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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 240 | Marzo 2002

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Nicaragua

Dilemas en la lucha contra el cáncer de la corrupción

¿Hasta dónde llegará el hambre de poder de Alemán? ¿Hasta dónde llegará la voluntad de cambio de Bolaños? ¿Hasta dónde llegarán las presiones de Estados Unidos? La corrupción es un cáncer y son varios y complejos los dilemas de "la nueva era" para enfrentar la enfermedad.

Equipo Nitlápan-Envío

Después de las iniciales expectativas de mejoría económica y de tranquilidad política que generaron los resultados electorales, intensas ráfagas de incertidumbre -como los polvazales del verano- se cuelan a diario por todos los resquicios nacionales contaminando el ambiente. Toda zozobra es justificada. Hay mucho en juego para los poderosos intocables de Nicaragua, que llevan años creando redes de complicidades que atraviesan no sólo a las instituciones del Estado sino a toda la sociedad. Y no hay suficiente entrenamiento político o voluntad ética para deshacer todos los nudos de esas redes. ¿Por dónde empezar? ¿Hasta dónde llegar?

Como el cáncer

Dicen que en los congresos internacionales sobre temas políticos la corrupción es comparada con el cáncer. Debe ser porque, así como en cada tejido de nuestro cuerpo hay que contar siempre con células que empiezan a multiplicarse y a multiplicarse sin control, incapaces de resistirse a la tendencia genética a reproducirse -ése crecer sin poder detenerse es precisamente el cáncer-, se considera una tendencia inevitable del cuerpo social que, olvidando el bien común, funcionarios públicos y otros personajes empiecen a multiplicar y a multiplicar indeteniblemente sus beneficios personales.

Las conclusiones a las que, tras esta comparación, se llega en esos congresos internacionales es que resulta imposible erradicar totalmente la tendencia, que es muy difícil extirpar el cáncer en estado avanzado, y que la terapia más eficaz que se conoce para combatir los tumores es la publicidad. De ahí, el importantísimo papel que se asigna a los medios de comunicación, especialmente si coordinan la investigación con el trabajo constante de instituciones que tengan la voluntad de actuar con transparencia y de aplicar las leyes.

La quimioterapia

En Nicaragua, la lista de los tumores resulta interminable. Conocerla genera tanta indignación como impotencia. La "cura" de la publicidad en los medios no ha faltado desde hace años. Y ha influido para detectar tumores, aunque no para extirparlos. Naturalmente, no basta la publicidad en los medios. Públicos y publicitados deben ser los presupuestos, las licitaciones, los juicios, los proyectos. Toda esta publicidad combinada es la que actúa como eficaz quimioterapia.

Después de asumir el poder el nuevo gobierno de Enrique Bolaños, no han dejado de hacerse públicos en los medios escritos, hablados y televisivos -hay una permanente competencia- casos de corrupción ocurridos durante el gobierno de Arnoldo Alemán. Corrupción basada en la tendencia maligna incontrolable -presente en la naturaleza humana-; propiciada por la fusión-confusión entre el Estado de los nicaragüenses y el Partido de Alemán; y favorecida, como sucede en sociedades tan subdesarrolladas como la nuestra, por el desorden y la ineficiencia nacidas de atrasos históricos.

Tumores detectados

Un resumen nada exhaustivo de lo descubierto -o publicitado- y documentado desde que inició el nuevo gobierno permite dimensionar los niveles de la enfermedad. Fugas masivas de medicamentos en el Ministerio de Salud. Millonarios gastos del Ministerio de Educación en becas otorgadas sin criterios a estudiantes de la UNICA (Universidad Católica). Descomunal evasión fiscal de los honorables diputados de la Asamblea Nacional, que llevan años sin pagar impuestos. Negocios turbios entre el Ministerio de Hacienda y el BANIC, cuya privatización y posterior quiebra sigue siendo un monumento a lo turbio. Bancarrota en el Consejo Supremo Electoral por gastos millonarios y suntuarios ajenos a las tareas electorales. Negocios oscuros entre la Dirección General de Ingresos y la Dirección General de Aduanas. Exoneraciones millonarias de impuestos a importaciones que se calcula suman 800 millones de dólares e incluyen 15 mil vehículos -abundan los de lujo, además de yates, helicópteros y aeronaves- para disfrute de altos funcionarios del gobierno y también de poderosos empresarios privados. Millonarias deudas, cargadas al Seguro Social estatal, en gastos administrativos y operativos del periódico de propaganda arnoldista "La Noticia". Quiebra del Centro de Convenciones Olof Palme por deudas acumuladas por celebraciones del PLC nunca pagadas. Quiebra del canal estatal de televisión por gigantesco fraude en el que están implicados socios de primera línea de Arnoldo Alemán.

