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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 322 | Enero 2009

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México

Primer Festival Internacional de la Digna Rabia

Los zapatistas lo convocaron. Para que todas las rabias, las dignas rabias del mundo, se encontraran, se conocieran, hablaran y se escucharan. Conocer la pluralidad de las rabias y aceptar las diferencias en sentirlas es su propuesta. “Echar trato para luchar juntos por el todo y por lo de cada quien y cada cual” fue la conclusión de este inédito festival.

Jorge Alonso

En septiembre de 2008 los zapatistas anunciaron los primeros preparativos para celebrar un festival internacional que llevara el nombre de “La digna rabia”. Ante la intención de los de arriba de imponer su calendario de muerte y su geografía de destrucción, frente a la prédica de la derrota, de la claudicación y de la resignación, los de abajo -explotados, despojados, expulsados del campo, ilegales- se manifestarían con sus lenguajes de rabia y dignidad.

HAY RABIA EN TODO EL MUNDO

A tres años de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, tanta era la rabia y la dignidad que estaban encontrando los zapatistas, que se confirmaban en sus opciones. Habían llegado al convencimiento de que, si la catástrofe que se avecinaba podía evitarse y la humanidad tenía otra oportunidad, sería porque abajo y a la izquierda no sólo se resistía, sino que se esbozaba el perfil de otro mundo. Constataban que el hastío frente al cinismo y la incompetencia de las clases políticas se había ido convirtiendo en rabia. En ocasiones, esa rabia tenía la esperanza de recorrer los mismos caminos de siempre, pero se topaba con la desilusión. Para los de arriba del Norte, la diplomacia internacional seguía siendo la guerra. El planeta, harto de tanta avaricia, estaba ya pasándonos la factura con su destrucción. En México, los zapatistas veían a campesinos encarcelados con condenas escandalosas por defender su tierra. En Italia eran perseguidos quienes se oponían a la instalación de bases militares. En Grecia los de arriba veían a la juventud como un vicio que había que erradicar. Y en México los jóvenes eran criminalizados y asesinados. Existía rabia en el mundo. Los zapatistas explicaron que esa rabia no era coraje o rencor, sino que surgía de la dignidad agredida. Era también creativa, pues apuntaba a la transformación de la situación. Los zapatistas constataban que existían muchas diferencias entre esas dignas rabias, pero tenían en común al agresor que las provocaba: el sistema capitalista, destructor sobre todo de dignidades. Para hacer un espacio donde esas rabias se encontraran, convocaron a quienes se rebelaban en México y en el mundo a un festival en donde conmemorarían el 25 aniversario del nacimiento del EZLN, los 15 años del inicio de la guerra contra el olvido, los cinco años del funcionamiento de las Juntas de Buen Gobierno y los tres años de La Otra Campaña.

PRIMERA Y SEGUNDA ETAPAS

La primera etapa del festival se desarrolló en la ciudad de México del 26 al 29 de diciembre de 2008. En 39 locales hubo 270 expositores pertenecientes a 57 colectivos provenientes de 25 países. En otros 109 puestos 1,155 personas de 228 organizaciones y provenientes de 27 estados de la República Mexicana exhibieron sus propuestas políticas y culturales. Cada día hubo una afluencia de unos 2,500 asistentes. Además, un centenar de grupos culturales compartieron música, teatro, danza, cuentos, poesías, pinturas, fotografías, cine y videos, mostrando las luchas del mundo y de México. Trabajadores, campesinos, grupos indígenas, pobladores urbanos, colectivos políticos de toda índole en el amplio espectro de la izquierda y académicos discutieron en las mañanas sobre las cuatro ruedas del capitalismo (explotación, despojo, represión y desprecio), y en las tardes sobre los otros caminos (otra ciudad, otros movimientos sociales, otra historia y otra política). Al terminar esta etapa hubo un pronunciamiento de condena a la masacre del ejército de Israel en contra del pueblo palestino en Gaza.

