ninguna declaración pública que pudiera comprometer a Honduras, sino que elaborara únicamente recomendaciones sobre cómo solucionar el problema de los contrarrevolucionarios alojados en territorio hondureño.

En la aceptación de una comisión con estas características Honduras tenía una magnifica oportunidad para, aprovechando al vía de Contadora, delegando en ella la solución de tan delicado problema, desembarazarse de miles de hombres armados que le están creando cada vez más problemas políticos, sociales y militares. Pero Honduras no aceptó la Comisión. Es esto una prueba de que, a pesar de declaraciones oficiales que indicarían que hay ya en sectores del gobierno y del ejército hondureño una clara conciencia del problema, nada ha cambiado aún en la política hondureña con relación a Nicaragua y con relación a los intereses de Estados Unidos en el área. Algunos analistas señalan que el único cambio que se ha dado es que ahora Honduras quiere cobrar más a Estados Unidos por seguir jugando el papel que juega en el conflicto centroamericano.

Pero ésta no fue la única iniciativa de distensión bilateral desechada por Honduras este mes. A raíz de los incontrolables conflictos fronterizos, el jefe de las fuerzas armadas panameñas, General Noriega, con tradicionales relaciones amistosas con el ejército de Nicaragua y el de Honduras, se floreció a mediar entre ambos promoviendo el encuentro entre los líderes de las fuerzas armadas de Nicaragua y Honduras, el Comandante Humberto Ortega y el General Walter López. Después de varios días de optimismo sobre esta posibilidad, el Gral. López no aceptó las conversaciones, aduciendo que los problemas se están analizando en el marco de Contadora.

Rechazando primero el marco de Contadora para la supervisión fronteriza y después del trato bilateral de los problemas, Honduras mantiene su decisivo rol de santuario de la contrarrevolución. Lo siguen manteniendo también, sirviendo como base permanente para las maniobras militares de los Estados Unidos. En la interminable y nunca interrumpida cadena de maniobras conjuntas iniciada por Estados Unidos en 1981, con las "Halcón Vista", ya se han entrenado en suelo hondureño unos 70 mil soldados norteamericanos, que han practicado en el terreno las diversas operaciones que serían necesarias para una eventual intervención en Nicaragua.

Durante el mes de mayo las maniobras se llamaron "Big Shot". Participaron en ellas 200 artilleros de la Guardia Nacional de Illinois que se entrenaron en el uso de cañones y morteros. Terminando éstas se anunciaron otras de mayor envergadura, las terceras en importancia desde 1981: las "Cabañas-85", en las que toman parte 1.800 soldados norteamericanos, y que durarían del 7 de junio al 27 de septiembre. Una de las tareas estratégicas de estas maniobras es la construcción de una carretera de unos 150 kms. para vehículos militares en la zona norte-central de Honduras.

Mientras esto sucede al norte, en el sur también la militarización. Este mes se hizo público, no sin fuertes polémicas en Costa Rica, que 24 boinas verdes norteamericanos están entrenando en tácticas contrainsurgentes a 800 guardias civiles costarricenses que integrarán un batallón de despliegue rápido con el que a partir de ahora contará el país y que será dirigido pro 45 oficiales de la guardia nacional costarricense que recibieron ya entrenamiento de asesores norteamericanos durante 10 semanas en Honduras. Según muchos analistas, las características en las que se desarrolla esta actividad y la continuación que va a tener, representan el fin de la neutralidad de Costa Rica; estos hombres no serán nuca más que el núcleo inicial del ejército de un país que había decidido en 1949 no tenerlo nunca y que en 1983 proclamó la neutralidad activa, perpetua y no armada.

Los incidentes fronterizos no sólo se han dado en Honduras, sino también en Costa Rica. Según informaciones de la Defensa de Nicaragua el 26 de mayo se inició en la frontera con Costa Rica una estratégica ofensiva del ejército sandinista destinada a destruir 3 campamentos contrarrevolucionarios de ARDE (con 300 hombres en total), instalados en las márgenes del fronterizo Río San Juan, en territorio nicaragüense. Desde el inicio del operativo comenzó a producirse un éxodo de los contrarrevolucionarios hacia Costa Rica y se habló de que el propio Edén Pastora habría viajado a Miami para pedir ayuda. El operativo comprendía el bombardeo aéreo de una pista de aterrizaje construida por ARDE en Nicaragua, a 60 metros del río, operativo que se realiza por tercera vez con el objetivo de destruir definitivamente esa instalación.