La lista crece a diario, descubriéndose tumores de varios tamaños y malignidad, con metástasis en todas las dependencias e instituciones del gobierno.

Diagnósticos

Rafael Córdova, quien fuera Responsable de Probidad en la Contraloría General de la República en la era Jarquín, dijo a envío que lo ocurrido durante los cinco años del gobierno Alemán ha colocado a Nicaragua en un estado superior de la corrupción habitual. Córdova llama a ese estado hipercorrupción y la define como una situación en que la corrupción es promovida, propiciada y protegida desde los más altos niveles del Estado, en este caso desde la Presidencia de la República y desde los distintos feudos que controlaban los allegados del Presidente Alemán.

El 1 de marzo, el Presidente Bolaños reconoció que el proceso de entrega de la administración Alemán a su administración había sido largo y que se habían encontrado sorpresas desagradables y ciertos compromisos imposibles de cumplir, dando, como único y diminuto ejemplo, el caso de una institución estatal con 250 mil dólares de deudas por gastos injustificados en publicidad. Bolaños anunció que cuando termine el traspaso y la investigación informará de todo lo que se haya detectado.

El nuevo Presidente emplea adjetivos metafóricos para referirse al cáncer. Habla de sorpresas desagradables y llama travesuras a los actos de corrupción en que pueden incurrir los funcionarios públicos. Enrique Bolaños -a quien recordamos como empresario que confrontaba con pasión al gobierno de los años 80- está evitando por todos los medios, verbales y no verbales, la confrontación con la corrupción dejada por el arnoldismo. El "principio empresarial" en que basa su decisión es que la confrontación aleja la inversión extranjera, en la que, a su vez, basa Bolaños el "plan" con el que espera hacer despegar la economía de Nicaragua.

Confrontar o esperar

La corrupción también aleja la inversión. Córdova nos citó una reciente encuesta hecha a mil empresas que llegaron a Centroamérica entre 1995-2000. De ellas, sólo cien se decidieron por Nicaragua. Las 900 que no lo hicieron confesaron que la razón eran los altos índices de corrupción.

La verdad es que, después de iniciales signos de mejoría económica apreciables tras las elecciones, ha empezado a enseñorearse de distintos sectores del país el estancamiento y muy justificadas incertidumbres sobre si se están sentando o no las bases para que el país arranque de una vez con metas más definidas. Y la razón parece ser, precisamente, la estela que ha dejado -tanto en el sector público como en el privado- la hipercorrupción institucionalizada por el ex-Presidente Alemán, y todavía peor, la determinación que tiene éste de perpetuarla.

La razón de la zozobra es el poder que sigue conservando Alemán, ahora como diputado jefe de casi 50 diputados del PLC, que le son leales mayoritariamente por razones vinculadas precisamente a la corrupción que con él compartieron. La razón de la zozobra es también la nefasta estela dejada en todas las instituciones estatales por el pacto Alemán-Ortega. No puede olvidarse que lo que le permite a Alemán conservar tanto poder, y tratar de avasallar al país desde su nuevo cargo de Presidente de la Asamblea Nacional, es ese pacto, basado también en corrupciones e impunidades compartidas por los dos grupos de poder político y económico.

Siendo evidente ya que la hipercorrupción y su promotor son hoy el mayor obstáculo político y económico que tiene "la nueva era" anunciada por Bolaños, es también evidente que Bolaños teme una confrontación a fondo con Alemán. ¿O será que sus años le han hecho no sólo lento, sino que le han dado la ciencia de la paciencia, y está esperando sabiamente que maduren más las condiciones para ir a fondo? ¿O será que se da por satisfecho -y no es para menos- con los 72 millones de córdobas que anunció había ahorrado el Estado en sus primeros dos meses de gestión con el sinceramiento aplicado a los salarios en el Ejecutivo y la reducción de gastos extravagantes?

