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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 350 | Mayo 2011

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El Salvador

Luces del ALBA en el horizonte salvadoreño

La incursión de ALBA Petróleos en el mercado salvadoreño puede ser un paso hacia la desprivatización de la importación de combustibles, hasta hace poco monopolizada por las transnacionales petroleras. Hay otras huellas positivas en El Salvador de la iniciativa de integración regional promovida por Venezuela. En las celebraciones del Primero de Mayo destacó una manta que decía “¡Sólo los pueblos unidos jamás serán vencidos! ¡Viva el ALBA…con o sin Funes!”

Elaine Freedman

Desde las primeras discusiones para organizar un proyecto de integración latinoamericana alternativo en 1993-1994, llamado originalmente Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), contrapuesto al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), promovido por la administración de George Bush padre, la voz de la izquierda salvadoreña estuvo presente a través de dos de sus líderes históricos: Shafick Handal y Nidia Díaz.

Desde el principio, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) apostó a la construcción de ese proyecto común que abonaba al desarrollo del socialismo en el continente, no solo en términos de alianzas políticas sino en la dimensión económica, cultural y social.

Nidia Díaz, miembro de la Comisión Política del FMLN y diputada del Parlamento Centroamericano, lo explica así: “Para nosotros era importante ser una izquierda unificada a nivel de partidos y fuerzas sociales, a través del Foro de Sao Paulo y de gobiernos. Y ya que iban triunfando distintos gobiernos de izquierda en América Latina apostábamos a una nueva alianza basada en principios de solidaridad, complementariedad, soberanía, desarrollo basado en los recursos endógenos de nuestros países y en su preservación y un tipo de comercio que buscara superar las asimetrías. Había que construir las bases para el socialismo y defender la soberanía de cada país. Para el FMLN, el ALBA, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, es ahora la forma de integración y unión de los pueblos más adecuada para la construcción de las revoluciones y el desarrollo del socialismo”.

EL INICIO: BECAS, CULTURA,
ALFABETIZACIÓN...

En una primera etapa, El Salvador recibió la solidaridad de Cuba y Venezuela en el marco de esta iniciativa. A través del FMLN, con la participación de la Universidad de El Salvador y la Alcaldía de San Salvador en un primer momento, El Salvador comenzó a participar en el programa de becas para que jóvenes salvadoreños, ellos y ellas, estudiaran en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Cuba y luego en Venezuela (1998), a pesar del rechazo del gobierno de Calderón Sol a los médicos cubanos que se ofrecieron a atender a las víctimas del huracán Mitch.

En el año 2004 comenzaron a viajar a Venezuela y a Cuba salvadoreños para operarse de los ojos dentro de la Misión Milagro. En ese mismo año, las radios asociadas a la Asociación de Radios Participativas de El Salvador (ARPAS) canalizaron a El Salvador el programa de alfabetización “Yo sí puedo”.

En el año 2007 El Salvador contó con el apoyo de la Misión Cultura “Alí Primera”. El Salvador envió a Venezuela una nutrida delegación de trabajadores de la cultura y de la memoria histórica para conocer su trabajo en estos temas y se produjeron dos libros sobre la historia de Santa Tecla y de Suchitoto. Asesores culturales venezolanos llegaron a El Salvador para capacitar a las municipalidades en “cultura municipal”.

EL NO DE ARENA A PETROCARIBE

Después de las elecciones de 2004, una delegación del FMLN compuesta por Handal, Díaz y el actual presidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes, se reunió con el Presidente Hugo Chávez en Venezuela. De allí salió la propuesta de investigar la posible entrada de El Salvador al recién formado Petrocaribe.

Nidia Díaz recuerda: “Fuimos dos veces a proponérselo a Yolanda Gaviria, entonces Ministra de Economía, y a Francisco Laínez, Canciller del gobierno de Antonio Saca, pero no tenían interés”. Carlos Ruiz, alcalde de Soyapango y actual vicepresidente de ALBA Petróleos, agrega: “Llegaron a decir que aceptarían entrar a Petrocaribe si lo manejaban las transnacionales”, propuesta que era una burla al plan de facilitar combustibles más baratos a la población salvadoreña. Al año siguiente, se realizó en El Salvador la reunión de la Red de Parlamentarios por el ALBA. La delegación de parlamentarios venezolanos presentó a la Asamblea Legislativa de ese entonces la misma propuesta. Pero de nuevo fue rechazada. La voz cantante de aquella negativa fue la diputada de ARENA, Milena Calderón, quién sentenció que “no se vende la ideología por petróleo”.