El 31 de mayo, cuando ya los 3 campamentos habían sido tomados por el ejército sandinista y continuaban los combates en las márgenes del río, se produjo un incidente en el poblado costarricense de Las Crucitas, en el que murieron 2 guardias rurales de Costa Rica y nueve resultaron heridos. Tanto el gobierno de Costa Rica como los medios de comunicación del país informaron muy contradictoriamente sobre los hechos. La versión que se impuso políticamente en la marejada de contradicciones afirmaba que 400 sandinistas habían cruzado la frontera para emboscar a los guardias rurales. La versión nicaragüense sostiene que ningún soldado sandinista cruzó la frontera y atribuyó el incidente a una provocación preparada hábilmente por los hombres de ARDE con el fin de crear un conflicto entre Nicaragua y Costa Rica.

Al igual que sucede con los incidentes fronterizos con Hondura, la situación puso a prueba el papel político que Costa Rica juega en el conflicto centroamericano.

El gobierno de Monge decidió reducir el más mínimo nivel las relaciones diplomáticas con Nicaragua, no acreditando al nuevo embajador que debía haber llegado a Managua en julio, y dejando la representación diplomática a nivel de encargado de negocios. A la vez, decidió convocar de emergencia al Consejo Permanente de la OEA, mientras que la mayoría de los medios de comunicación agitaban en la opinión pública una fuerte campaña anti-nicaragüense y se enviaban desde Estados Unidos armas pesadas que solicitaba el país sin ejército.

Por su parte, Nicaragua propuso que Contador creara una comisión par investigar "in situ" los hechos y pidió la mediación de Francia para resolver leste conflicto, teniendo en cuenta la colaboración brindada por el Gobierno francés a lo largo de 1984 en diversas reuniones de la Comisión Nicaragua-Costa Rica. Como medida de fondo, Nicaragua propone la creación de una zona desmilitarizada de 300 kms. en la frontera de ambos países.

El ejército de Nicaragua continúa obteniendo importantes éxitos militares frente a los contrarrevolucionarios. Los ha alcanzado al alto precio de enormes esfuerzos económicos y sociales de mucha sangre. El mayor éxito sería la paz. Pero ésta parece aun muy lejana.

Dadas las características de la guerra que se libra hoy en Nicaragua, en frontera con países que dan abierto apoyo a los contrarrevolucionarios, los éxitos militares suponen la intensificación de los incidentes fronterizos y, por lo tanto, las crisis diplomáticas con Honduras y con Costa Rica.

Estas crisis tienen muy distinto perfil. La envergadura de la presencia contrarrevolucionaria en Honduras y el papel de cooperador incondicional que el gobierno de este país ha jugado ante los planes militares de Estados Unidos, hacen que los roces con Honduras sean más manejables, pues a Honduras no le interesa ponerse en evidencia. En Costa Rica hay mas contradicciones en la política oficial y el país juega con su imagen de nación inerme, sin ejército. La fuerza contrarrevolucionaria de ARDE es también menos conflictiva, pro menos numerosa y por peor armada.

Estos incidentes ponen de manifiesto la necesidad de un tratamiento bilateral de los conflictos, a la vez que desafían toda la iniciativa multilateral de Contadora, en su aspecto fundamental: el da la seguridad.

La crisis de Contadora: ¿un camino sin salidas?