En crisis y en observación

El liderazgo de Alemán en el PLC se ha construido y ha venido incrementándose desde el Estado y desde hace diez años -primero en la Alcaldía de Managua, después en la Presidencia-, con una calculada mezcla de trabajo incansable, antisandinismo obstinado y descomunales prebendas. Ese liderazgo está hoy en observación, aún la de sus más leales. Sin controlar el Estado, las prebendas y las promesas de prebendas disminuyen. Más menguan si quien controla el Ejecutivo tiene voluntad de transparencia, de racionalidad y de profesionalismo. Enrique Bolaños tiene esa voluntad y se esfuerza en brindar señales en las tres direcciones.

Tras el pacto con Daniel Ortega, del que Alemán sacó todas las ventajas posibles, el antisandinismo de Alemán se ha ido quedando reducido a periódicas explosiones de retórica barata. Pero ya la población que es antisandinista, y también la no sandinista, confía más en Bolaños que en Alemán para poner al FSLN "en su lugar". También por eso votó por él. Por si fuera poco, y a pesar de las presiones de Alemán sobre Ortega buscando atraerlo a un re-pacto, el FSLN ya "se ha puesto en su lugar". Casi todo indica que el FSLN ha entendido, no por remordimiento ético sino por pragmatismo costo-beneficio, que el pacto fue un soberano error de cálculo y que tiene que ponerse del lado de Bolaños si no desea cavar más honda aún su propia tumba como partido, y si no quiere que algunas medidas anticorrupción afecten a varios de sus dirigentes.

Embestidas

Alemán se queda solo. Su liderazgo está bajo observación y en crisis. Sólo le queda para recuperarlo el trabajo incansable. Al igual que en la Presidencia, al frente de la Asamblea Nacional está demostrando ser un adicto al trabajo. Además de exigir puntualidad y de sesionar a diario y a pleno horario-lo que es plausible-, no cesa de trabajar en una estrategia legislativa protagónica, confrontativa y desestabilizadora. Y logra éxitos en los tres propósitos. Y cuando fracasa, no cesa de intentarlo de nuevo y embiste.

Después de mantener en stand by los primeros proyectos de ley confrontativos y desestabilizadores con los que inició su gestión -control de los medios televisados, catorceavo mes para los trabajadores, cambios en el 6% para las universidades, abolición del 19 de julio como día festivo-, en febrero presentó un proyecto de ley "monstruoso", indicador del poder que sobre todo el Estado pretende obtener y retener desde la Asamblea Nacional. Se trata de la Ley de Destitución de Funcionarios Públicos, que establecería que los altos cargos del Estado -magistrados electorales y de la Corte Suprema, contralores, superintendentes-, quienes son elegidos con los votos de dos tercios de los diputados, podrían ser destituidos por los votos de una mayoría simple sobre el quórum, de tal manera que quienes fueron electos con 55 votos, podrían ser destituidos con sólo 24.

El proyecto fue cuestionado por todos los sectores y calificado por algunos como un "golpe de Estado". Desde la Asamblea que Alemán preside y en la que controla a la mayoría de diputados -mucho más a una mayoría simple-, Alemán podría desembarazarse así de cualquier alto funcionario decidido a confrontarlo, mientras Bolaños se decide. La avalancha de críticas al proyecto de ley obligó a Alemán a guardarlo durante un par de semanas, pero a comienzos de marzo, cuando se vio cercado, lo volvió a anunciar. Su estrategia incluye también "amenazar" desde el Parlamento.

Afectaciones graves

Alemán se siente cercado. Lo está. El 7 de marzo denunció ante toda la nación que lo van a asesinar. Y que sospecha que este propósito proviene, indistintamente, de todos los sectores. Alemán está quedándose solo. Se sabe que los cuatro diputados liberales "disidentes" que integraron la bancada Azul y Blanco no se quedarán en cuatro. Crecerán. Dirigentes liberales se separan del caudillo y públicamente le llaman "mentiroso". Abiertamente se cuestiona al ex-Presidente desde cualquier despacho, tribuna o micrófono su cargo de "diputado no electo". Se le pide que renuncie, que se vaya a su casa, que se vaya del país.