LUZ VERDE A ENEPASA

A la luz del NO de la derecha, varias alcaldías gobernadas por el FMLN y una por Cambio Democrático (Acajutla, departamento de Sonsonate), propusieron al Estado venezolano que, ya que el gobierno nacional no lo quería, los gobiernos locales querían manejar el proyecto de Petrocaribe de manera mancomunada, formando una empresa pública intermunicipal.

“Enviamos una delegación a Venezuela y nos aconsejaron que estudiáramos nuestras leyes. Ellos estudiarían las leyes de Venezuela para ver la factibilidad jurídica del caso. Ellos valoraron que no tenían ningún inconveniente legal en su país y nosotros concluimos que la legislación salvadoreña nos facultaba para asumir un proyecto de esa índole”, recuerda Ruiz. Para Venezuela, el caso era novedoso, puesto que todos sus otros acuerdos de cooperación energética eran con gobiernos centrales y no con gobiernos locales.

A lo largo de un año se conformó esta mancomunidad y posteriormente se firmó una carta de entendimiento con el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, que dio la luz verde para formar la Asociación Intermunicipal Energía para El Salvador (ENEPASA).

ALCALDÍAS ASOCIADAS

Las 22 municipalidades participantes crearon el capital semilla con aportaciones diferenciadas, tomando en cuenta las asimetrías entre las diferentes alcaldías. Se intentó mantener el principio de justicia para distribuir los montos de aportación entre alcaldías de distintos tamaños y con disímiles presupuestos municipales. Roger Blandino Nerio, alcalde de Mejicanos y representante de esta alcaldía en la Asamblea de Socios de ENEPASA, afirma: “No son lo mismo las arcas de San Salvador, ciudad capital, que las de San Sebastián Potrillo, un municipio pequeño del departamento de Santa Ana. No se podía pedir que todos los municipios aportaran por igual”.

El 5 de abril de 2006, ENEPASA firmó un convenio con PDV Caribe, filial de PDVSA de Venezuela, para montar ALBA Petróleos como una empresa mixta con las facilidades de pago de Petrocaribe: 51% de los fondos del capital semilla fue aportado por PDV Caribe y 49% por las municipalidades socias de ENEPASA. El 60% de la factura petrolera se paga en un plazo de 90 días con el 2% de interés y el 40% restante en 23 años y al 1% de interés.

¿DÓNDE ALMACENAR
EL PETRÓLEO VENEZOLANO?

En ese abril comenzó el proceso de tramitar los permisos necesarios. “Al principio nos dieron los permisos pensando que no íbamos a ser capaces de desarrollar la empresa”, recuerda Ruiz. Poco a poco se resolvieron los permisos de importación, almacenamiento, distribución y comercialización con el Ministerio de Economía, con la Corporación de Municipalidades de la República de El Salvador (COMURES) y con el Ministerio de Hacienda.

Al mismo tiempo, había que resolver el problema de dónde almacenar en El Salvador el petróleo venezolano. Las transnacionales libraron una batalla para impedir que se pudieran alquilar tanques de almacenamiento en el país. Amenazaban a sus clientes nacionales con el rompimiento de vínculos si hacían tratos con ALBA Petróleos.

Cuando se dio por imposible la búsqueda de algún lugar apropiado en el territorio nacional, se intentó comprar o alquilar tanques en un país vecino. Rápidamente, las empresas guatemaltecas y hondureñas fueron alertadas: no debían hacer negocios con ALBA Petróleos si querían mantener buenas relaciones con sus proveedores. “Obviamente -explica Ruíz- ningún empresario iba a arriesgar su relación con las transnacionales. Estábamos con permisos teóricos en la mano, pero nos era imposible hallar un sitio donde almacenar el combustible. Estábamos a punto de comprar una empresa en Honduras, con una mayoría de accionistas hondureños, pero tenían un vínculo con Exxon y en el último momento Exxon les prohibió hacer el negocio. Mientras estábamos en esto, había una campaña mediática en El Salvador: decían que ya teníamos los permisos, pero que no éramos capaces de desarrollar el proyecto”.