Contadora atraviesa quizá el momento más débil de su propia historia. Las presiones de Estados Unidos sobre cada uno de los cuatro países y sobre los 3 países centroamericanos que le son aliados en su política han dado como resultado una marcha atrás de la iniciativa de paz y también una situación de desunión entre los 4 países que la sustentan, que siente cada vez con mayor fuerza la incapacidad para actuar unidos. No fueron capaces, pro ejemplo, de pronunciarse conjuntamente contra el embargo o contra el pedido de $14 millones al Congreso, a pesar de que ambas iniciativas contradicen los objetivos mismos de Contadora. No han sido capaces tampoco de reclamar unidos a Estados unidos el que reanude la s plásticas de Manzanillo, a pesar de que la misma Contadora el 9 de enero -9 días antes de la ruptura unilateral de Estados Unidos-, reconocía que estas plásticas eran un complemento de la iniciativa latinoamericana de paz y favorecían la distensión regional.

La crisis se manifiesta en estos momentos en el hecho de que Contadora parece estar renunciando paso a paso a los contenidos que ella misma plasmó ene l Acta de Paz del 7 de septiembre, Acta que sólo acepto Nicaragua. Aun cuando en los meses siguientes a la elaboración del Acta, Contadora insistió en que sólo admitiría modificaciones de afinación, ahora algunos de sus miembros aceptan ya el introducir modificaciones de fondo.

Los temas de fondo del acta de Contadora son los relativos al área de seguridad. En el tema de la presencia militar extranjera -bases, asesores y maniobras- las presiones de Estados unidos a través de Honduras, El Salvador y Costa Rica están hoy encaminadas a logra que Contadora varíe su posición y a que en vez de una proscripción total y rápida las permita durante un tiempo, lográndose con esto la legitimación de la presencia norteamericana en el área, presencia que para el punto de vista de Nicaragua es una de las claves del actual conflicto. La legitimación, bajo cualquier forma, de esa presencia es uno de los objetivos máximos de Estados Unidos en su intento de "bloquear eficazmente" a Contadora, objetivo conocido públicamente desde octubre de 1984.

La actual situación es tal que se produce la paradoja de que Nicaragua defiende a Contadora más de lo que Contadora se defiende a sí misma, de que Nicaragua defiende el Acta de Paz más de lo que Contadora parece interesada en defenderla. Y esto, a pesar de que para Nicaragua la firma de esta Acta supondría importantes concesiones en materia de seguridad.

Las divergencias sustanciales que en materia de seguridad que hay entre Nicaragua pro un lado y Honduras, El Salvador y Costa Rica por el otro -Guatemala continúa manteniendo su independencia- se pusieron de manifiesto en la reunión del 15 de mayo en Panamá, que se trabó cuando los 3 propusieron mecanismos de desarme regional que sólo afectaban a Nicaragua.

Al finalizar la reunión del Vicecanciller de Nicaragua, Víctor Hugo Tinoco, dijo claramente que la metodología de afinar el Acta de Paz se estaba convirtiendo en una metodología para desvirtuarla. Y puso dos ejemplos para entender la desvirtuación: de la prohibición total de las maniobras se quiere pasar a que se admitan unas maniobra reguladas, del uso racional de fuerzas se pretende pasar ahora a un balance militar, dejando a un lado el hecho de la presencia de tropas norteamericanas y contrarrevolucionarias en el área, queriendo desconocer que la militarización de Nicaragua no es causa de la crisis, sino un reflejo de ella.

La gravedad del momento de Contadora no la dan, sin embargo, estas pretensiones de los 3 países centroamericanos sino ya nueva y evidente permeabilidad de Contadora a las mismas, permeabilidad que expresa la eficacia que están tendiendo las presiones norteamericanas.

Este estira y afloja no es del todo nuevo. Siempre en la vida de Contadora se ha repetido el ciclo que conduce al estancamiento de la iniciativa, momento en el que se ponen de manifiesto sus límites y también la falta de voluntad del gran ausente de Contadora, los Estados Unidos. En ese momento de impasse, siempre es Nicaragua, con nuevas iniciativas o con concesiones, quien oxigena a Contadora. Ahora, en estos momentos de crisis, fortalecida internacionalmente Nicaragua y la iniciativa charras de Contadora a raíz del embargo, el gobierno revolucionario anunció el 1 de junio, en un discurso del Presidente Ortega, que Nicaragua seguirá respaldando a Contadora "pero ya no puede seguir haciendo más concesiones de las que ya ha hecho", añadiendo que no esté pensando el gobierno de los Estados Unidos que va a convertir Contadora en un instrumento de presión contra Nicaragua para que Nicaragua siga haciendo más concesiones hasta la liquidación de la revolución sandinista".