El Consejo de Ancianos de la Costa Atlántica lo declaró "non grato" en el Caribe Norte por haber depredado los recursos de la Costa a través de las empresas que controla y por ser un mal ejemplo para la niñez de la zona. La Contraloría General de la República aprobó por unanimidad auditar la declaración de probidad de Alemán e investigar las razones del desmesurado incremento de su patrimonio. La Procuraduría General de la República anunció que solicitaría a la Asamblea Nacional su destitución por haber violado la Ley de Integridad Moral de los Funcionarios al ocultar propiedades y bienes en la declaración de probidad que presentó a la Contraloría al dejar el cargo de Presidente.

En una Proclama a la Nación, Edén Pastora lo declaró tirano ajusticiable y le dio a los diputados un plazo de 90 días -concluiría el 12 de mayo- para que saquen a Alemán de la Asamblea Nacional, anunciando que, de no hacerlo, será él quien se encargará de esta misión patriótica. Entre los medios de comunicación -que mayoritariamente nunca lo respaldaron cuando era Presidente-, ya no tiene la incondicionalidad beligerante de la Radio Corporación, único medio realmente masivo y popular que lo ha apoyado en estos años. Y, por continuar ofendiendo a los periodistas que cubrían sus semanales conferencias de prensa, fue embargado por éstos, que se negaron a asistir más a ellas. Tuvo que suspenderlas. Hoy sólo le sirven de altavoz medios escritos, hablados o televisivos pagados por él e irrelevantes en la construcción de opinión pública.

Indetenible tendencia

La gravedad del problema la constituye su tenacidad de incansable trabajador. Como la célula cancerosa que, indetenible, no cesa en su afán de ganar terreno. Cuando el gobierno de los Estados Unidos le canceló la visa de entrada a Estados Unidos a Byron Jerez -su principal socio desde los tiempos de la Alcaldía de Managua- por haber lavado dólares obtenidos por la corrupción en Nicaragua en bancos estadounidenses, Alemán se detuvo durante varios días cauteloso. Pero en pocos días volvió a la carga.

El 2 de marzo, sintiéndose cercado por los medios y limitado en su poder, convocó a una manifestación callejera en apoyo a sí mismo, en la que declarando que ser ingrato es peor que ser asesino, clamó contra los liberales ingratos que están hoy en el gobierno, los que muerden la mano de quien les ha dado el pan, es decir, los que no le agradecen el haber llegado al gobierno. La referencia implícita al gabinete de Bolaños fue clarísima.

Los nuevos ministros están actuando con una racionalidad tecnocrática que les exige tanto acabar con las prebendas como superar ese antisandinismo obstinado que excluye del Estado a profesionales con capacidad sólo por su pasado sandinista. Por eso serían "ingratos". El primer ingrato en la lista es el propio Bolaños, fue comentario generalizado al día siguiente de la manifestación, que generó pugnas más ácidas en el PLC.

Tocando el mal

Al cancelarle la visa a Byron Jerez, Estados Unidos hizo una selección acertada y altamente simbólica. Esperó el mejor timing: ya habían pasado las elecciones y no las había ganado el FSLN. Jerez es uno de los altos funcionarios del gobierno arnoldista más connotado por actos de corrupción, algunos probados -aunque no sancionados-, otros basados en la más justa de las sospechas. Por otro lado, "tocando" a Jerez Estados Unidos no sólo tocaba a Alemán. También tocaba el pacto Alemán-Ortega. No en vano, Daniel Ortega, encubriendo sus palabras en preocupación por "la soberanía nacional", expresó que en Jerez había sido afectado un prominente ciudadano nicaragüense. Aunque resulta lamentable que Estados Unidos haya tenido que actuar para que las instituciones nacionales comenzaran a hacerlo, es destacable el sentido de esta importante señal enviada por el gobierno de Estados Unidos al inicio de "la nueva era": respaldo a Bolaños y freno a Alemán. Hasta ahí todo queda claro. Pero, ¿qué viene después? Si Bolaños sigue siendo cauteloso, buscando evitar la confrontación y si Alemán no frena sus tendencias y no se detiene, ¿hasta dónde estará dispuesto a llegar Estados Unidos? ¿Hasta el principal socio de Byron Jerez, quien todos saben es Arnoldo Alemán?

