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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 44 | Febrero 1985

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Nicaragua

Acelerar la paz, frenar la guerra

Con un Poder Ejecutivo estructurado de forma nueva y con un nuevo Poder Legislativo, el gobierno revolucionario de Nicaragua avanza en su institucionalización con un único objetivo: conseguir la paz.

Equipo Envío

El 10 de enero, ante delegados de 69 países del mundo, tomó posesión de la Presidencia de la República de Nicaragua, el Comandante Daniel Ortega. El 9 de enero, 96 representantes de 7 partidos políticos instalaron la Asamblea Nacional Constituyente. Con un poder ejecutivo estructurado de forma nueva y con un nuevo poder legislativo, el gobierno revolucionario de Nicaragua inicia de nuevo el camino con un objetivo prioritario para 1985: conseguir la paz.

Días después de estos acontecimientos, Harry Shlaudeman, embajador itinerante de Estados Unidos para Centroamérica e interlocutor de Nicaragua en las pláticas bilaterales de Manzanillo, declaraba: "No veo ningún cambio en ese país. Nicaragua sigue siendo un problema para Centroamérica".

En este mes, de importantes cambios para Nicaragua, el gobierno revolucionario se ha mantenido en los ya iniciados caminos de búsqueda de la paz, a la vez que ha abierto otros nuevos. Frente a esto, Estados Unidos se ha mantenido en su actitud agresiva, agravando aun más la situación al abandonar prácticamente todos los caminos que pueden conducir a una posible negociación pacífica. "No se deciden por la solución política, no descartan la solución militar": así definió la delicada situación actual el Presidente de Nicaragua.


"Estados Unidos no se decide por la solución política"

Varios pasos dio este mes Estados Unidos alejándose con ellos de la solución pacífica de su conflicto con Nicaragua.

El 18 de enero, el gobierno norteamericano anunció que abandonaba el proceso iniciado en el Tribunal Internacional de la Haya y también las conversaciones bilaterales con Nicaragua en Manzanillo. Por otra parte, y en su deseo de continuar con su política de "bloqueo efectivo"* de Contadora, parece estar presionando especialmente ahora al gobierno costarricense para que actúe como principal factor de boicot en esta decisiva etapa por la que atraviesa la gestión de paz latinoamericana.

Manzanillo.- SE contaba con que la décima reunión de Manzanillo (México) se celebraría el mes de enero. Es una realidad que el gobierno de Nicaragua ha guardado con tal fidelidad el compromiso aceptado por ambos países al iniciar las conversaciones de no hacer públicas los contenidos de las pláticas. Pero el silencio no ha impedido que se trasluciera un cierto pesimismo. "Queremos creer que van a prevalecer actitudes razonables", dijo con preocupación en Caracas el 7 de enero el Vicecanciller, Víctor Hugo Tinoco, representante de Nicaragua en las pláticas, refiriéndose a la marcha de las mismas.

Por su parte, Estados Unidos ha guardado también silencio. Pero, de vez en cuando, y con fines que parecen más propagandísticos que ajustados a la realidad, se ha manifestado optimista. Por ejemplo, Harry Shlaudeman, el representante norteamericano en las pláticas, declaró a principios de enero: "Todos los signos son positivos en torno a la situación que reina en el istmo... Confiamos obtener buenos resultados a corto plazo". Pocos días después de estas optimistas declaraciones, de forma repentina y unilateral, el gobierno norteamericano suspendía "indefinidamente" las pláticas de Manzanillo aduciendo dos razones: no se han hecho progresos sustantivos y la suspensión es una forma de aliviar tensiones entre los dos gobiernos. Es muy importante señalar que unos días antes de esta suspensión Contadora había apoyado públicamente las pláticas de Manzanillo como plataforma de soluciones bilaterales.

La Haya.- El mismo día 18 de enero, Estados Unidos anunció que se retiraba del proceso legal que la Corte Internacional de la Haya inició en abril en respuesta a una demanda de Nicaragua. Al momento de retirarse Estados Unidos, el proceso se encontraba en la fase de preparación de los documentos correspondientes por parte de los dos países. Nicaragua debe presentar su alegato de fondo contra Estados Unidos el 30 de abril y Estados Unidos tenía plazo para su réplica hasta el 31 de mayo. (De hecho, aun cuando Estados Unidos ha abandonado la Corte, ésta decidió continuar con el proceso siguiendo con los calendarios ya fijados).

Estados Unidos adujo en diversas declaraciones varias razones para estar retirada: 1) se trata de una "decisión política" más que de un desconocimiento de la ley internacional; 2) la Corte está siendo "parcial" y usa la demanda de Nicaragua con "fines políticos y de propaganda"; 3) se tiene la impresión de que la "Corte está decidida a pronunciarse en favor de Nicaragua"; 4) Aunque se tienen pruebas para deshacer la argumentación nicaragüense -que la causa de agresión- éstas son de carácter "altamente sensible" y por eso no pueden presentarse ante un tribunal en el que 2 de los 16 jueces que actúan son de países que pertenecen al Pacto de Varsovia...