Es en este contexto de crisis de Contadora, porque se están discutiendo en ella los temas fundamentales de seguridad -se seguirán discutiendo en la previsiblemente tensa reunión de junio- cuando se hace más urgente para Nicaragua la reanudación del diálogo de Manzanillo, en el que de manera bilateral deben tratar de Estados Unidos y Nicaragua sus problemas de seguridad.

El 17 de mayo el gobierno nicaragüense presento al norteamericano una propuesta concreta para reanudar los diálogos de Manzanillo en la primera quincena de junio. el 28 de mayo la embajada de Estados Unidos en Managua contestó recordando escuetamente que sobre el tema de Manzanillo Estados Unidos se había abstenido en el debate de la ONU sobre el embargo y que esa abstención no significaba ni rechazo ni abstención.

En todo el mundo, a la par que se condena el embargo, se apoyaba la iniciativa de Contadora y la de Manzanillo como caminos concretos para alcanzar la distensión y la paz. Este reclamo del diálogo en Manzanillo se da también en algunos sectores del Congreso norteamericano cuando se debate cuál y cuánta ayuda debe darse a la contrarrevolución.

La presión internacional y en Estados Unidos por el diálogo podría dar lugar quizá a una pronta reanudación de las platicas de Manzanillo. Nicaragua las aceptaría aun cuando no fuera de momento más que una fachada coyuntural y no estuvieran complementadas con otros gestos concretos que expresaran una voluntad de paz por parte del gobierno de Reagan. Hasta ahora, todo muestra que sin Manzanillo o con un posible Manzanillo como concesión, no hay en la Administración norteamericana ninguna voluntad de acomodarse a convivir con el régimen sandinista sino, más bien, la decisión de desastibilizarlo y de acabar con el a cualquier costo.

Ante la evidencia de los éxitos de y ante los continuos fracasos en su política hacia la revolución sandinista, la Administración norteamericana busca ahora cómo recuperarse. Los nuevos votos en el Congreso sobre la ayuda humanitaria a los contrarrevolucionarios, por mas enmiendas y cláusulas que se presenten, ponen a prueba, sobre todo, en una segunda oportunidad el aval bipartidista para el proyecto de Reagan, que, sin duda, ha conseguido un amplio consenso anti-sandinista en el Congreso, aunque aún no lo haya logrado para diseñar las formas en las que debe concretarse ese anti-sandinismo.

Entre esas formas no se ha descartado la solución final por medios militares. Lo recordó especialmente este mes Melladas Shultz, al criticar duramente a los congresistas que votaron en contra de la ayuda militar: "Están apresurando el día en que la amenaza será mayor y nos veremos enfrentados a la angustiosa alternativa de enviar tropas de combate americanas. Dos semanas después, los grandes diarios norteamericanos señalaban que la novedad política del momento era que ya se discutía abiertamente sobre la invasión a Nicaragua, no como algo inevitable pero sí como algo muy fácil.

Con otra forma de expresión más sutil, pero haciendo un llamado a contemplar toda la gama de posibilidades, Henry Kissinger, el diseñador del proyecto bipartidista centroamericano de Reagan, sugirió a la Administración una tregua de un mes para aclararse, pues -dijo- no hay relación entre la retórica y las medias que adopta el gobierno Reagan. ¿Qué sugiere con esto Kissinger? ¿Qué baje la retórica o que se endurezcan las medidas? En cualquier caso, para Nicaragua es claro el camino: sobrevivir, manteniendo con éxito la ofensiva militar, administrando con éxito la solidaridad internacional y, sobre todo, sosteniendo con éxito la participación de la mayoría del pueblo en la producción, la defensa y la correspondencia política. En estos cruciales momentos, Nicaragua debe tratar también de conseguir con éxito que su alineamiento latinoamericano y su alineamiento con las fuerzas más progresistas de todo el mundo logren hacer fracasar la voluntad hegemónica y agresiva de los Estados Unidos.

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