Radiaciones

La respuesta a esta pregunta es crucial. Porque en su orientación internacional el nuevo gobierno no tiene nada de "nueva era". Esa "dependencia espiritual" del gobierno de los Estados Unidos que siempre ha caracterizado a la clase política nicaragüense -las excepciones se dieron en la era sandinista- es marca y sello del gobierno Bolaños.

Desde el primer día, el nuevo gobierno se declaró alineado con Estados Unidos en su despiadada guerra contra el terrorismo y en su política exterior, que exhibe hoy una antidemocrá-tica hegemonía militar y económica jamás vista antes. Es la voluntad superior de Estados Unidos la que realmente decide, influye y determina y se entiende que hacer y decir lo que diga y haga el gobierno del Norte es lo políticamente correcto. Esta tendencia histórica fluye en el actual gobierno como agua, con toda naturalidad. De ahí que lo que haga el gobierno de Estados Unidos en el caso Jerez, y en cualquier otro caso, resultará definitorio.

La hipercorrupción reinante en Nicaragua no es tolerable para el or-ganismo económico globalizado en que se está convirtiendo el planeta. Sin enfrentar ese cáncer, Nicaragua no es viable desde la perspectiva de Estados Unidos, del FMI y del Banco Mundial. Por orientación del gobierno Bush, Nicaragua firmó en enero la Convención Interamericana contra la Corrupción de 1998. El gobierno de Estados Unidos monitorea hoy el grado de cumplimiento que cada país del continente está haciendo de esta Convención, que contempla la colaboración entre las instituciones de los países para investigar y perseguir actos de corrupción con la adopción de leyes vinculantes y con tipificaciones y sanciones similares para los delitos.

El objetivo es ir creando zonas confiables para el mercado globalizado, en las que haya, por lo menos, mínimos niveles de "corrupción nacional". Hay que decirlo así para ser justos, porque no puede olvidarse cuánta corrupción existe y se tolera en Estados Unidos y cuánta "corrupción internacional" existe y toleran -incluso promueven- las empresas líderes de la globalización. El reciente caso de ENRON en Estados Unidos evidenció un tumor de dimensiones que están a millones de años luz de las del caso Jerez. Pero es la misma cosa, es cáncer.

¿La "hora final"?

Si la señal enviada contra Jerez fue obvia, la persecución desatada desde el Estado este mes contra los hermanos Centeno Roque es otra poderosa señal, que también nace de orientaciones externas. ¿Hasta dónde llegarán las "radiaciones"? Después de año y medio de total impunidad de los Centeno, no queda claro -al igual que en el caso Jerez- si se trata de atrapar a estos personajes, de investigarlos, de llevarlos a juicio, de sancionarlos y de encarcelarlos, o si se trata sólo de advertir de forma contundente que hasta aquí llegaron y que "se acabó la fiesta".

En "la fiesta" ha participado mucha gente. En el año 2000, los hermanos Centeno fueron responsables, junto a los directivos de ese banco, de la estrepitosa quiebra del Interbank, que le costó a Nicaragua unos 300 millones de dólares. Como responsables también de la estafa mayor de la historia del país -el "cascarillazo"- se les busca ahora, casi dos años después. Pero hasta que se giró la orden de caza y captura, estos personajes -pobres campesinos de Quilalí transformados inexplicablemente en empresarios millonarios en los años 90, juzgados en apariencia y "sobreseídos definitivamente" en el año 2001- seguían siendo recibidos "con honores" y sin ningún escrúpulo por los poderes institucionales y fácticos del país. Ahora son los más buscados, y la Policía informa que quienes los encubrieron para que escaparan del país pertenecen "a todos los sectores sociales", eufemismo para afirmar que hay entre los cómplices "gente de apellido".

¿Para quiénes realmente "ha acabado la fiesta"? La pregunta quema. ¿Se trata de un combate pleno a la corrupción o de escaramuzas selectivas y simbólicas, que ni siquiera concluirán en sanciones reales? ¿A quiénes más se va a tocar? ¿En qué orden? O, siguiendo la metáfora de Jesús de Nazaret hablando sobre el fin del mundo: en esta "hora final", ¿quiénes serán tomados y quiénes serán dejados?