La segunda etapa incluyó el traslado a Chiapas, al Caracol de Oventic, para la celebración con los zapatistas de los quince años de la aparición en público del EZLN. El Comandante Domingo y la Comandanta Florencia dieron el recibimiento a las caravanas de México y de otros países. El mensaje central estuvo a cargo de los Comandantes David y Javier. Denunciaron que los pueblos indígenas que se habían propuesto luchar por un mundo mejor y más humano estaban siendo perseguidos y golpeados por los malos gobernantes y los poderosos. El gobierno financiaba y entrenaba a grupos paramilitares para provocarlos, amenazarlos y dividirlos. Y con el fin de debilitar y destruir las bases sociales zapatistas, repartía limosnas. También se había propuesto comprar la conciencia de las bases de apoyo del zapatismo. Algunos habían caído en esas trampas. No obstante, los zapatistas proclamaron que no se habían levantado para pedir limosnas, sino por una verdadera democracia, libertad y justicia para todos. Anunciaron que seguirían resistiendo con dignidad y rebeldía los golpes del mal gobierno. Seguían en lucha contra el neoliberalismo y por construir un mundo más justo y más humano. Llamaron a la gente buena y honesta a que unieran sus resistencias, sus luchas y su digna rabia en la esperanza de otro mundo posible.

CULMINACIÓN
EN SAN CRISTÓBAL

Del 2 al 5 de enero de 2009, en las instalaciones de la Universidad de la Tierra en San Cristóbal de las Casas, se celebró la tercera etapa del festival, con nueve mesas que abordaron la temática de “otro mundo” y “otra política”. Acudieron 3,500 personas. Se combinaron las exposiciones de militantes de diversos grupos, de académicos y de zapatistas. Por parte de los zapatistas, además del Subcomandante Marcos, estuvieron el Teniente Coronel Insurgente Moisés, los Comandantes Tacho, Guillermo, Zebedeo y David; las Comandantas Susana, Miriam, Hortensia y Florencia; la capitana Insurgenta Elena y la compañera Everilda. Las niñas Lupita y Toñita, enfundadas sus caras en pasamontañas, expusieron a los asistentes unos cuentos, entregaron algunos regalos de los zapatistas a ponentes y quitaron cualquier aire de solemnidad a un acto profundo, pero con otro estilo. Ya a espaldas, ya al lado del Subcomandante se entretenían jugando con las bocanadas de humo de la pipa de Marcos. El año anterior, el Subcomandante Marcos había tenido la exclusividad de la palabra por parte del zapatismo. En esta ocasión, se encargó de cinco intervenciones programadas y una fuera de programa, pero no fue el único zapatista que habló. El Teniente Coronel Moisés hizo el enlace con las otras etapas del festival, y el Comandante David lo cerró. Dos intervenciones centrales del zapatismo corrieron a cargo del Teniente Coronel Moisés y de la Comandanta Hortensia. Fuera de una mesa, que estuvo a cargo de un militante internacional, las demás fueron coordinadas por mujeres y hombres del EZLN.

EN NUEVE MESAS
SE ENCUENTRAN MUCHAS RABIAS

La primera mesa versó sobre “una digna juventud rabiosa”, la segunda se adentró en “un digno y rabioso empeño”, la tercera abordó “la otra comunicación y la otra cultura”, la cuarta tuvo como tema “un digno y rabioso color de la tierra”. La quinta profundizó en “una digna rabia organizada”, la sexta ensalzó “una digna y femenina rabia”, la séptima incursionó en “otra digna rabia”, la octava enfatizó “otro mundo y otra política”. Y la última cerró con síntesis y la propuesta del zapatismo. Además de mexicanos, expusieron en las mesas personalidades de Italia, Suiza, España, País Vasco, Francia, India, Estados Unidos, Guatemala, Chile, Argentina, Nicaragua y Bolivia. Hablaron miembros de sindicatos, de organizaciones de campesinos, de indígenas, de pobladores urbanos, de migrantes, de trabajo sexual, de mujeres, etc. Los militantes de una gran gama de movimientos decían quiénes eran y que hacían. Comunicaban sus experiencias y sus significados. Se habló de la rabia por la masacre de palestinos en Gaza, de la rabia de los jóvenes griegos, de la rabia ante la represión de militantes en todo el mundo.