Contadora.- El 9 de enero, al cumplirse los 2 años de haberse iniciado la gestión de paz en Contadora, los Cancilleres de los 4 países mediadores se reunieron en Panamá para dar forma definitiva a una nueva Acta de Paz.

El Acta de Paz que se había presentado como definitiva el 7 de septiembre y que Nicaragua decidió firmar de inmediato y sin modificaciones, recibió correcciones de Honduras, El Salvador y Costa Rica, países que fueron presionados por Estados Unidos para que hicieran estas cambios, "en consecuencia con los intereses norteamericanos."* Después de meses de amplias consultas, el Acta del 7 de septiembre ha asumido ya esos cambios y este nuevo texto definitivo se someterá a la consideración de los Cancilleres en una importante reunión prevista para el 14 y 15 de febrero en Panamá. Así, tras varios meses de difícil "fase técnica" para dar con la fórmula "posible" de un nuevo texto que sea efectivamente una herramienta de paz, Contadora está ahora en una fase política, cada vez más decisiva.

Después del boicot implementado por Estados Unidos a través de las modificaciones de sus países aliados en el área -la postura guatemalteca es siempre más autónoma en Contadora-, la presión norteamericana parece orientarse ahora a boicotear ya no el texto sino la misma reunión. Para cumplir con esa misión parece haber sido elegida Costa Rica. Los problemas internos en El Salvador y la actual negociación militar Estados Unidos-Honduras harían de Costa Rica el país más adecuado para jugar este papel.

El pasado 24 de diciembre ocurrió en la Embajada de Costa Rica en Managua un incidente de características confusas. El estudiante de derecho José Manuel Urbina Lara, que permanecía asilado en la embajada desde agosto, con el fin de evadir la ley de servicio militar -motivo no reconocido como justificante de asilo en los convenios vigentes- salió en la noche por los alrededores del recinto diplomático con una mujer, desarrollándose entonces un enfrentamiento con la policía de Nicaragua, que finalmente lo detuvo.

Urbina Lara está siendo juzgado por los tribunales militares nicaragüenses. Costa Rica ha reclamado la violación del derecho de asilo, argumentando que Urbina fue engañado para que saliera del recinto y para apresarlo, y ha dicho que mientras no se aclaren satisfactoriamente los hechos y el muchacho no sea devuelto al asilo diplomático, no acudirá a la reunión de Contadora. Incluso se ha dicho que abandonará del todo el proceso pacificador. Durante todo el mes de enero este incidente ha sido presentado por Costa Rica como un problema político trascendental. Intentó llevar el caso a la OEA pero, por unanimidad, todas las representantes latinoamericanos remitieron el asunto precisamente al foro de Contadora. En opinión de políticos costarricenses que presionaron para que el caso fuera a la OEA, la decisión de la Organización de Estados Americanos ha sido "la peor derrota diplomática" de la historia del país. Contadora ha iniciado -con secreto y cautela- su mediación, pero hasta el momento de cerrar este escrito no se ha logrado avanzar nada, aunque existen síntomas esperanzadores.

El que este importante aunque pequeño incidente sea empleado por Costa Rica como razón para no asistir a la reunión de Contadora es sospechoso de ser producto de presiones de Estados Unidos sobre los sectores más pro-norteamericanos del gobierno de San José. Hasta el mismo embajador costarricense en la OEA tuvo que reconocer públicamente que no había habido violación de la embajada. Sin embargo, pequeño o grande el incidente, claras u oscuras sus circunstancias, la postura que de él deduce Costa Rica sí es un grande y claro obstáculo con el que se puede "bloquear efectivamente" a Contadora en esta fase. Y este bloqueo es el propósito declarado de los Estados Unidos.

El súbito abandono de las conversaciones de Manzanillo, el débilmente justificado -aunque previsible- abandono de los procedimientos de La Haya y las presiones que parecen estar ejerciéndose sobre Costa Rica para que juegue un papel boicoteador de Contadora son tres datos claves que muestran el rechazo real de Estados Unidos a emprender los caminos de la paz, aquellos que pueden llevar a una solución política del conflicto.

"Estados Unidos no descarta la solución militar"

Durante este mes, la guerra de agresión contrarrevolucionaria ha seguido su curso. A la par, la Administración Reagan tensa sus fuerzas y afila sus argumentos para el debate que desde fines de febrero enfrentará al Congreso a al decisión de continuar dando o no ayuda "encubierta" a la contrarrevolución. Y a la par continúan las maniobras militares.