Enfermedad terminal

Siendo el "temor final" del gobierno de Estados Unidos el retorno del FSLN al poder -no porque sospeche en su dirigencia ninguna voluntad de cambio social, sino porque no los controlaría tan íntimamente como a otros grupos de poder-, pareciera que Arnoldo Alemán, puede aún serles útil con su antisandinismo obstinado. En realidad, si el pacto Alemán-Ortega hizo rebalsar la hipercorrupción, también garantizó la descomposición final del FSLN y, a pesar de las posibilidades de retorno al poder que le brindó al FSLN, sirvió de prueba para entender que, si aún con las condiciones tan favorables como las que el FSLN se construyó con el pacto no logró ganar las elecciones, el retorno al poder del actual FSLN es cada vez más un imposible político.

Ante el gobierno estadounidense, Arnoldo Alemán tiene la medalla de haber sido el artífice de esa "jugada maestra" que también resultó del pacto: el FSLN es hoy un partido parlamentario y prebendario, como tantos otros en el mundo, que basa sus decisiones en un pragmatismo cínico. Sólo su bandera, nombres, consignas, recuerdos, fotografías amarillentas, lo vinculan a una historia de heroísmo, compromiso con la revolución social, con la ética, la mística y la solidaridad.

Epicrisis

El 16 y 17 de marzo, el FSLN celebra su Congreso. Valorando esta reunión, el Mayor retirado del Ejército Sandinista y militante sandinista disidente Guillermo Pérez Leiva habló así para envío: La ausencia de un clima de debate, el desconocimiento en la base de los documentos del Congreso, el adelanto de la fecha del Congreso, la correlación de fuerzas desfavorable al cambio y el control casi total de la estructura que hoy mantiene la ortodoxia, son suficientes elmentos para valorar que la dirigencia del FSLN y los congresistas que asistirán no serán capaces de refundar al FSLN sobre una nueva ética, cultura y mentalidad política. No abandonarán el vanguardismo ni desmontarán las raíces del pacto que hicieron con Alemán para convertirse en verdadera oposición. El FSLN no logrará superar esa rara mezcla de neoliberalismo económico y caudillismo político, para ceder espacios a la democracia y a un relevo generacional capaz de formular una estrategia correcta para vincularse a la gente y para, a partir de ahí, reconquistar el gobierno.

Pérez Leiva habla también del cáncer cuando explica la crisis del FSLN en estos años: En el FSLN el sandinismo ha sido sustituido por el danielismo, y una vez que el danielismo estableció un control casi total en el partido, se lanzó a la búsqueda del control del Estado para reorganizarlo en correspondencia con sus necesidades económicas y continuar haciendo del Estado la principal fuente de acumulación originaria de capital, estrategia que llevó al danielismo a pactar con el emergente grupo económico alemanista. La "rara mezcla" que se da hoy en el FSLN -dice- ha provocado que hasta los oligarcas nicaragüenses ya no ven amenazas en el pensamiento político de los dirigentes del FSLN, comienzan a temerles por su voracidad para acumular.

El equipo médico

Enrique Bolaños cuenta con un equipo de ministros que, para bien inmediato de Nicaragua, está compuesto por profesionales con trayectoria, dedicados hoy a ordenar el desorden y a reclamar una administración eficiente, revisando papeles y números lápiz en mano. El objetivo de este equipo es el divorcio del matrimonio Estado-Partido, que no sólo ha traído pésimas consecuencias políticas, sino también una generalizada quiebra económica del Estado. Lograr ese divorcio representa desecar uno de los principales caldos de cultivo del cáncer. Cada paso que se da en esta dirección está provocando, y seguirá provocando, confrontación con Arnoldo Alemán y con su círculo más cercano.

Pero contar con un buen gabinete ministerial no basta. En la lucha contra el cáncer tampoco basta la publicidad. Son necesarias instituciones y leyes. Y de nada valen nuevas leyes contra la corrupción -como las que superando obstáculos pretende Bolaños- si las instituciones nacionales que deben luchar contra la corrupción no actúan, tanto por no haber ejercitado nunca músculos en esta lucha, como por estar también permeadas por la hipercorrupción.

Esa "química" no sirve

En el caso Jerez, después del primer impulso investigativo, la Contraloría llegó a auditoriar la Dirección General de Ingresos (DGI) -sede del actuar de Jerez- y no encontró, como era de esperar, ninguno de los documentos que buscaba. Cuando se decidió buscarlos, los medios mostraron el descomunal desorden que había en las bodegas de la DGI para ocultar en sacos apilados caóticamente entre el polvo ésas o cualquier otra "prueba".