Se habló también de la ternura de la solidaridad. Desde Francia se hizo presente un colectivo de solidaridad con el zapatismo, cuyos integrantes saludaron la rebeldía zapatista y agradecieron su resistencia, pues les inspiraba para seguir adelante. Se hizo presente en el festival gente de la revista griega “Alana”, también solidaria con los zapatistas. Sin representar la revuelta de los jóvenes griegos, se presentó como parte de la misma. La digna rabia griega expresó la deslegitimidad del sistema que se alza sobre el pueblo.

ANALIZANDO
LA CRISIS DEL CAPITALISMO

En el festival se analizó el capitalismo y su crisis, resaltando que lo que importa es construir alternativas. Se examinaron posturas de obreros y de organizaciones de izquierda. Un obrero de la Confederación General de Trabajadores de España preguntó cómo se enseñaba y se aprendía a ser anticapitalista. Como todos estamos infectados del virus del capitalismo necesitamos una profunda re-educación. El festival propiciaba que muchos explotados se vieran en el espejo de otros. Los de arriba quieren calificar la rabia de los de abajo como ciega, pero sólo es ciega la rabia que insulta a los de abajo cuando no se puede insultar a los de arriba. Varios grupos señalaron que el festival de la digna rabia se realizaba en un momento de crisis, no sólo económica sino también social, cultural y ambiental, crisis que no pueden resolverse dentro del capitalismo y exhortaron a analizar la situación con un pensamiento libre, sin dogmas. Desde Argentina miembros de un agrupamiento de desocupados compartieron su decisión de luchar sin intermediación de las fuerzas políticas tradicionales. Su movimiento busca nuevos senderos de autonomía para hacer el cambio. Muchos participantes coincidieron en que, frente a la intolerancia de los poderosos, se deben buscar nuevas relaciones humanas, considerando que la diversidad no significa división.

DEFENDIENDO
A LA MADRE TIERRA

Se enfatizó que la lucha no es sólo por una sociedad justa, sino por la salvación de la vida en el planeta. Un campesino peruano destacó que entre los pueblos indios de todo el continente hay raíces comunes: el colectivismo y el amor a la Naturaleza, a la Madre Tierra. Una indígena mapuche -mapuche quiere decir “gente de la tierra”- explicó que su pueblo no ve a la tierra como simple tierra y habló de cómo estaban tratando de recuperar su territorio, parte del cual se encuentra en manos de grandes empresas trasnacionales, mientras que el Estado chileno quiere que los mapuches se reduzcan a sus trajes típicos y los reprime. Campesinos agrupados en la organización Vía Campesina denunciaron que seis corporaciones trasnacionales dominan la cadena alimentaria en el mundo, sobre todo la de los granos. Se habló de la lucha indígena y campesina contra la privatización de la tierra y del agua, la defensa de la biodiversidad, y en ella la de las semillas criollas. En un festival marcado por la gran asistencia de jóvenes se hicieron llamados a las alianzas con la juventud y los movimientos urbanos para lograr la soberanía alimentaria.

TEMA RECURRENTE:
LAS MUJERES

Muchos sostuvieron que éstos son tiempos de sembrar luchas y esperanzas. Indígenas mexicanos del Consejo Nacional Indígena insistieron en tener en cuenta la historia, y no olvidar la Conquista, que produjo genocidio. Para ellos, la situación mexicana actual es similar a la de cien años atrás, la que había producido la revolución mexicana, pero ahora los procesos de despojo de tierras eran más acelerados y violentos. Recordaron que el Tratado de Libre Comercio había implicado la ruina del campo, había propiciado una enorme migración hacia Estados Unidos y había modificado el marco legal para hacer de las tierras campesinas una mercancía. Los indígenas hicieron recuentos de largas luchas y de enormes agravios que producían una digna rabia. La salida que encontraban es la construcción de la autonomía en los hechos.