Desde el 11 de febrero al 3 de mayo se desarrollarán en Honduras las más gigantescas maniobras militares conjuntas emprendidas entre Estados Unidos y Honduras. Cada nueva maniobra en el área muestra que éstas están siendo cuantitativamente cada vez más numerosas y cualitativamente cada vez más caras y complicadas.**

La "Pino Grande III" ("Awas Tara", en lengua mískita), involucrarán, por lo menos, a 4.500 efectivos norteamericanos y a 6.000 hondureños y tienen la novedad de que en la fase a desarrollarse entre el 11 de febrero y el 12 de abril se prepararán tanques M-60 y A-3 y vehículos blindados M-13 que maniobrarán -en simulacros de batallas- a sólo 5 kms. de la frontera con Nicaragua, en el Departamento hondureño de Choluteca. Las maniobras incluyen también el mejoramiento de pistas de aterrizaje construidas por los Estados Unidos y al entrenamiento del ejército de Honduras en tácticas contrainsurgentes.

Por primera vez, estas maniobras -que son una de las principales fuentes de aprovisionamiento en armas de los contrarrevolucionarios, apoyados por el ejército hondureño- han sido cuestionadas por dos representantes demócratas estadounidenses precisamente por eso: por ser forma de apoyar ilegalmente a los contrarrevolucionarios, violando así los acuerdos del Congreso en la primavera de 1984 de congelar toda ayuda a estos grupos. "Las maniobras son un millonario alarde de poder militar por parte del gobierno de Reagan, con el derivado intencional de una ayuda clandestina por parte del gobierno de Reagan, con el derivado intencional de una ayuda clandestina a los contras, han dicho los representantes demócratas revelando así el verdadero carácter de estos ejercicios. Caspar Weinberger, Secretario de Defensa de Estados Unidos, fue quien terminó de definir su verdadero sentido: "Todo está destinado a asegurar que si vamos a la guerra estaremos preparados". Las maniobras son, pues, pasos para una eventual invasión y hoy son, básicamente, el canal para poder seguir adiestrando y apertrechando a los contrarrevolucionarios instalados en Honduras, sin que el Congreso tenga todavía acceso a discutir los fondos con los que se montan estos "juegos de guerra".

Y es en el contexto de estas nuevas y gigantescas maniobras en donde quizás deba situarse la "novedosa" postura que el gobierno de Honduras ha expresado este mes frente a los grupos contrarrevolucionarios presentes en su territorio.

Honduras y Estados Unidos están celebrando desde hace unos meses conversaciones para actualizar los tratados militares bilaterales que datan de 1954. En enero estaban en la tercera ronda de estas conversaciones. El gobierno hondureño, cada vez más dependiente del de Estados Unidos, aspira ambiciosamente (ilusamente?) a obtener un pacto de seguridad mutua (estilo Corea del Sur). La detención y posterior expulsión de Steadman Fagoth de territorio hondureño hacia Miami (inicios de enero), las declaraciones del canciller Paz Barnica de que los contrarrevolucionarios saldrían "a puntapiés" de Honduras por inmiscuirse en la política interna del país, las airadas noticias sobre el terrorismo desatado por los contrarrevolucionarios contra la población civil hondureña, etc. son señales que indican más que un cambio en las relaciones de Honduras hacia Nicaragua una táctica de presiones que estaría usando Honduras en sus negociaciones con Estados Unidos. De hecho, el que estas nuevas maniobras militares se realicen son una prueba de que no hay cambios significativos en la política centroamericana de Honduras. A pesar de todo, no se puede olvidar que, desaparecido el Gral. Alvarez -quien estaba obsesionado con Nicaragua - los jefes militares hondureños siguen a veces viendo más como amenaza al ejército salvadoreño que al nicaragüense.

No esta de más recordar en este momento que Nicaragua es el único país del área que acepto dos puntos básicos del Acta de Contadora del 7 de septiembre: 1) la supresión total de maniobras militares en la región y 2) la supresión total de bases militares extranjeras en la región y la inmediata salida del área de todos los asentamientos militares extranjeros.

El debate sobre la ayuda a los "paladines de la libertad"

El abandono norteamericano de Manzanillo y de La Haya, la retórica anti-nicaragüense de Reagan, Shultz, Weinberger, Motley, etc. a lo largo de todo este mes, al iniciarse un nuevo período de la Administración Republicana, están en estrecha relación con el debate que el Congreso debe iniciar a finales de febrero sobre la ayuda a los contrarrevolucionarias.

Desde el primer trimestre de 1984 el Congreso de los Estados Unidos, que hasta ese momento había aprobado $73 millones para los contrarrevolucionarios cortó toda nueva ayuda a los mismos, reteniendo $14 millones más, que ya estaban aprobados pero no entregados.