Las tensiones generadas en torno a este tímido primer paso de la investigación y el trabajo hecho por "la mafia" de Jerez que aún trabaja en la DGI desembocaron en la destitución de Nelly Castro, nueva directora de la institución. Aunque hubo mar de fondo, no hubo explicaciones convincentes sobre esta destitución, limitándose Bolaños a explicar la crisis diciendo que no hubo química entre Castro y su superior, el Ministro de Hacienda.

También es preocupante lo sucedido en la Policía, institución fundamental en el enfrentamiento exitoso de la corrupción. El intempestivo pase a retiro el 28 de febrero de Pedro Aguilar, Jefe de la Dirección Antidrogas, quien estaba investigando el caso Jerez -crisis explicada también por Bolaños con la mesurada metáfora de la "falta de química" con sus superiores-, junto al pase a retiro en los últimos meses del anterior gobierno de Eduardo Cuadra y de Javier Palacios, otros dos jefes policiales destacados en investigaciones que afectaban intereses de Alemán, debilitan seriamente la confianza en el jefe del "equipo médico" que abandera la lucha contra el cáncer y permiten dudar de la voluntad de ir con el bisturí hasta el fondo.

Evidencias, esperanzas y cansancios

Una encuesta realizada por Borge y Asociados en Managua a mediados de febrero por encargo del Presidente Bolaños reveló que el 72% de la población quiere que el gobierno vaya a fondo en el caso Jerez y el 81% lo quiere así en el caso Centeno. Enrique Bolaños cuenta hasta el momento con un gran respaldo de la población, que espera de él firmeza. Es un respaldo que recuerda al que acompañó los inicios del gobierno de doña Violeta de Chamorro. Un respaldo basado tanto en evidencias, como en esperanzas y cansancios.

En torno a Bolaños hay dudas, pero no hay animadversión ni rechazo. Predomina la confianza en que "el viejito" quiere hacer bien las cosas, está tratando de hacerlas bien y logrará buenos resultados. Se trata de un haz de sentimientos. Sentimientos fuertes que aglutinan bastantes vigores dispersos, aunque no es aún ni la organización social ni la participación ciudadana que el país requiere para enderezar tantas cosas.

¿Hasta dónde llegar, hasta dónde sincerarse?

¿El tiempo corre a favor del cáncer o a favor del equipo médico? Muchos son los interrogantes y muchas las incertidumbres. Naturalmente, la incertidumbre de quienes no han participado en la hipercorrupción es una. Y la de quienes han estado vinculados a ella durante años es otra.

Sin embargo, la pregunta que se percibe en ambos grupos -hay que buscarlos no sólo en el Estado sino también en la empresa privada y en toda la sociedad- coincide, es la misma: ¿Hasta dónde van a llegar? ¿Hasta dónde llegará el hambre de Alemán? ¿Hasta dónde llegará la voluntad de Enrique Bolaños? ¿Hasta dónde llegará la presión de Estados Unidos?

Debe también hacerse otra gran pregunta: ¿Hasta dónde llegará la gran empresa privada? ¿Se someterá también a un "sinceramiento" de sus ganancias, "sincerará" ante la opinión pública los beneficios que ha obtenido durante años y a la sombra de varios gobiernos en base al tráfico de influencias, las exhoneraciones injustificadas y las evasiones fiscales? Porque eso también es cáncer, y eso también requiere de cura para que Nicaragua mejore. ¿Hasta dónde querrá llegar la gran empresa privada en la Cruzada contra la Corrupción? Preguntas en la que los medios de comunicación no suelen escudriñar, mucho menos con nombres y apellidos, porque de la publicidad de esa gran empresa privada viven.

Ni aspirinas ni morfina

¿Y hasta dónde llegará la capacidad de la sociedad civil, con liderazgos y causas hoy tan dispersas? ¿Seguirá confiando y esperando en Bolaños o se decidirá a actuar organizadamente y a presionar al nuevo gobierno con objetivos más específicos?

De las respuestas a todas estas preguntas dependen los giros que tome una coyuntura que podría tornarse crecientemente inestable. Está claro que aquí no valen aspirinas y que aunque las morfinas diarias lo hacen olvidar, el cáncer sigue ahí, demandando de todos y de todas, lucidez, compromiso y acciones.

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