Durante el festival un tema recurrente fue el de las mujeres y el de sus derechos. Se condenó la brutalidad y la explotación sexual, la represión y la discriminación sexual. Se habló de “otra sexualidad” anticapitalista y antipatriarcal y del respeto a la diversidad sexual. Se pidió que desde abajo se construyera la equidad de género. En su turno oficial, la Comandanta Hortensia platicó de la participación y organización de las mujeres en los territorios zapatistas explicando cómo las mujeres se han ido incorporando en lo económico, en lo social y en lo militar. Esa participación de las mujeres costó mucho, tanto a hombres como a mujeres porque tenían costumbres que tuvieron que cambiar y eso implica “cambiar todo en la cabeza”. Hoy hay mujeres en el Comité Clandestino Revolucionario Indígena y hay mujeres con responsabilidad regional y local. También hay mujeres que se están preparando para ser promotoras de salud y educación autónomas, para aprender a rescatar las plantas medicinales, para ser parteras, hueseras, operadoras de radio, locutoras, fotógrafas, camarógrafas, etc. La Comandanta explicó que a los hombres les había costado trabajo aceptarlo, pues tenían que ver a las mujeres salir de sus casas a emprender una gran cantidad de trabajos que antes no hacían, y sin pedirles permiso.

Marcos reconoció que en la superación del machismo, aunque los zapatistas estaban luchando, les faltaba mucho. En su tono irónico contó una anécdota: “Hace unos días estábamos reunidos hablando de que iba a venir la Comandanta Sandinista Mónica Baltodano. Una de nuestras Comandantas sacó aquella frase que decían las mujeres sandinistas: “No se puede hacer la revolución sin la participación de las mujeres”. Yo, bromeando, le dije que yo iba a sacar una frase que dijera. “Se puede hacer la revolución a pesar de las mujeres”. La Comandanta me miró, ahora sí que de arriba abajo, y me dijo: ¡Urr, Sup, estamos haciendo una guerra de liberación y si estamos tardando es por culpa de los pinches hombres!”

MÓNICA BALTODANO
HABLA DE NICARAGUA

Dos casos que mostraron que cuando agrupaciones de los de abajo llegan a los gobiernos de sus países no pueden cumplir sus cometidos originales fueron el nicaragüense y el boliviano.

Mónica Baltodano hizo un recuento de la historia de lucha en Nicaragua. El pueblo había vencido a la dictadura. No obstante, la dirigencia sandinista había cometido errores que, aunados al embate del imperialismo, habían llevado a varios reveses. Uno de ellos fue la corrupción. Otros errores graves tenían que ver con carencias: el movimiento sandinista no había logrado construir una democracia interna ni una democracia participativa. No se construyó un movimiento popular autónomo. El sandinismo no fue capaz de diseñar una estrategia para resistir fuera del gobierno, desde abajo. El énfasis estuvo en la defensa de los espacios institucionales. El poder no se vio como instrumento del pueblo revolucionario sino como control. La lucha se fue diluyendo, y el proyecto neoliberal impactó en el movimiento popular. Se despolitizó a grandes sectores de la sociedad. Después se pasó a la transacción y a pactos (arreglos entre Ortega y Alemán) para repartirse el poder. Se construyó un caudillismo.

En la actualidad el gobierno sandinista usa la retórica izquierdista, pero aplica las políticas neoliberales. Hay pequeños movimientos que quieren restaurar el sandinismo, pero desde arriba se trata de acallar las críticas con métodos estalinistas. No obstante, existen todavía sandinistas que no renuncian al sueño de una sociedad socialista, en contra del capitalismo y del imperialismo.