En el corte de la ayuda influyó mucho el escándalo que generó el minado de los puertos nicaragüenses por obra de la CIA. Unos meses después se sumó a éste el escándalo en torno al Manual de la CIA. La reanudación de la ayuda quedó condicionada a que el Presidente demostrara razonablemente la eficacia que ésta estaba teniendo.

Todo parece indicar que en el Senado (controlada por los republicanos) se está cerca de una oposición mayoritaria a la ayuda por considerarla una inversión improductiva, y que en la Cámara (controlada por los demócratas) existen componentes éticos en la oposición, también mayoritarias, a que se reanude la ayuda.

Las posiciones republicanas oscilan entre los que opinan que la ayuda debe pasar de ser "encubierta" (vía CIA) a ser ayuda "abierta" (vía Departamento de Defensa) y los que propugnan la búsqueda de nuevos medios de hacer llegar suficiente dinero a los "paladines de la libertad" para que continúen su lucha. La necesidad de transformar la ayuda en "abierta" y "legal" la argumenta así David Durenberger, Presidente del Comité de Inteligencia del Senado: tal como se da hasta ahora, "encubiertamente" la ayuda -dice "contribuye a erosionar la confianza pública en la legitimación de otras operaciones de la CIA". La impopularidad creciente de la ayuda a "los contra" estaría poniendo en peligro la posibilidad y la legitimidad de la estrategia global contrainsurgente de Estados Unidos frente a los movimientos de liberación en el Tercer Mundo. Los más lúcidos de entre los opositores a que se adopte la vía legal, argumentan que ésta significaría prácticamente una declaración de guerra a un país con el que se mantienen relaciones diplomáticas.

El presidente Reagan en diversas ocasiones, incluido el solemne discurso "sobre el estado de la Nación" (6 febrero) está justificando la ayuda a los "paladines" como una medida de "autodefensa". Por su parte, y mostrando con claridad ante el mundo lo que tal vez no aparecía tan evidente a algunos durante la campaña electoral nicaragüense -su coincidencia con los puntos de vista norteamericanos-, Arturo Cruz declaró que suspender la ayuda sería: "un terrible error político" porque la ayuda es una ficha de negociación y si usted la tira está quitando la posibilidad de una solución negociada". A finales de enero, Weinberger declaró que a las presiones militares contra Nicaragua debían añadirse presiones económicas, sugiriendo que Estados Unidos redujera al mínimo su comercio con Nicaragua o lo eliminara "por completo". (Actualmente, el 7.9% de las exportaciones nicaragüenses va hacia los Estados Unidos y el 15.6% de las importaciones proviene de este país).

Como se ve, fuera del Congreso, el debate ya comenzó y prácticamente todos los argumentos han sido colocados sobre la mesa de discusión.

Con su retórica belicista y con su rechazo a los caminos de negociación (Manzanillo, La Haya, Contadora) la Administración Reagan -que ve en peligro su propósito de seguir financiando a los contrarrevolucionarios- parece querer ganar esta batalla política poniendo al Congreso en una situación difícil, colocándolo ante "otro marco" de elección. Quizá para eso ha cerrado previamente todos los caminos del diálogo negociador. A su vez la Administración orienta también su agresión hacia nuevas y fuertes presiones económicas.

Todas las formas de presión norteamericana contra Nicaragua -militares o de otro tipo- pueden desembocar en una intervención (hoy mucho menos probable por el momento político internacional). Intentan desembocar, sobre todo, en una negociación denigrante para el proceso revolucionario. Esta negociación humillante es el objetivo propuesto por el informe Kissinger, que ya Reagan, en la primera conferencia de prensa de su segundo mandato, reafirmó como su línea estratégica para centroamérica.

"Nicaragua defiende el derecho a normalizar sus relaciones con Estados Unidos"

Esta fue una formulación no nueva, pero sí central, en el discurso programático del Presidente Daniel Ortega en su toma de posesión. Para defender este derecho, la diplomacia nicaragüense está desplegando, con flexibilidad y creatividad, nuevos esfuerzos, que buscan fundamentalmente reforzar a Contadora, conseguir la reanudación de las conversaciones de Manzanillo y alertar sobre el significado politico que tendría la aprobación por el Congreso de más ayuda para la contrarrevolución.

Los cuatro cancilleres de Contadora estuvieron el 10 de enero en Managua, en donde se reunieron con las autoridades nicaragüenses tratando de conocer sus posiciones ante el nuevo texto de Acta de Paz. A esas reuniones se añadió, el día 30, el viaje a Managua de los vicecancilleres de México y Panamá, con el mismo objetivo. Actualmente, el gobierno de Nicaragua ha manifestado públicamente su disposición a firmar la Nueva Acta siempre que las modificaciones introducidas no signifiquen cambios "sustanciales" sobre el texto anterior. (Esta fue precisamente la posición expresada por los países de Contadora en octubre: cambios de afinamiento pero no sustanciales). Las áreas en donde se han introducido las modificaciones son: 1) seguridad, 2) verificación y control y 3) el protocolo adicional que acompañaba el Acta. Para integrar la posible Comisión de Verificación y Control Contadora ha propuesto a algunos países: Canadá, Suecia, Suiza, Francia, España, Brasil y Argentina.