El problema se logró solucionar hasta finales de 2006, cuando el Frente Sandinista ganó las elecciones en Nicaragua. Entonces, firmaron un convenio con Nicaragua para alquilar tanques de almacenamiento en ese país y luego traer el producto por flete hasta El Salvador.

“YO CREÍ QUE ESTO
NO IBA A TRASCENDER”

El primer gran cambio en el mercado de combustibles en El Salvador lo propiciaron a principios de los años 90 las primeras medidas de ajuste estructural que implementaron los gobiernos de ARENA. La privatización de PETROCEL, empresa estatal de importación de petróleo, dio paso al oligopolio petrolero en El Salvador, en manos de las transnacionales. PETROCEL fue vendido a la Refinería Petrolera de Acajutla S.A. de C. V. (RASA), propiedad de las transnacionales Exxon y Shell.

En los últimos años de la década del 2000 el mercado de combustibles en El Salvador comenzó a experimentar nuevos cambios, que afectaron a las transnacionales. ALBA Petróleos ha jugado un papel importante en esos cambios. Julio Villagrán, director ejecutivo de la Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Productos de Petróleo (ASDPP), y enemigo inicial de ALBA Petróleos, ya ha cambiado su posición: “ALBA Petróleos está teniendo una gran influencia. Yo creí que esto no iba a trascender, pero los gremios de dueños de gasolineras, tanto de Honduras como de Guatemala, han pedido contactos y quieren hacer negocios con la gente de ALBA Petróleos”.

INFLUENCIA DE ALBA PETRÓLEOS EN EL MERCADO

Actualmente, ALBA Petróleos maneja el 13% del mercado total de combustibles y entre el 17% y el 20% del mercado de diesel. En 2009 comenzó a comercializar gasolina regular, especial y aceite. Un año después, ALBA Petróleos inició la importación y venta de bunker, combustible que se utiliza para generar energía eléctrica. Hasta ese momento, la transnacional Esso mantenía un monopolio casi completo sobre la venta de este producto. Aunque la incursión de ALBA Petróleos en su comercialización ha sido mínima, significa la ruptura de ese monopolio en el país.

Villagrán explica que los precios más bajos de los combustibles que importa y que vende ALBA Petróleos han afectado el mercado nacional. Inicialmente, las gasolineras que comerciaban productos de ALBA Petróleos vendían con una diferencia de treinta centavos de dólar menos que las otras gasolineras.

Carlos Ruiz recuerda que hay dos factores que condicionan el alza de los precios: la especulación en el mercado internacional y la especulación en el mercado interno. ALBA Petróleos viene a actuar como un contrapeso a la especulación nacional, obligando a las otras empresas a bajar sus precios. Villagrán reconoce: “Hoy en el país hay 10 centavos de diferencia (entre ALBA Petróleos y los otros suministradores) y aunque no es mucho, el mercado responde a los precios del ALBA, bajando esos 10 centavos”.

GANAN LAS LICITACIONES

No es extraño que ALBA Petróleos haya tenido un enorme éxito en las licitaciones gubernamentales en El Salvador y sea el único proveedor de instancias como la Corte Suprema, la Asamblea Legislativa, el Fondo de Lisiados, e incluso de la Alcaldía de San Salvador, bajo la administración de ARENA desde 2009.

Por su capacidad de ofrecer mejores propuestas, logradas por los términos del intercambio con Petrocaribe y por su compromiso de no participar en la dinámica de especulación interna, ALBA Petróleos suele ser el único participante en estas licitaciones.

Las transnacionales se quejan: dicen que ALBA Petróleos viene convirtiéndose en un “monopolio público”, pero son ellas las que le ceden el espacio al no aceptar bajar su nivel de ganancias.