OSCAR OLIVERA
HABLA DE BOLIVIA

Oscar Olivera recordó la lucha del pueblo boliviano en contra de la privatización del agua. Cuando después de otras luchas algunos compañeros indígenas llegaron al gobierno, no lo transformaron, sino que fueron transformados por el poder. No se ha logrado una nueva institucionalización. Se ha dado la cooptación de portavoces de movimientos sociales por el aparato estatal. Ha habido una pérdida de la capacidad de los movimientos sociales para construir una agenda autónoma de gobierno. La forma de hacer política no ha cambiado y ha habido decepción. No obstante, se están reconstruyendo desde abajo espacios de deliberación. Los pueblos no quieren ser engañados y quieren recuperar su autonomía en contra del capital, el racismo y el neoliberalismo y hoy muchos se plantean la lucha por la independencia sin caudillos y sin patrones.

VARIOS CONSENSOS
ENTRE MUCHAS RABIAS

El teórico de la tesis de cambiar el mundo sin tomar el poder, John Holloway, señaló que sólo la rabia no es suficiente porque todavía no crea los cimientos de otro mundo, pero que la insubordinación sí está sacudiendo al sistema y que la rabia anticapitalista es una digna rabia porque rompe la condición de víctimas y apunta a un mundo diferente. Detrás de los gritos y las barricadas hay otra cosa: la construcción de otras relaciones sociales, la creación de otro hacer y otro amar.

El director de la revista “Rebeldía” Sergio Rodríguez Lascano subrayó que, en la crisis actual, la rabia de los de abajo es un condicionante principal en la lucha, y desde allí se debe pensar el qué hacer. Llamó a evitar la restauración del Estado y del sistema político. Fue un consenso el actuar por fuera de las instituciones del Estado, el aceptar que en el movimiento anticapitalista hay contradicciones que se tienen que resolver, la necesidad de buscar una sociedad autogestionaria y la convicción de que el mundo no cambiará por las elecciones.

El escritor Marcos Roitman envió al festival un texto donde plantea que tener dignidad, rabia acumulada, conciencia y proyecto de futuro molesta y agobia a los señores del dinero, pues les estremece saber que hay personas que no se venden, que luchan contra la explotación, y que abren brecha organizados desde abajo, democráticamente, sin dar lugar a la resignación y al conformismo.

HAY MOVIMIENTOS AUTÓNOMOS
POR TODO EL CONTINENTE

El investigador mexicano Carlos Aguirre dijo estar convencido que el festival no hubiera sido posible algunos años atrás, pues no se hubieran podido reunir movimientos tan diversos de tantas partes del mundo. Recordó las tesis de Wallerstein sobre la crisis terminal del capitalismo, cuando los Estados dejan de cumplir sus obligaciones sociales y las economías colapsan, una etapa en la que se incrementa la incredulidad sobre la clase política y la academia pierde su espíritu crítico.

El analista uruguayo Raúl Zibechi celebró el intercambio de conocimientos que propiciaba el festival para un aprendizaje mutuo. Alabó a los zapatistas por no tener vínculos con el Estado, con lo que enseñan que no todo tiene que pasar por el acuerdo con el gobierno y por los subsidios. Zibechi se refirió a los movimientos de resistencia en América Latina y subrayó que el hecho de que existan pequeños movimientos locales es muy importante, porque tienen la posibilidad de una coordinación horizontal sin crear estructuras jerárquicas. En sus recorridos por el continente Zibechi ha constatado que sobreviven y viven movimientos autónomos en territorios rurales y urbanos que no son movimientos político-sociales sino movimientos de base comunitaria.

La distinción rural-urbano no resulta buen camino para entenderlos y tampoco hay que tratar de verlos desde sus estructuras. Se debe aprender a valorarlos desde su vitalidad interna. Los de abajo están construyendo su entorno en base al trabajo colectivo y a decisiones colectivas, tienen iniciativas de educación y salud con nuevas formas, en donde las mujeres juegan un papel determinante. La fórmula zapatista de “mandar obedeciendo” se ha escuchado en muchos de estos colectivos, verdaderos micropoderes. Zibechi reconoció que algunos de estos movimientos optan por mantener relaciones con el Estado, y que éste es un debate no concluido.