La presencia de Fidel Castro en Managua para los actos de toma de posesión del Comandante Daniel Ortega tuvo un importante componente de expresión de solidaridad eficaz. Cuba condonó a Nicaragua una deuda de 73 millones 800 mil dólares por créditos y materiales de construcción del ingenio azucarero Tipitapa-Malacatoya (Timal), bautizado el 11 de enero con el nombre de "Victoria de Julio".

Este ingenio azucarero es uno de los grandes proyectos agroindustriales de la revolución, pues no sólo producirá azúcar sino múltiples derivados de la misma. Fue construído en sólo 3 años. Cuba hizo los estudios de factibilidad., construyó y montó el 56% el complejo (en los momentos de máximo trabajo había 405 constructores cubanos en acción) y envió el 65% de los materiales necesarios. El crédito básico para hacer la obra fue facilitado por Cuba, colaborando con otros créditos específicos Suecia, Australia, RDA, Brasil, México, el BCIE, el BID, etc. El "Victoria de Julio" es el ingenio azucarero mayor de Centroamérica y una de las 5 industrias más grandes de la región. Dará empleo a 30 mil nicaragüenses y producirá el 5% de las exportaciones totales de Nicaragua.

La visita de Fidel Castro tuvo también un evidente componente de gestión diplomática privada y pública. En su discurso en al inauguración del ingenio, Fidel Castro expresó el total apoyo de Cuba a al gestión de Contadora, destacando especialmente el papel jugado por México y el carácter latinoamericano de la iniciativa.

Para reforzar a Contadora Nicaragua solicitó este mes al gobierno español que contribuya a agilizar las gestiones del grupo. Si la posición española después de las elecciones del 4 de noviembre parece de mayor acercamiento al proceso nicaragüense, también lo parece la posición de la República Federal Alemana. El viaje pro Centroamérica del vicecanciller alemán Jurgen Mollemann ha sido muy importante para Nicaragua. A su regreso a la RFA, Mollemann declaró que su país se comprometía a extremar esfuerzos en el seno de la Comunidad Económica Europea para superar las diferencias que pudieran existir con respecto a la gestión de Contadora. Mollemann expresó también su apoyo a los diálogos de Manzanillo. Desde hace años la RFA congeló una ayuda de $19 millones a Nicaragua para la compra de bienes de capital. Esta visita podría iniciar el deshielo, ya propiciado por una importante pluralidad del Parlamento alemán. En estos momentos, una presión conjunta de los países europeos sobre los Estados Unidos sería un complemento básico de la gestión de Contadora.

Dentro de esta óptica se inscribe el viaje europeo del vicepresidente Sergio Ramírez, con especial énfasis en la Gran Bretaña, principal aliado de la política exterior estadounidense en Europa. Con todas estas gestiones Nicaragua defiende su derecho a normalizar sus relaciones con Estados Unidos, en el marco propuesto por Contadora y en el marco de acuerdos bilaterales con el gobierno norteamericano. En síntesis, Nicaragua busca convencer a Estados Unidos de que es más racional y a la larga más eficaz una negociación política con Nicaragua siempre que ésta se haga en un plano de respeto mutuo y aceptando que el hecho revolucionario es irreversible.

Una novedad se introdujo este mes en el camino en el que se trabaja por la paz en Centroamérica. En su discurso de Año Nuevo al cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Papa Juan Pablo II, después de haber mencionado la exitosa mediación vaticana en el conflicto del Beagle que enfrenta Argentina y Chile, dijo, más adelante, en otro lugar de su discurso:

"Sin que se pueda hablar de injerencia en asuntos interiores de los demás, ¿no sería posible valerse de su influencia (la del Vaticano) para desarraigar los conflictos en curso, ayudar a emprender los caminos del diálogo, buscar soluciones negociadas susceptibles de ser aceptadas por todos, salvo quizás por aquellos a quienes un ideología ciega o un interés maquiavélico sostienen sus designios?" (Hizo después referencias al Líbano, a la guerra Irán-Irak, a Afganistán y Camboya y a "varios países de Centroamérica). "Si la Santa Sede habla aún no estando afectados sus correligionarios, es porque no puede resistir el ver ruinas y matanza de inocentes que han pagado ya tan caro lo absurdo de la guerra.