CRISIS
EN LAS TRANSNACIONALES

El fenómeno tiene consecuencias regionales y produjo la salida de la transnacional Shell en 2009. A finales de 2010 -revela Villagrán- Esso y Texaco van por el mismo camino. “En El Salvador, la Texaco ha vendido todas sus estaciones de servicio. Su única inversión sería la terminal de Acajutla. En el caso de la Esso, el nuevo socio de Esso es el grupo Terra, en la refinería. Y si eso es así, la refinería en El Salvador estaría a expensas de que alguien más la comprara. Las gasolineras de marca tienden a ir desapareciendo en Centroamérica y con eso, el mercado de las grandes corporaciones petroleras ha disminuido”.

En El Salvador más del 35% de las gasolineras son independientes. Según la ASDPP, el 51% de ellas recibe
el suministro de combustible de ALBA Petróleos.

ALMACENANDO EN EL SALVADOR

En febrero de 2008, ALBA Petróleos de El Salvador colocó la primera piedra de un moderno sistema de tanques de almacenamiento en el municipio porteño de Acajutla, departamento de Sonsonate. Entre acusaciones de estar canalizando fondos venezolanos para la campaña presidencial de Mauricio Funes, Carlos Ruiz aclaró que los fondos venían para financiar el proyecto de almacenamiento y no a la campaña: “El dinero viene del proyecto Petrocaribe. Eso no es un secreto. Pueden ir a Scotiabank y ver, porque es ahí donde se hacen las transacciones”.

El 19 de mayo de 2011 se inauguró esta planta, compuesta por siete tanques con capacidad de almacenar 370 mil barriles de diesel, gasolina regular y especial, además de combustible para avión y gas licuado.

La perspectiva de poder importar gas licuado de Ecuador en términos más accesibles es alentadora para la población en este momento, cuando el gobierno salvadoreño implementa un sistema de focalización del subsidio a este producto básico para cocinar, en un esfuerzo por poner fin a la fuga de 13 mil tambos de gas propano que diariamente se venden de contrabando en Guatemala y Honduras. Actualmente, estos tambos son importados por subsidiarias de transnacionales francesas y mexicanas, y hasta marzo el subsidio se aplicaba de manera general. El nuevo sistema ha entrado con tantos tropiezos como aciertos, por lo que el tema del acceso al gas propano en El Salvador es de gran relevancia.

Según el asesor de ALBA Petróleos, el diputado Orestes Ortez, con la apertura de la nueva planta esta empresa podría llegar a controlar un 30% del mercado de combustibles. Además, es probable que, al no pagar alquiler por el almacenamiento en Nicaragua y por el transporte por el istmo centroamericano, se logre reducir más el precio de sus productos.

UN PASO DES-PRIVATIZADOR

Políticamente, la incursión de ALBA Petróleos en el mercado puede ser interpretada como un paso muy incipiente hacia la “desprivatización” de la importación petrolera. Obviamente, una empresa mixta con participación de las municipalidades no es igual a una empresa pública de envergadura nacional. Sin embargo, la tendencia al retiro de las transnacionales del que consideran un mercado desfavorable, puesto que han estado acostumbradas a tener campo libre en El Salvador durante los últimos veinte años para la especulación desenfrenada y para la evasión de sus responsabilidades fiscales, abre camino para que el gobierno nacional vaya asimilando el reto de retomar las riendas de la importación y distribución de los combustibles.

OTROS BENEFICIOS
DE ALBA PETRÓLEOS

Según el alcalde Blandino Nerio, ser socio de ALBA Petróleos ha traído dos tipos de beneficios a su municipio, Mejicanos. En primer lugar, se ha recibido una donación para llevar a cabo un proyecto de beneficio social, que representa el triple de lo que aportaron para asociarse a ENEPASA.

En segundo lugar, todas las rutas de buses de Mejicanos se abastecen de combustible con ALBA Petróleos. Varias de ellas tienen convenios directos con la empresa y esto les permite ahorrar dinero. La mayoría de los empresarios de buses del municipio son ciudadanos del mismo, por lo cual la municipalidad recibe retribución en calidad de impuestos municipales.