OTRA JUSTICIA,
OTROS LENGUAJES

La académica mexicana Paulina Fernández compartió su investigación sobre una organización de justicia en pueblos indígenas. En la justicia buscaban otra forma de gobernar. Describió detalladamente y analizó un sistema comunitario de justicia. Excluidos los casos de homicidio y violación, se busca un entendimiento entre las partes. No hay abogados y las sanciones tienen que ver con la reeducación. No se da trato igual a desiguales y se procura de recuperar a las personas para la comunidad. Esta “otra justicia” parte de las rebeldías creativas.

El filósofo Luis Villoro llamó la atención de que no bastan buenas intenciones para remediar los males del capitalismo y señaló que las culturas indoamericanas tienen otra manera de pensar y su comunitarismo impulsa a la reciprocidad y no a la desigualdad. Cuando la comunidad tiene el mando anuncia que otra visión del mundo es posible.

Pablo González Casanova recordó los 50 años de la revolución cubana, que le ha ayudado a mantener los principios y a seguir luchando. Se refirió a la red militar, empresarial y mediática del imperialismo, con asociados, cooptados y corrompidos en todo el mundo. Explicó que en México había antes un partido de Estado y ahora lo que existe es un Estado con partidos de Estado que quieren que todo sea negociable. Resaltó que el zapatismo no es sólo un movimiento respetuoso de las tradiciones de los pueblos, sino algo muy novedoso porque hay en él otro lenguaje, otra política y otra esperanza.

LA OTRA DEMOCRACIA DE LOS ZAPATISTAS

De parte de los zapatistas, el Teniente Coronel Moisés saludó en el festival a las distintas rabias que se sufrían en varios países, en muchas ciudades, en fábricas, barrios, colonias, escuelas, pueblos, ejidos, y tierras comunales. Y les recordó que participaban para conocerse y contarse cómo luchaban y se organizaban con distintas formas de rabia en contra del capitalismo neoliberal. Exhortó a que la rabia fuera digna, pues si no lograba serlo, quienes la expresaban se rendirían, claudicarían y se venderían. Con la digna rabia cada quien iría haciendo los cambios que necesita.

En otro momento de su intervención oficial explicó cómo vivían los zapatistas la democracia en su vida diaria y lo que habían construido en los últimos cinco años. En esta otra democracia se articula una gran variedad de colectivos. En el primer nivel, el de abajo, están los pueblos, que son cientos de colectivos. Luego está el nivel de los municipios autónomos en cada región y después los Caracoles regionales y su articulación. De sus palabras se desprendía que hay una especie de espiral que asciende y desciende continuamente. Los comisarios y comisarias, agentes y agentas y los municipios autónomos forman un colectivo para escucharse, para mirar lo que hay que hacer y cómo hacerlo. Se va a los pueblos para consultarlos para ver si lo que vieron las autoridades lo piensan también abajo. Explicó que cuando algún compañero solidario hace una propuesta se realiza la consulta y eso lleva tiempo, pero es mejor tardarse que no atender bien lo que los pueblos quieren.

Las autoridades de los cinco Caracoles zapatistas tienen mucho trabajo. El método es consultar al pueblo y quienes trabajan como autoridades miran, escuchan, discuten. Los hombres y mujeres que son autoridades van aprendiendo que no pueden dictar o dirigir. En una asamblea general se reúnen todas las autoridades de todos los niveles y lo que se propone no se decide ahí, sino que se debe llevar a las comunidades para que se enteren y decidan.

Así, las autoridades no suplantan y el pueblo es el que decide. Si alguna autoridad no cumple, se le quita. Hay además la comisión de vigilancia, que reporta a sus pueblos y a sus asambleas municipales lo que pasa. En la asamblea general rinden cuentas las Juntas de Buen Gobierno. Las autoridades no son las que mandan, sino que son representantes del pueblo.

HABLA MARCOS:
EL EZLN ES UN PUENTE

Marcos explicó que en el zapatismo convergen varios pueblos indios: tzeltales, tzotziles, tojolobales, choles, zoques, mames y también los mestizos. Los pueblos indios tienen comunidades que forman zonas, y en cada zona hay un mando colectivo organizado, no militar. Cada zona tiene “su modo” de enfrentar y resolver sus problemas y el EZLN es como un puente de enlace entre las zonas. Al EZLN le toca representar a todas las zonas como un todo frente al exterior. Cuando los Comandantes y Comandantas hablaron y cuando Marcos lo hizo, no hablaron a título personal.