La visita a Nicaragua en enero del primer Ministro iraní Mir Hussein Moussavi fue interpretada pública y dramáticamente por la Administración norteamericana como un "nuevo elemento" que confirma el peligro militar que representa Nicaragua para la seguridad norteamericana. La visita del premier iraní tuvo un importante carácter comercial. Las relaciones comerciales de Irán con Nicaragua son estrechas desde 1979. En condiciones muy ventajosas Irán proporciona petróleo a Nicaragua y le compra carne, azúcar y otros productos.

Bien sabe la Iglesia que la "desescalada" es difícil, pero hay que tener el valor de comenzarla. Por su parte, en América Central, por ejemplo, está dispuesta a ofrecerse como lugar e instancia que permita a las partes reunirse, entenderse y comenzar un diálogo sincero de paz".

Las reacciones oficiales de Nicaragua ante esta oferta han sido parcas. La más explícita, la de Sergio Ramírez en Gran Bretaña, diciendo que la mejor mediación que el Papa podría hacer por la paz en Centroamérica es reforzar la ya vigente iniciativa de Contadora. Por su parte, Isidro Morales Paúl, canciller venezolano, señaló las diferencias entre el conflicto de Beagle -conflicto jurídico y político- y el de Centroamérica -conflicto socioeconómico e internacionalizado-. También Mollemann indicó que no consideraba al Papa el mejor mediador para el conflicto de Nicaragua.

Para normalizar sus relaciones con Estados Unidos, para consolidar el proceso revolucionario en paz, Nicaragua defiende constantemente el camino más probado de todos para la pacificación, el camino de Contadora. Y el camino de Manzanillo, que no es independiente de Contadora. Es un camino complementario y básico de relación bilateral, en el que Nicaragua puede negociar con Estados Unidos, país eje del conflicto. Si contadora contempla acuerdos regionales (multilaterales), Nicaragua nunca ha querido abandonar caminos de posible soluciones bilaterales que hagan más eficaz y realista la gestión de paz. Y la primera solución bilateral que conduzca a la paz ha de lograrse con los Estados Unidos.

"Cada cual en su trinchera"

Derrotar la guerra contrarrevolucionaria a través de los caminos diplomáticos ya abiertos, ampliándolos con nuevas iniciativas, se complementa con una política interna dirigida primordialmente a conseguir la paz en el menor tiempo posible.

En el terreno de la defensa militar, este mes se ha caracterizado por importantes ofensivas del ejército sandinista en la Región I (Estelí, Madriz y Nueva Segovia) y la Región VI (Matagalpa y Jinotega). Las ofensivas se iniciaron en los últimos días de diciembre y en ellas se cuenta con la ayuda de helicópteros y se combate con nuevas tácticas que muestran que ya se esta produciendo una adaptación adecuada a las de los grupos contrarrevolucionarios. Según informes oficiales, en la Región I están operando actualmente 1 mil 500 contrarrevolucionarios y en la Región VI, 2 mil 500.

Los partes de guerra parciales ofrecidos por el Ministerio de Defensa de Nicaragua sobre los resultados de esta ofensiva muestran por sí solos que en el terreno militar se ha dado un salto cualitativo importante y se está pasando a la ofensiva:

- Desde finales de diciembre al 5 de enero: 138 contrarrevolucionarios muertos.

- Del 3 al 14 de enero: 29 combates con 372 bajas
contrarrevolucionarias (298 muertos).

- Del 15 al 31 de enero: 42 combates con 133 bajas
contrarrevolucionarias (95 muertos).

Las emboscadas y asesinatos a civiles en este mismo período de tiempo se detallan en otro artículo de este mismo número de envío. Son crecientes y están costando un precio en vidas superior al de los miembros de las fuerzas armadas de Nicaragua que caen en combate.

La ofensiva militar ha tenido también una importante repercusión económica, especialmente en la Región VI, la de mayor producción cafetalera, pues la desarticulación de algunas concentraciones de contrarrevolucionarios ha permitido que la cosecha de café pueda hacerse con mayor normalidad y se hayan superado las previsiones hechas en noviembre. A finales de enero se calculaba que la mitad del café ya estaba recogida en todo el país y que estaba garantizada una cosecha de 1 millón de quintales, siendo el desafío incrementarla en 200 mil quintales más. Este mes, el Ministerio de Cultura, secciones del Ministerio de Reforma Agraria y otras instituciones estatales, cerraran temporalmente para que sus empleados se incorporaran a los cortes de café uniéndose a los cortadores tradicionales y a los miles de cortadores voluntarios (maestros, estudiantes, internacionalistas...) que aseguran la recogida del principal producto de exportación del país.

para mantener el nivel de las ofensivas militares actuales y las que están previstas, el ejército de Nicaragua está implementando con vigor -aunque con cierta rigidez en los métodos - el reclutamiento para el servicio militar. Se están reforzando también en las milicias populares urbanas. Con todo esto se trata de que en 1985 sea el año en que la contrarrevolución reciba un golpe cualitativo. (Este aspecto está detallado en el otro artículo de este número de envío).