Carlos Ruiz explica que “las ganancias de ALBA Petróleos se dedican, no a proyectos sociales, sino al impulso de otros rubros de la economía, con el afán de que la economía de este país despegue”. Por ejemplo, esfuerzos exportadores e importación de fertilizantes.

Desde 2009, ALBA Petróleos ha exportado 30 mil quintales de café en un proyecto piloto de canje de deuda y diversificación de rubros. Ruiz explica que esto “es una manera de abrir nuevos mercados y quisiera que se entienda que el intercambio para que sea en condiciones iguales es la manera en que resarcimos, poniendo en equilibrio la balanza comercial. Ésa es la búsqueda”.

En el mismo sentido, se incluye importación y comercialización de urea a bajos precios. En un primer momento (2007), el saco de urea importado de Venezuela fue comercializado por el movimiento cooperativista en 25 dólares, cuando el precio del mercado estaba a 40. La expectativa de Vía Campesina en El Salvador es que con la apertura de la nueva planta de almacenaje se puede retomar la iniciativa. “Para nosotros, romper el monopolio de los importadores de fertilizantes es importante”, afirma Oscar Recinos, presidente de la Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria Región Central (FECORACEN) y subcoordinador de Vía Campesina en El Salvador.

UNA OPORTUNIDAD
PARA LOS EXCLUIDOS

Para el movimiento social, la integración de El Salvador al ALBA es una reivindicación que ya tiene varios años. La demanda creció con la llegada al gobierno Mauricio Funes, puesto que muchos tenían la expectativa de que este gobierno se podría dar el paso que los gobiernos de ARENA obviamente no iban a dar.

Recinos argumenta así la demanda: “El enfoque de complementariedad y solidaridad es distinto al de la cooperación tradicional porque da respaldo a los pueblos. Esto permite pensar en quienes siempre han estado excluidos de los acuerdos entre gobiernos y en los tratados comerciales. Se ve en el caso de las becas. Cuando las becas se entregan solamente con criterios de excelencia académica, generalmente se prioriza a estudiantes que vienen de colegios privados y han tenido acceso a una mejor educación. Con las becas del ALBA, hay requisitos académicos, pero también hay otros criterios que pesan para que jóvenes de las comunidades más pobres puedan acceder a ellas”.

FUNES: “NO PENSAMOS
INGRESAR AL ALBA”

En mayo de 2009, el entonces presidente electo, Mauricio Funes, dijo que serían las “circunstancias las que definirán si el país se asociaba o no a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) o al acuerdo de Petrocaribe que impulsa Venezuela”.

Estas declaraciones se dieron en el marco de la única reunión de Funes con el presidente venezolano Hugo Chávez desde que se postuló como candidato presidencial en 2007 hasta mayo de 2011.

Por lo visto, las “circunstancias” han sido contundentemente negativas. A pesar de que en agosto de 2009, la Casa Presidencial anunció que consideraba entrar como observador a Petrocaribe para luego valorar su ingreso, estas declaraciones nunca tuvieron seguimiento, ni en otros discursos ni en acciones prácticas. Más bien, en diciembre de 2009, Funes dio por cerrado el tema: “En nuestro gobierno no vamos a ingresar a ALBA, ni lo estamos pensando”, manifestó en la inauguración de la VII Convención Internacional de Salvadoreños en el Mundo”.

Agregó poco después: “Tenemos una alianza estratégica con los Estados Unidos de Norteamérica, no solamente porque la inmensa mayoría de nuestros compatriotas en el exterior vive y trabaja allí, sino también porque es un gran mercado y con él debemos ampliar más y más nuestro intercambio y tornarlo cada vez más beneficioso para nuestro país”. Posteriormente confirmó: ”Yo tengo relaciones de respeto mutuo con Estados Unidos. No tengo por qué suscribir un documento que pueda poner en riesgo esa relación.”

“FUNES TIENE
DEMASIADOS COMPROMISOS”

Otra “circunstancia” de peso a nivel regional fue el golpe de Estado en Honduras contra el gobierno de Manuel Zelaya, sólo un año después de su adhesión al ALBA. Las múltiples amenazas de la derecha salvadoreña, que advirtieron a Funes que debería “verse en ese espejo” si tomara medidas parecidas, seguramente afectaron su decisión de no integrarse.