En sus intervenciones, Marcos comentó e incorporó algunos de los planteamientos que se estaban exponiendo. Destacó la participación de Adolfo Gilly -que trató el tema de las insurrecciones intermitentes- y la de Luis Villoro, a quien hacía años los zapatistas habían criticado por su posición ante un conflicto en la UNAM. De ambos dijo que se habían mantenido con una posición abajo y a la izquierda y con cercanía al zapatismo. Alabó de manera destacada a Pablo González Casanova. Expresó que a los zapatistas no había dejado de asombrarle su sencillez y su modestia para con ellos, a tal punto que “no parecía un intelectual”. Había estado con los zapatistas en las buenas, en las malas y en las peores. Recalcó que el zapatismo ve en González Casanova a un sabio, más cercano a los sabedores de los pueblos indios que a los soberbios especialistas de la academia. Precisó que coincidían en muchas cosas y que en otras habían discrepado amablemente. Habían coincidido en que el pensamiento no debe ser único y en que la crítica y la discusión no implican pasarse al bando contrario.

LA VIOLENCIA DE LOS DE ARRIBA

En varios momentos del encuentro Marcos denunció lo que hacía el ejército de Israel en Gaza. En sus participaciones oficiales se refirió a las diferentes violencias. Criticó al gobierno mexicano de Calderón y señaló que el crimen organizado es quien dirige la fuerza del Estado. Enfático, dijo que el zapatismo no apoyaba el pacifismo que se enarbola para que sea otro el que ponga la otra mejilla, ni la violencia que se alienta cuando son otros quienes ponen los muertos. Afirmó que el poder tiene en la violencia un recurso de dominación, pero también lo tiene en el arte, la cultura, el conocimiento, la información, el sistema de justicia, la educación, la política institucional y la economía. También los de abajo tienen muchas formas de lucha, pero sin ser la única ni la mejor, en su repertorio también está la respuesta violenta ante la violencia de arriba.

Recordó que a los zapatistas se les acusaba de no haber sucumbido a la seducción del poder, de no haberse rendido, de no haber claudicado. Se les tildó de posiciones “ultra” cuando dijeron que el sistema capitalista era el causante de los principales males que aquejaban a la humanidad, y eso mismo es lo que ahora se decía hasta en Wall Street. Desde hacía muchos años los zapatistas habían criticado acremente la globalización neoliberal y ahora también los de arriba veían que la globalización estaba en crisis, y anunciaban que los costos los pagarían todos, pues “en las crisis el capitalismo se torna muy democrático”.

QUÉ ES LA SABIDURÍA

Marcos criticó el fraude electoral de 2006, y sostuvo que las elecciones presidenciales, además de ser muy costosas y obligar a escuchar las estupideces de los candidatos, son inútiles, pues es en otro lugar donde se decide quién es Presidente. Explicó cómo los usos y costumbres de la clase política mexicana estaban en franca crisis. Pero no sólo criticó al gobierno panista en turno y a los gobiernos priístas. Los episodios sufridos en el inicio del siglo XXI, y que se recrudecían en sus localidades, les confirmaban a los zapatistas deslindarse de los lopezobradoristas, de los cuales habían sufrido persecución y discriminación y agresión.

Relató cómo los municipios autónomos zapatistas tenían más avances en salud, educación, vivienda y alimentación que los municipios oficiales, gobernados por políticos profesionales. Denunció a los “especialistas”, que son una forma de propiedad privada del conocimiento. El que sabe algo lo atesora -dijo-, lo complica para hacerlo parecer algo extraordinario, de acceso restringido, y se niega a compartirlo. En esa lógica se asume erróneamente que la cultura mestiza es superior en extensión, profundidad de saberes y conocimientos a la indígena. Aclaró que si bien la sabiduría no consiste en una especialización del pensamiento, en saber mucho de una pequeña parte de la realidad, tampoco es sabiduría conocer un poco de todo. La sabiduría consiste -dijo- en saber leer lo que sigue e interpretar lo que antecede para entender lo que está ocurriendo. Los zapatistas sabían que no era una la verdad sino muchas, y eran conscientes de que se podían equivocar.