Con la guerra de agresión es también un desafío económico y social de gran envergadura que viene a unirse a otros factores de la crisis económica por al que atraviesa el país, se han empezado a implementar una serie de medidas nuevas, cuyas líneas programáticas se comentan en otro artículo de envío y sobre las que iremos informando a lo largo de los próximos meses, dada su trascendencia.

En el terreno de las iniciativas políticas que contribuyan a la pacificación interna, destaca la ley de Amnistías que la Asamblea Nacional aprobó el 22 de enero, en su primera sesión de trabajo. Por esta Ley pueden regresar a Nicaragua e integrarse a la vida productiva del país todos los contrarrevolucionarios que depongan las armas. Los que se encuentran en Honduras y Costa Rica pueden hacer la entrega de las armas a las autoridades de estos países o a través de la Cruz Roja Internacional. El plazo de la amnistía abarca el 19 de julio.

Hay una diferencia esencial entre esta Ley de Amnistía y la que se promulgó el 4 de diciembre de 1983 y que tuvo sucesivas prórrogas hasta el 4 de noviembre de 1984 y es que en ésta no hay excepciones. En la anterior quedaban expresamente excluidos los cabecillas de los grupos contrarrevolucionarios, los que fueran probadamente responsables intelectuales o materiales de crímenes o de destrucciones y los que hubieran apoyado los proyectos de intervención norteamericana. Ahora no existen estas exclusiones. Si deponen las armas, todos pueden volver.

Se trata, pues, de una ley amplia, que en estos momentos se convierte en un importante instrumento que muestre la voluntad de paz del gobierno y que, de hecho, puede contribuir a conseguirla. Pretende también esta ley aprovechar la probable desmoralización de los grupos contrarrevolucionarios ante las exitosas ofensivas militares sandinistas y sus persistentes divisiones, a pesar de los más recientes intentos por unificar a sus dirigencias.

Diálogo en la Asamblea, con los obispos, con la Costa Atlántica

Paralelamente al fortalecimiento en lo militar, el gobierno revolucionario continúa fortaleciéndose internamente en esta nueva etapa, reforzando el pluralismo, la unidad y los caminos del diálogo interno.

- Aun cuando el foro llamado Diálogo nacional continúa suspendido desde noviembre y parece de difícil restauración, la Asamblea Nacional, con su representación pluralista, ha empezado a trabajar. Se auguran debates tan vivos y polémicos como el del día 22 se dio en torno a al Ley de Amnistía propuesta por el Presidente de la República o el que se desarrolló el 5 y 6 de febrero sobre la Ley de Aumento Salarial también propuesta por el Ejecutivo. El tono de los debates indica que el aprendizaje para estar a la altura del nuevo momento político será largo, tanto para los representantes del FSLN como para los de oposición.

- Se han celebrado ya 3 sesiones del diálogo iniciado el 24 de diciembre entre la jerarquía de la Iglesia Católica y el gobierno revolucionario. La distensión entre la jerarquía y el gobierno se manifestó además, de forma evidente, en la participación privilegiada que tuvo Mons. Vega, presidente de la Conferencia Episcopal en los actos de toma de posesión del Presidente de la República. El obispo dirigió una "invocación a Dios, según la tradición parlamentaria nicaragüense, que fue precedida por una "explicación" del por qué de su presencia allí. Aun cuando en sus palabras se percibían las diferencias que persisten entre obispos y gobierno, su presencia en el acto fue un gesto en el que se reconocía la legitimidad del nuevo gobierno. Por otra parte, la ardiente polémica acerca de los sacerdotes en cargos públicos, avivada este mes con declaraciones de Edgard Parrales -ha solicitado desde 1983 su reducción al Estado laical y no se le concede- y con las sanciones vaticanas contra el P. Miguel D'Escoto y el P. Ernesto Cardenal, no han entorpecido el diálogo Iglesia-Estado. El propio Mons. Vega en rueda de prensa en Managua, en ocasión de presentar un escrito pastoral que tituló "Abrir la apertura o ¿qué es lo irreversible?", declaró que el tema de los sacerdotes en cargos públicos no sería ni objeto de negociación en el diálogo ni obstáculo para continuarlo. Aun erizado de dificultades, entre ellos los diferentes posiciones que se dan en al misma jerarquía nicaragüense, el dialogo es una gran novedad, que ha sido posible -entre otros factores- por el evento electoral del 4 de noviembre y que puede ser un factor importante para la unidad y pacificación del país.

- Continúa el diálogo con el pueblo mískito.