Finalmente, hay otras “circunstancias” de menor peso, pero siempre presentes, que igualmente contribuyen a hacer una adhesión al ALBA muy improbable durante la administración Funes.

Los participantes en la campaña de desprestigio y sabotaje contra ALBA Petróleos han incluido a la mayoría de los medios de comunicación, a distintos políticos de ARENA y del PDC, a la Corte de Cuentas bajo la conducción del Partido de Conciliación Nacional (PCN), y obviamente a las transnacionales petroleras. Una página web dedicada a promover esta campaña, “Albaladrones”, sintetiza la mayoría de tácticas y argumentos que han ocupado en distintos momentos, acusando a ALBA Petróleos de corrupción, de lavado de dinero, y hasta de ser parte de un plan intervencionista de Venezuela en El Salvador.

Según la diputada Díaz, “Funes coincide con algunos programas que son parte del ALBA: Misión Milagro y alfabetización. Incluso, no ha cerrado la puerta a Petrocaribe. Pero tiene demasiados compromisos que le alejan de suscribir la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América”.

“CHÁVEZ SERÁ BIENVENIDO”

Oscar Recinos, representante de Vía Campesina en El Salvador, enfatiza: “El ALBA es una especie de soporte nacional e internacional que muchos pueblos anhelan”.

Cercana la anhelada visita del Presidente Hugo Chávez en ocasión de la inauguración de la planta de Alba Petróleos, se levantaron, de nuevo, las expectativas alrededor de acuerdos concretos con Venezuela. “La presencia del Presidente Chávez es bienvenida por la mayoría de los salvadoreños. Será un honor tenerlo aquí. Cuando uno se da cuenta de los cambios que se están dando en Venezuela, los que hemos estado excluidos de esta sociedad nos animamos. Que venga a dar un mensaje al pueblo salvadoreño, porque ha puesto recursos de su país a favor de los venezolanos y no a favor de las transnacionales. Eso es lo que queremos para nuestro país también”, dice el dirigente campesino.

SEMBRANDO EL CAMINO

Nidia Díaz aclara lo que se puede esperar en lo que resta de la administración Funes: “La mayoría de los proyectos que se impulsan a través del ALBA se pueden materializar a través de convenios de cooperación bilateral con el gobierno, pero no como parte del ALBA. Por ejemplo, actualmente, la Secretaría de Cultura retoma el proyecto de Misión Cultura. También se pueden formalizar programas como Misión Milagro, “Yo sí puedo”, las becas de estudios superiores e incluso algunos puntos referentes al petróleo”.

El recién firmado convenio de cooperación entre El Salvador y Cuba tiene términos muy parecidos a los que rigen la cooperación bajo el ALBA y actualmente existe un Convenio Marco y un Convenio de Entendimiento formulado, aunque no firmado, entre El Salvador y Venezuela.

También hay que trabajar para abrir o fortalecer las relaciones con otros gobiernos miembros del ALBA en las áreas política, económica, social y cultural. A través de ALBA Petróleos se puede ir sembrando el camino. “ALBA avanza más por la vía real que por la vía formal”, opina Nidia Díaz.

EL ALBA VA MÁS ALLÁ

La filosofía que une al ALBA es más ambiciosa. Es una alianza estratégica para un diseño de sociedad alternativo y los Estados miembros se comprometen a propiciar la modificación del modo de producción predominante en su país y a defender una transformación revolucionaria ALBA va mucho más allá de los principios que pueden contemplarse en el marco de una simple cooperación bilateral.

Lo dice una pancarta colorida que destacó entre todas las mantas en la marcha de este Primero de Mayo. Arriba llevaba la consigna “Sólo los pueblos unidos jamás serán vencidos. ¡Viva el ALBA!” Abajo las letras gritaban: “¡Fuera bases militares yanquis!” Un mapa en rojo de América Latina se acompañaba con las banderas de todos los países miembros del ALBA: Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda. También se incluía la bandera de El Salvador, y en su centro, la frase “Con o sin Funes”.

EDUCADORA POPULAR. CORRESPONSAL DE ENVÍO EN EL SALVADOR.

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