NI SOMOS HEGEMÓNICOS
NI TENEMOS LA VERDAD

Marcos dijo que desde el inicio de su alzamiento los zapatistas se admiraron de la simpatía y apoyo que recibían de cuatro sectores de la población: de los indígenas, de las mujeres, de los jóvenes y de homosexuales, lesbianas, transgéneros, transexuales y trabajadoras sexuales. Han ido entendiendo que es porque tienen en común ser “otros”, excluidos, perseguidos, discriminadas y temidas.

Los zapatistas acudieron al festival a expresar su rabia y a hacerse responsables de ella. En un ambiente de análisis y de festividad todos habían compartido sus rabias. A los zapatistas no les preocupa cómo o con qué se va a dirigir esa rabia, tampoco a qué paso, ritmo y velocidad. Confían en el pueblo, que no necesita quién lo dirija. Lo que sí les preocupa es que el mundo que pueda surgir de esa rabia se parezca al mundo que ahora se padece. Les preocupa que en un mundo parido con tanta lucha se siga viendo a la mujer con todas las variantes de desprecio que ha impuesto la sociedad patriarcal, que se siga viendo como raros o enfermos a las personas con diversas preferencias sexuales, que se quiera domesticar a la juventud, que los indígenas sigan siendo despreciados y humillados.

Confesaron que el EZLN estuvo en un momento tentado por la hegemonía y la homogenización, para imponer modos e identidades, presentando al zapatismo como la única verdad. Pero los pueblos lo impidieron y les enseñaron que el camino no es por ahí, que no deben suplir un dominio con otro. Superada esa tentación, ahora los zapatistas proponen la pluralidad de la rabia y las diferencias en sentirla.

“ECHAR TRATO PARA LUCHAR JUNTOS”

No todos en el festival eran zapatistas, comunistas, socialistas, anarquistas, libertarios, punks, skatos, darks o como cada agrupamiento nombra su diferencia. Los zapatistas no se proponen organizar y dirigir a todo México y menos al mundo. Dicen lo que son, quieren y piensan. Y actúan reconociendo sus límites, posibilidades y proporcionalidad. Cada quien tiene su espacio, su historia, su lucha, su sueño y su proporcionalidad.

Lo que sí dicen es que hay que “echar trato para luchar juntos por el todo y por lo de cada quien y cada cual”. Echar trato entre las diversas proporcionalidades para que el mundo que se logre esté formado por los sueños de todos y cada uno de los desposeídos. Los zapatistas exhortaron a no hacer de la fuerza de los que estuvimos en el festival una debilidad. El ser tantos y tan diferentes nos permitirá sobrevivir a la catástrofe de la crisis del capitalismo y construir algo nuevo y diferente.

El Comandante David pronunció las palabras finales. Quienes se habían reunido en el festival de la digna rabia habían visto que otra política, otro camino, otro todo era posible, menos el capitalismo. Al concluir el festival había la sensación de que la resistencia, la rebeldía y la digna rabia serían cada vez más fuertes.

CAMINANDO OTROS CAMINOS

Desde el gobierno, desde la academia instalada al servicio de los de arriba, desde los grupos indígenas que se han plegado a las políticas asistencialistas del Estado, se ha proclamado que el zapatismo está debilitado, porque no se le ve en los escenarios montados por la clase política. Lo que ha sucedido es que el zapatismo está deambulando por otros caminos, por los que también caminan hoy muchos grupos alternativos en América Latina y el mundo. La realización de este festival demostró con quiénes y en dónde está la fuerza del zapatismo.

INVESTIGADOR DE CIESAS OCCIDENTE. CORRESPONSAL DE ENVÍO EN MÉXICO.

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