Este mes se siguió desarrollando la Consulta con las diversas etnias de la Costa Atlántica acerca de las características que debe tener la Autonomía en esa zona del país. Se perfila, de momento, una autonomía de formación de dos gobiernos regionales, uno en el norte y otro en el centro-sur del Departamento de Zelaya. El primero, con fuerte caracterización mískita. El segundo reflejaría más la presencia pluriétnica que hay en al zona. Estos gobiernos regionales se harían cargo de la gestión administrativa en lo referente a territorio, justicia, fuerza pública, educación (fomentando el bilingüismo) y programas de desarrollo regional, con acceso preferencial a los recursos económicos necesarios. Las autoridades municipales y regionales serían elegidas por la población, una vez que se definan las circunscripciones en las que quedaría dividida la Costa. Las autoridades regionales representarían a las regiones ante el Ejecutivo nacional. En las Asambleas Regionales estarían representadas todas las etnias, con iguales derechos, independientemente del número de la población.

Por su parte, las conversaciones con el líder de MISURASATA, Brooklyn Rivera permanecen abiertas, aun cuando existen en ellas grandes altibajos e interrogantes. Para el 20 de enero estaba acordada entre Rivera y el gobierno nicaragüense una segunda ronda de conversaciones en Bogotá, ante observadores internacionales. Pero Rivera no acudió. La división interna de MISURASATA, a raíz de la decisión de iniciar diálogos con el gobierno revolucionario, parece ser la principal razón de esta ausencia. Rivera estaría siendo sometido actualmente a fuertes presiones del grupo MISURA de Fagoth (unido a las FDN y a la CIA), que lo ha amenazado de muerte, a presiones de diversos sectores de ARDE, con quién está integrado MISURASATA, y a las de sectores de la misma organización mískita que lidera. La división interna de la organización de MISURASATA, se materializó este mes con la "expulsión" de Rivera por un triunvirato de líderes mískitos acusándolo de traición por haber iniciado diálogos con los sandinistas. Joaquín Suazo, uno de estos triunviros, parece haber formado una nueva organización. Rivera, pro su parte, en declaraciones hechas en Washington ha sido muy crítico del proyecto de autonomía propuesto por el gobierno de Nicaragua y a al vez se ha manifestado claramente opuesto al grupo de al grupo de Fagoth y a cualquier ayuda que el gobierno no norteamericano dé a los grupos contrarrevolucionarios.

El proyecto autonomista para la Costa no es una simple medida táctica del gobierno no revolucionario. La iniciativa, a la vez que responderá a las reivindicaciones históricas de los pueblos costeños, es una herramienta clave para la pacificación de la Costa Atlántica. la incorporación al proyecto del mayor número de mískitos -aun hoy muy divididos- es un elemento básico para el éxito del mismo.

En la defensa armada, en el esfuerzo gigantesco por asegurar al cosecha del café, en la difícil consolidación de una nueva institucionalidad política, en el sostenimiento de una economía en crisis, "cada uno en su trinchera' lucha pro la paz en el interior de Nicaragua. De la correcta coordinación de tantas iniciativas y esfuerzos de pende que la paz sea posible. En conjunto, y a pesar de dificultades y limitaciones evidentes, el proceso revolucionario aparece hoy en una fase de fortalecimiento, capa, por tanto, de negociar una solución política y pacífica con los Estados Unidos, no en condiciones denigrantes sino con madurez y con dignidad.

"Estos años serán más difíciles"

Así dijo el presidente Ortega al iniciar sus 6 años de mandato el 10 de enero. Difíciles principalmente por la posición endurecida que ha manifestado la Administración Reagan desde los momentos iniciales de su segundo período presidencial. Frente a este endurecimiento, Nicaragua ha respondido con una política extremadamente activa para tratar de dificultar a los Estados Unidos el alejarse de los caminos de la paz y de las negociaciones que a ella pueden conducir. Esto pretende, la actual ofensiva diplomática, en la que pidiendo respeto al orden jurídico internacional y clamando pro soluciones políticas al conflicto centroamericano, hablan también por boca de Nicaragua todos los países pequeños y empobrecidos. La actual actividad internacional -centrada en el apoyo a Contadora y a las conversaciones de Manzanillo- pretenden involucrar al mayor número posible de países aliados y amigos de los Estados unidos y tienen internamente su contraparte en las conversaciones con la jerarquía católica, en la nueva amnistía, en el diseño del proyecto autonómico para la Costa Atlántica.

A frenar lo más posible la agresión contrarrevolucionaria y a hacer la retroceder significativamente en este año se dirigen los redoblados esfuerzos en la conducción de la guerra y las nuevas medidas económicas. En la defensa de sus derechos como nación soberana y en el esfuerzo por una mayor igualdad dentro de una economía de austeridad Nicaragua lucha pro conseguir la paz que brota de la justicia.

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